Cuando desperté no podía ver nada... todo era oscuridad y apenas podía moverme. ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? No tenía idea de donde me encontraba pero lo que si sabía es que si de verdad estaba muerta me aseguraría de llegar a Kevin de alguna forma y atormentarlo hasta el final de sus días. ¡Ese maldito! ¡¿Cómo se atrevió a matarme?! ¡Basta! Reacciona Ashley, piensa calmadamente.
De repente empecé a sentir un dolor insoportable, cómo si algo me estuviera aplastando completamente, sentía que mi cuerpo iba a ser triturado en cualquier momento, quería gritar pero ni siquiera eso podía. Cuando por fin paró el dolor sentí como me ponían de cabeza para luego darme un golpe en mis nalguitas. ¡Auch! ¡Eso dolió! A los pocos segundos pude escuchar unas voces, eran dos mujeres por lo que pude reconocer.
"Su hija nació sana señora, felicidades." Dijo una voz alegre.
"Haga silencio, no hay por qué celebrar."
"Pero señora..."
"Y no me diga así por favor que todavía soy joven para que use ese término conmigo. De todas formas gracias por su ayuda ya puede retirarse." Sonaba algo molesta.
"Ah... como quiera señorita, en unas horas podrá levantarse."La verdad no entendí mucho de lo que hablaban, no parecía ser importante después de todo, con algo de esfuerzo traté de abrir mis ojos... pero no lo logré. Esto era algo desesperante podía oír a la mujer hablar pero no podía verla. ¿Estaré muerta o no?
"Bien... ¡¿ahora que hago con esta mocosa?! Ya era suficiente con la otra decepción que tuve de hijo y no pensaba tener más, pero... ¡pero tenías que nacer tú también!" Gritó molesta aquella mujer y siguió así por un largo rato.
Bien, parece que he renacido... Esto ya parece una broma, da igual. Me da igual lo que me diga, no volveré a llorar por estas tonterías, no después de todo lo que viví, esto no es nada.
"Para que tú empieces a trabajar todavía falta mucho." Se quejó mi nueva madre. "¿Qué voy a hacer contigo? ¡¿Cómo conseguiré dinero ahora?! Da igual... supongo que necesitas un nombre. A ver... ya sé, tu nombre será Ume."
Espera, ¿he escuchado mal cierto? ¿Me acaba de llamar Ume? ¿No es ese el nombre de Daki cuando aún era humana? Esto no es posible... no puedo ser cierto... ok ahora sí que tengo que abrir mis malditos ojos de una vez por todas, ya no soporto esto. ¡Ábranse de una vez ojos! ¡¿Por qué es tan difícil?!
"¿Ya volví madre, qué pasa?"
"¿Qué es esa forma de hablarme mocoso?" Dijo molesta mi madre.
"¡¿Acaso no ves lo cansada que estoy?! ¡Acabo de dar a luz idiota!"
"Lo siento madre... ¿cómo te encuentras?"
"Bien... ¡ven rápido! Carga a tu hermana, su nombre es Ume."
"¿Hermana?"
"¡Sí, tu hermana! ¡¿Acaso eres sordo ahora Gyutaro?!"¿Acaba de decir Gyutaro? ¿Y es mi hermano? Entonces... de verdad reencarne en el anime de kimetsu no yaiba, esto no es bueno... no es nada bueno. Si mal no recuerdo cuando Daki aún era humana fue asesinada por un samurai... murió quemada, para luego ser convertida en demonio. Pero yo no quiero ser quemada viva, aunque sé que probablemente no moriré eso no quita todo el dolor que sentiré cuando las llamas me estén consumiendo, ¡da mucho miedo! Y si sobrevivo a aquello, ¡aun así moriré siendo una demonio! ¡¿Por qué a mí?!
De repente sentí como alguien más me cargaba cuidadosamente, y al no escuchar ninguna otra voz en la habitación supuse que era Gyutaro. Después de tantos minutos por fin logré abrir mis ojos y lo primero que vi fue a uno de mis más queridos demonios... Gyutaro. Bueno, era cierto que no era muy guapo pero aún recuerdo todo lo que hizo por Daki y el gran hermano que fue, él también había pasado por mucho. Inconscientemente le regalé una sonrisa y pude ver sus ojos iluminarse por un breve momento.
