Está Prohibido Acosar A La Heroína De La Novela [GL]

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Capítulo 57

Las palabras de Song Muyun dejaron a Jiang Yao aturdida. Incluso después de ser escoltada de vuelta, seguía ensimismada, preguntándose: "¿Me, me gustan las mujeres?".

¡¿Cómo era posible?!

¡Nunca soñó con que le gustaran las mujeres!

Pero han pasado varios años desde esos sueños, ¿por qué no se ha casado todavía?

Si le gustaran los hombres... ya debería estar casada. ¿Por qué no lo ha hecho?

¿Podría ser, podría ser realmente que le gustan las mujeres?

Jiang Yao se volvió sin querer y vio las mejillas de Song Muyun enrojecidas por el viento, lo que hizo que entrara en pánico y se apresurara a marcharse, sólo para ser detenida por su antepasado.

"Jiang Yao."

La llamó suavemente por su nombre, y Jiang Yao se detuvo en seco.

Al cabo de un rato, se volvió, se aclaró la garganta y preguntó: "¿Qué, qué pasa?".

Song Muyun se acercó, la cogió de la mano y le dijo con un deje de queja en la voz: "¿Por qué caminas tan deprisa? No puedo seguirte el ritmo".

Jiang Yao: ...

Quería estar sola en ese momento.

"De acuerdo, entonces te llevaré de vuelta primero".

La joven parecía encantadora y vibrante. Jiang Yao no se sentía a gusto dejándola volver sola; siempre era meticulosa.

"¿Me llevas primero? ¿Tienes algo más que hacer después?".

Jiang Yao hizo una pausa y luego dijo: "Bueno, nada importante, sólo quería sentarme fuera, beber un poco de vino y disfrutar del paisaje."

Al oír esto, Song Muyun se aferró inmediatamente a ella: "Entonces iré contigo, no quiero estar sola".

Jiang Yao dudó al principio al oír esto, pero antes de que dudara por mucho tiempo, la cara de la joven se volvió triste, sus ojos rebosaban de lágrimas, mordiéndose sus finos labios y bajando la cabeza para hablar suavemente, "¿Por qué, no quieres llevarme contigo?".

En cuanto dijo esto, Jiang Yao se rindió inmediatamente: "No, no, no, ¿en qué estás pensando? Claro que quiero llevarte conmigo. Naturalmente, lo haré".

"Hmph, si no quieres llevarme, no tienes que forzarte, sólo dilo".

Cualquier otra persona podría decir que Song Muyun estaba siendo sarcástica, pero los ojos de Jiang Yao brillaron, y ella sinceramente preguntó: "¿En serio?"

Pensando en lo que había dicho Muyun, su mente era un caos, todos sus pensamientos revueltos, ahora quería ir a ordenarlos.

Song Muyun, mirándola fijamente con sus ojos brillantes y redondos, se atragantó y empezó a maldecir a Jiang Yao en su corazón: "¡Cabeza de chorlito, cabeza de chorlito, cabeza de chorlito, también podrías enfurecerme hasta la muerte!".

"¿No me llevas entonces? De todas formas no quería ir contigo".

Song Muyun se enfadó, se dio la vuelta y se fue, dejando sólo una espalda de color rojo vivo.

Por supuesto, Jiang Yao no podía dejarla volver sola y la siguió. La joven le pidió varias veces que se fuera, que no la siguiera, antes de marcharse a regañadientes.

La racionalidad le decía que no era buena hablando y podía haberla enfadado de nuevo; debía perseguirla para apaciguarla. Pero sus pensamientos eran tan confusos que temporalmente no tenía energía para apaciguarla.