Jungkook
—Dios, eres un espectáculo —dice Seokjin, apartando mi pelo mojado de la cara—. Lo siento —repite, como si fuera necesario decirlo.
—No estoy enfadado —le digo, ahora que me deja decir una palabra.
—¿Qué? —pregunta Seokjin. Está calado hasta los huesos, igual que yo, y me reiría si no estuviera tan encantado con el discurso que acaba de pronunciar.
—¿Qué, pensabas que había venido aquí a revolcarme en mi desamor, como una especie de canción country mala? —pregunto.
Seokjin sólo parece confundido. Le sacudo ligeramente, sintiéndome mareado.
—No estoy enfadado —repito—. He visto un perro.
Me hago a un lado para que Seokjin pueda ver al perro callejero acurrucado cerca del poste. Nos observa con recelo pero no se aleja, lo que me indica que probablemente esté más interesado en calentarse y alimentarse que en tenernos miedo.
Seokjin mira al perro, parpadeando.
—Un perro —dice lentamente.
—Sí, un perro. —Le aprieto los hombros y recorro con mis dedos sus brazos hasta enlazar nuestras manos—. Pero retrocedamos un poco y hablemos de esa gran declaración tuya —digo, mi boca se ensancha en una enorme sonrisa que no hay forma de contener—. Todo eso de que estoy enamorado de ti, Jungkook James Montgomery. Soy un fanático de esa parte.
Seokjin se relaja, dando un paso adelante y apretando mis manos en el espacio que nos separa.
—¿Lo estás? —pregunta con una sonrisa tímida.
—A lo grande. Seokjin, te amo —le digo más seriamente—. Estoy locamente enamorado de ti, y no quiero nada más que ser tuyo, y que tú seas mío, hasta que estemos muertos y enterrados en la tierra.
—Así es —dice Seokjin en torno a un suspiro de alivio, no exactamente una pregunta—. Aunque se puso un poco morboso al final —bromea, rodeando mi cintura con sus brazos.
—¿Qué puedo decir? Me haces tener todo tipo de pensamientos románticos.
Seokjin se ríe.
—Me parece adecuado que sea así —reflexiono—. Intenté despedirme una vez bajo la lluvia, y ahora me dices que no tengo que hacerlo nunca.
Seokjin se queda callado como si estuviera pensando, y puedo ver el momento en que se da cuenta.
—¿Cuándo te fuiste?
Asiento con la cabeza.
Aquella noche de hace tantos años, no muy lejos de donde estamos ahora. Llovía a cántaros, igual que esta noche, y Seokjin se puso delante de mí cuando le dije que tenía que irme.
—¿Fue por mi culpa? —me preguntó suavemente.
—Podemos hablar de eso más tarde —le digo, apretándolo cerca, sin querer soltarlo nunca—. Pero ahora mismo, tenemos que llevar a un extraviado al interior y dirigirnos a una familia de mirones de la ventana.
Seokjin mira por encima de su hombro, observando las caras de su familia, que nos observan a través de la lluvia. Christabell saluda, con una enorme sonrisa en la cara. Will sonríe de oreja a oreja, rebotando sobre las puntas de los pies.
—Muy bien, entonces —dice, dándome un prolongado beso más en los labios antes de bajar los brazos.
De mala gana, me libero de su agarre y vuelvo a agacharme, tendiendo la mano hacia el desaliñado. Es difícil decir mucho sobre él, aparte de que es pequeño, quizá pardo, y no lleva collar ni nada que lo identifique.
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♡Décadas De Amor♡
LosoweMejores amigos. Amor no correspondido. Una historia que abarca décadas. Adaptación hecha al Jinkook, todos los créditos a la autora original.