De camino a casa

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Ese día Kurapika estaba en la cafetería, faltaba poco para que saliera de su trabajo, el traía una coleta dejando ver el arete que tenía.

Estaba un poco ansioso por salir, solo faltaban unos 10 minutos y se sentían eternos.

Mientras veía la hora escucho a dos adolescentes conversando acerca de un nuevo parque de diversiones que había abierto cerca.

Kurapika recordó que la última vez que fue a uno fue con su madre y padre, pero nunca volvieron a ir.

Se quedó pensando un poco en lo que había sucedido con su familia, se estaba comenzando a poner sensible, trato de calmarse un poco respirando, después de todo, es un trauma que aún lo acompaña.

Luego miro sus manos y vio que una de las benditas estaban algo despegadas, como vivía solo el hacia su almuerzo cena y desayuno, el problema es que a veces lo hacía con algo de sueño así que se distraía y terminaba haciéndose cortes, de todas formas no eran algo de que preocuparse.

Entro al baño y se las cambio, un cliente entro y Kurapika se aburría aún más, solo quedaba esperar.

Finalmente Kurapika podía salir, salió inmediatamente, de ahí paso por la universidad de Leorio y pensó en esperarlo.

Cuando había decidido no hacerlo escucho la voz de Leorio llamándolo, volteo para verlo siempre con su traje y su maletín, le daba algo de gracia.

—Ah...Leorio, buenas noches.— Saludo Kurapika.

—¿El trabajo estuvo muy agotador?

—Si, algo lo más probable es que llegue a dormir sin más ¿Que hay de ti?— Respondió Kurapika

—Honestamente la Universidad es muy agotadora maldición.— menciono Leorio con un tono de cansancio soltándose un poco la corbata.

—Debe serlo, escuché que en la carrera de medicina tienes que leer cientos de libros.

— Si, la verdad que si son bastantes, pero son útiles...oye ¿Nos vamos juntos?

—Uh, claro, es mejor andar acompañado.— Dijo Kurapika algo sorprendido.

Los dos chicos comenzaron a caminar mientras conversaban al mismo tiempo.

—Entonces...¿Tu aún no estás en una Universidad?— Pregunto Leorio.

—No...estoy recaudando dinero primero, pienso estudiar criminología.— Respondió el rubio.

—¿Criminología?¿Porque?

—Me gustaría meter a criminales en dónde deberían estar, pudriéndose en la cárcel, ademas actualmente hay muchos policías corruptos y pensar que uno de esos ha dejado escapar a algún criminal solo porque le dió algo de dinero me parece algo que incorrecto en el sistema.— Kurapika hablo serio

—Ya veo...concuerdo contigo, supongo que ambos queremos cambiar el sistema de nuestros trabajos o bueno, futuros trabajos.

—¿Eh?¿Qué es lo que quisieras cambiar?— Pregunto sorprendido Kurapika.

—Eh...veras yo era de un lugar muy pobre, cuando era muy pequeño nunca conocí a mis padres, parece que me dejaron a mi suerte en esa pocilga.

—Eso es...algo muy horrible.— Comento Kurapika atónito

—Si...bueno, yo tenía un amigo llamado Pietro, era alguien bastante cercano, su madre me conocía muy bien y un día me busca diciendo que el estaba muy enfermo.

—¿Era algún tipo de enfermedad terminal?

—No, no lo era, aún así falleció, el problema era el costo de la operación que necesitaba era muy alto para nuestras capacidades y lamentablemente un día llegó y Pietro ya se encontraba muerto.— Concluyó Leorio con un tono de voz serio y una mirada profunda.

—Lamento escuchar eso...debió ser algo muy difícil para ti.

—Lo fue, pero logré afrontarlo, comencé a trabajar y ganar dinero de la misma forma en la cual tú lo estás haciendo para pagar tu universidad además logré una beca bastante generosa.— Dijo con una sonrisa el pelinegro.

Kurapika lo miro sorprendido por unos momentos boquiabierto, luego sonrió un poco y la mirada de este se suavizó.

—Eres alguien de admirar Leorio, demuestras resiliencia antes la adversidad y también se nota que alguien en quien confiar, Gon y Killua parecían tenerte estima y tienes motivos bastante fuertes.— Menciono Kurapika.

—Oh vamos, no digas esos, vas a hacer que me sonroje jaja.— Respondió Leorio mirando a otro lado y rascándose la cabeza a lo que Kurapika respondió con otra sonrisa.

—Pero...¿Puedo preguntar porque me dices todo eso? Digo, no nos conocemos mucho y me parece algo bastante personal.

—Bueno, es porque tú y yo somos amigos ¿No?

—¿En serio?¿No tiene que pasar más tiempo algo asi para hacernos amigos?—

—¡Claro que no! La amistad no tiene reglas, no seas tan cuadriculado.

—Jaja, de acuerdo, a partir de ahora hay que venir juntos para tener alguien con quién conversar, eres una buena compañía.— Dijo Kurapika con una sonrisa.

—Si, lo mismo digo...oye ahora que recuerdo, no tengo tu número.

—Oh, es verdad.—Kurapika paro un momento y saco su celular.

Leorio y Kurapika intercambiaron números.

—Bien ¿Mañana estas libre para salir?— Pregunto Leorio

—¿Eh?¿Salir?¿A donde?

—A un parque de diversiones que abrió recientemente ¿Quieres?— Menciono el pelinegro

—Uh...claro, mañana hay que avisar a Gon y Killua.

—¡Claro! Hasta mañana entonces, te escribo la hora y la dirección.

—De acuerdo.

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Ojos Carmesí (Leopika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora