De Mi Propiedad (Jonhan) (Johnshi)

Hora del té

Los tres salieron de la habitación, Johnny con una sonrisa de haber hecho una travesura, el duo por otro lado tenían expresiones sonrojadas y un tanto nerviosas ¿Cómo no estarlo? Sentían como el semen escurría por sus piernas, solo esperaban irse de una vez para no tener que pasar por esas vergüenzas.

Bajaron hasta la sala principal del trono dónde estaba Kitana junto a Liu Kang coqueteando muy melosos, Johnny decidió ignorarlos, no quería tener que lidiar con Kang otra vez.

—Cage, no sabía que estabas por aquí -hablo ella con una sonrisa- ¿No saludas?

—Princesa -dice sin verla a la cara-.

—¿Vienes por la corona que quedó vacía cortejando a mi madre?

—No necesito hacer algo así, no soy tan descarado como para coquetear con una mujer solo para tener un trono asegurado -mira a Liu Kang mientras dice eso para volver a mirarla a ella-.

—Realmente nos amamos Cage ¿Celoso?

Alza las cejas un poco sorprendido —La verdad no -mira una vez más a Liu Kang quien comenzó a ponerse nervioso- eso deberías preguntárselo a él.

—Kitana, no le hagas caso... -quiso intervenir el de cabello largo-.

—¿El celoso? -ella ignoro a Liu Kang- ¿Por tí? No me hagas reír ¿Que te hace pensar que Liu Kang tiene el más mínimo sentimiento hacia tí?

Johnny se encogió de hombros y mostró sus quemaduras en los brazos, Kenshi y Kitana se quedaron con la boca abierta el descubrir el gran origen de esas marcas, Liu Kang tosió intentando desviar la atención.

—Querida eso no...

—¿¡Pero que te pasa!? -le da un golpe en la cabeza, el contrario se cubre de los golpes que se avecinaban- ¿¡Porque con él!? ¡Maldito!

Johnny aprovecho la distracción para irse junto a su duo, está vez se encontró con la otra princesa quien al verlo salto a los brazos del castaño, él la atrapó cargándola como una novia, el par se pusieron algo celosos por eso.

—Johnny, es bueno verte por aquí -le da un beso en la mejilla- ¿Quienes son ellos? -saca una sonrisa aterradora junto a una lengua larga que la hizo ver diabólica de un segundo a otro-.

—Ellos son mis... guardaespaldas.

Ríe volviendo su boca a la normalidad —Ambos sabemos que no es así, escuché los gemidos en tu habitación, deben ser más que guardaespaldas -les guiña el ojo poniéndolos más nerviosos-.

—Talvez -la deja con cuidado en el suelo-.

—¿Les gustaría tomar el té conmigo? -propuso la mujer con una sonrisa muy... inocente-.

—Claro ¿Gustan? -mira al par quienes aceptan- bien, nada nos encantaría más que acompañarte.

Los cuatro fueron al exterior del palacio, justo a una zona que estaba llena de vegetación, todo con tal de que Mileena tomara sus fiestas de té con una buena vista. Fueron hasta una mesita bajo una sombrilla, Johnny y Mileena se sentaron tranquilamente, Bi Han y Kenshi dudaron un poco al aún sentir líquido por sus piernas, resignados se sentaron recibiendo una taza frente a ellos.

—Me alegra que hayan aceptado -les sirve té a todos en sus tazas- nadie aquí tiene buen gusto a demás de madre.

—Lo se, no todos valen la pena aquí -aseguro Johnny tomando de la taza-.

Kenshi estaba seguro de que se refería a quienes le ayudaban a cumplir su objetivo de dominio, pues solo a visto buena convivencia con Sindel y Mileena. Decidió concentrarse en el té bebiendolo, sabía bastante bien, el sabor le hizo sonreír levemente.