CAPITULO 14

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Seokjin

Al despertarme, hay un breve momento en el que me entra el pánico. No estoy en mi habitación, la casa está en silencio y el sol casi se ha puesto.

¿Cuánto tiempo he dormido?

Salgo disparado de la cama, tropezando con las sábanas y apenas me recupero antes de darme de bruces con la madera. Me apresuro a ir por el pasillo y encuentro el cuarto de los niños abierto y vacío. Durante un segundo, se me revuelven las tripas, pero entonces recuerdo a Jungkook.

Jungkook está aquí y no dejará que le pase nada a Will.

Los encuentro en la terraza, con la espalda de Will apoyada en el pecho de Jungkook, mientras el hombre más grande observa la puesta de sol sobre las colinas. Cuando la puerta se cierra con un chasquido, mira a su alrededor con una sonrisa en la cara.

Me hace gracia ver a mi mejor amigo y a mi hijo juntos. Se siente bien, como si las dos personas más importantes para mí también lo fueran para el otro.

Becca no está aquí, pero tengo esto.

—¿Por qué me dejaste dormir tanto tiempo? —Pregunto en voz baja, acomodándome a su lado.

—Lo necesitabas.

Sacudo la cabeza. He dormido toda la tarde. Podría haberme despertado antes.

—¿De verdad has echado a mi familia? —Pregunto, recordando lo que pasó antes de que mi cabeza golpeara la almohada.

Jungkook se encoge de hombros.

—Bueno, sí. Les dije que organizarías algunas visitas, pero que necesitabas tiempo para adaptarte. Parecieron entenderlo.

—Gracias —le digo. Jungkook siempre ha sido capaz de decir lo que piensa con más facilidad que yo. Mamá nos educó para ser complacientes y educados, siempre. A mí nunca me ha resultado fácil abandonar esos hábitos. Tal vez debería hacer venir a alguien mañana —digo, pensando en voz alta—. Tengo que conseguir... —Me aclaro la garganta para sacar su nombre—, arreglar los asuntos de Becca.

—Ya está resuelto —dice Jungkook en voz baja. Mis ojos se dirigen a él, y ante mi mirada confusa e inquisitiva, asiente y continúa—. He hablado con Autumn, que se pondrá en contacto con los Thompson. Ellos se encargarán del servicio, de elegir todo. Le dije que insistirías en pagar, así que te harán una factura.

—Jungkook —digo, sin palabras.

—Y la tía Perla se encargará de la recepción. La tendremos aquí, por supuesto, pero ella se ofreció a encargarse de la comida. Y ya sabes, con lo que probablemente venga todo Plum Valley, habrá mucha cazuela. —Jungkook finalmente hace una pausa, mirándome—. Si es demasiado, sólo di la palabra. Puedo llamar a todo el mundo.

—No —respondo rápidamente, sacudiendo la cabeza para despejar las lágrimas que puedo sentir que amenazan con escapar—. No, gracias.

—Mhm —tararea Jungkook, y eso es todo, mi mejor amigo cuidando de mí, como siempre lo ha hecho.

Después de entrar y cenar, Will se queda dormido en la cuna portátil y Jungkook se deja caer en el sofá.

—Deberías dormir un poco —le digo.

—En un rato —dice, cambiando de canal con el volumen bajo.

Me siento a su lado y nuestras piernas chocan. Es tan normal que podría llorar. Pero, he estado haciendo mucho de eso últimamente.

—La barba ha desaparecido —comento. La barba más larga que tenía en la boda se ha vuelto a afeitar.

—Sí —responde, frotándose la mandíbula—. Nunca me gustó mucho esa cosa.

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