♡Décadas De Amor♡

CAPITULO 18

Seokjin

—Oye, ¿tienes un minuto?

Mi padre levanta la vista del montón de papeles que tiene sobre su escritorio. No puedo evitar fijarme en lo mayor que parece últimamente. Las arrugas son más prominentes en su cara, y su pelo es completamente plateado, apenas queda una mota de color marrón. También se mueve un poco más despacio, y me alegra ver que da más pasos hacia atrás en el trabajo manual.

Gruñe y se echa hacia atrás en su silla, que chirría con el desplazamiento de su peso. Me siento en el viejo sillón de cuero gris que tiene enfrente, apoyando los codos en las rodillas.

—¿Qué tal el rancho?

—Bien, como siempre. Este año ha llovido mucho.

—Me alegro de oírlo —digo, cepillando un poco de suciedad de mi pantalón, dudando de mi presencia aquí. Jungkook no estará contento si se entera.

Estoy a dos segundos de abortar mi plan cuando mi padre interviene y aviva mi ira.

—Escúpelo —dice—. No has venido aquí para charlar.

Respiro.

—¿Por qué eres tan duro con Jungkook?

Mi padre ni siquiera parece sorprendido por mi pregunta, lo que me dice que sabe que lo está haciendo.

—Soy duro con todo el mundo.

—No, eres peor con él —le respondo, sentándome en posición vertical—. ¿Es porque es gay?

Nunca me he enfrentado a mi padre directamente, pero siempre he sospechado que su comportamiento tiene que ver con la sexualidad de Jungkook. ¿De qué otra cosa podría quejarse con respecto a Jungkook? No es que ser gay deba ser una razón para que no te guste una persona, pero esto es Plum Valley, donde el pensamiento progresista se mueve a la velocidad de la melaza.

—No es una buena influencia para ti —dice mi padre en respuesta.

—¿En qué sentido? —pregunto, realmente desconcertado.

—Que viva allí contigo. La gente habla, Seokjin. Se preocupan por ti. Por Will.

—¿Qué gente? —Prácticamente exploto—. ¿Tú? ¿A quién más le importa? Me importa un bledo lo que piense la gente. Y lo que es más, ¡no hay nada malo en ser gay!

—¿Todo bien aquí? —pregunta Hawthorne, asomando la cabeza por la esquina de la puerta del despacho.

—No. Papá está soltando una mierda homofóbica, y ya he tenido suficiente.

—Vamos —dice mi padre cuando Hawthorne entra en la habitación—.No es así.

—¿No? Entonces explica por qué tienes un problema con Jungkook viviendo con Will y conmigo. Por qué tienes un problema con él en general y siempre lo has tenido.

Nunca le había gritado a mi padre, pero he llegado a mi límite. Ha estado tratando a Jungkook como basura durante mucho tiempo, y es hora de parar.

—Yo sólo... —Se frota la mano sobre la boca.

—¿Sólo qué? —Le pregunto.

—Sólo quiero lo mejor para ti —dice finalmente, con aspecto triste y repentinamente cansado—. Cuando eras joven, me preocupaba por ti y por ese chico. Siempre habéis estado demasiado unidos.

De repente, tiene un poco más de sentido.

—¿Y te preocupaba, qué, que yo también resultara gay?

No dice nada, se limita a mirar por la ventana la llovizna constante que cae fuera. Triste y cansado, también, me levanto de mi asiento.

—Noticia de última hora, papá. Jungkook es lo mejor para mí. Es el mejor amigo que podría haber pedido. Dio un paso adelante cuando Becca murió, y ayudó a criar a tu nieto. ¿Las cosas que dices y la forma en que lo tratas? Eso no sólo hiere a Jungkook, sino que me hiere a mí, y hiere al niño que lo admira como padre. Si no puedes ser civilizado con él... si tienes un problema con que sea gay, entonces tienes un problema conmigo.