Luego de eso empecé a ver el entorno a mi alrededor, o al menos hasta dónde alcanzaba mi visión. Gyutaro pareció darse cuenta y me ayudó un poco a ver el lugar que ahora sería mi nuevo hogar. Creo que mejor me acostumbro de una vez a esta... nueva oportunidad que se me ha dado. Saber el futuro es útil después de todo, las cosas no necesariamente deben ser iguales.
Pasaron los meses y Gyutaro era el que verdaderamente cuidaba de mí, mi madre por otro lado nos trataba muy mal. Siempre me gritaba e insultaba como si así se le fueran a solucionar los problemas mientras que a Gyutaro le gritaba, insultaba e incluso golpeaba. Era una mala madre en toda regla.
Gyutaro tenía que salir la mayor parte del tiempo a trabajar, yo no tenía ni idea de cuál era su actual trabajo pero esperaba que no le hicieran daño mientras que "mi madre" era la que lamentablemente tenía que pasar más tiempo conmigo. No se podía evitar, como bebé yo dependía de ella y al menos no me mató de hambre.*Flashback*
"Ume, mi pequeña y linda hermanita" Me dijo Gyutaro mientras me sonreía. "Te quiero mucho en verdad, tú eres alguien muy bella, tan linda, y tan pequeña por ahora... en serio temo que alguien quiera dañarte, pero tranquila que yo te protegeré siempre, pase lo que pase... nunca te voy a dejar. Lo prometo." Gracias Gyutaro. No me equivoqué contigo...
Pasados algunos meses apareció una enfermedad muy contagiosa y mortal en las zonas bajas del Distrito rojo, creo que en parte fue por esta enfermedad que recibí mi nombre pero bueno, "mi madre" fue contagiada por esta enfermedad y "tristemente" falleció. ¡Nah! Eso no me importó para ser sincera. Bueno está bien... Querida madre agradezco la bondad que tuviste al darme a luz y amamantarme todo este tiempo, muy probablemente no fuiste la mejor pero tampoco la peor si te comparo con la que tuve en mi vida pasada, espero que descanses en paz y que en tu próxima vida seas alguien mejor.
Listo... ya le agradecí... asunto resuelto.
Bueno continuando con mi vida, pude notar que a Gyutaro tampoco le afectó realmente la muerte de nuestra madre y siguió como si nada, era muy atento conmigo y por primera vez en mucho tiempo pude saber lo que significaba ser familia, Gyutaro era mi familia.
Luego de la muerte de madre él dejó de trabajar ya que tenía que cuidarme y las pocas veces que se iba volvía casi de inmediato. Siempre volvía con algo de comida para mí, pero no pude evitar preocuparme por él al ver que regresaba con algunos golpes, seguramente había robado la comida y lo habían golpeado por eso. Me entristecía que él tuviera que sufrir todo eso mientras que yo aquí todavía no podía hacer nada.
Aguanta por favor... solo unos pocos años más.
POV GYUTARO:
Ume... desde el primer momento en el que la vi sentí que algo se iluminó en mí, hasta ahora solo vivía por vivir, mamá nunca me quiso, bueno sí, pero me quería muerto, incluso desde antes de nacer. Pero quien puede culparla, doy asco con solo ser visto... todos piensan los mismo, soy solo un monstruo que no merece vivir pero aun así sigo luchando por ello. Cuando la vi por primera vez sentí que mi existencia por fin había cobrado sentido... yo estoy aquí para proteger a Ume. Protegería a mi linda hermanita de quien sea que intentara dañarla. Solo quería que ella sea feliz, que seamos felices. No importa el resto, solo nosotros.
Y así volvió a pasar el tiempo y Ume ya tenía 7 años.
"¡Oni chan mira que hice para ti!" Dije emocionada. "¡Es un dibujo de nosotros juntos!"
"Ume, que lindo dibujas."
"¡Todo es gracias a ti Oni-chan! Sin ti no tendría estos crayones y hojas para dibujar." Sonreí. "¡Gracias!"
"No es nada Ume, tú eres mi pequeña hermanita y haré todo por ti." Me respondió felizmente "Nunca dudes de ello."Hace algunos meses que cumplí 7 años, no hubo muchos cambios diría yo, salvo el que ahora ya puedo hablar. Parece que me acostumbré luego de un tiempo y se sintió natural, aunque aún tenía problemas con la escritura japonesa. De vez en cuando Gyutaro me traía unas revistas y me enseñaba a escribir las palabras que aparecían allí, gracias a él pude aprender poco a poco. Claro que debo seguir practicando. Por ahora lo que más quiero es disfrutar al máximo mi tiempo con Gyutaro. Con mi familia.