Capitulo 29

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Narra Sam:

*¡Maldito gilipollas!*. La voz de Drake llega a mi mente, apareció el infeliz.

-¡Drake, hasta que te diganas a aparecer!-. mantengo un diálogo con mi lobo, al cual extrañé, pero eso jamás lo voy a reconocer.

*¡Hasta que tú aceptaste a nuestra hembra!. Ahora exijo ver a su loba.*

- La verás cuando regresemos de luchar contra los chupasangre, ella está ansiosa por verte.-

*¡Y debemos marcarlas, quiero que la marquemos mientras la follamos!*

- ¡Tenlo por seguro!- marcarla mientras me follo ese coño es algo que anhelo hacer desde que la conocí.

—¡Sam!. ¿Estás aquí?.— la voz de mi sexy Luna llega a mi, la veo aparecer con su ropa deportiva, aquella ropa que es mi puta perdición.

—¡ Aquí estoy Luna!.— camino hasta ella, viéndo como en su hermoso rostro se dibuja una sonrisa, ella es perfecta.

—¿ Estás listo?. Debemos ir hasta las coordenadas que dejo Kerr.— la tomo de su cintura, para luego hundir mi nariz en su cuello, su aroma mezclado con el mío es una maravilla.

—¡Vamos, arranquemos cabezas y regresemos con urgencia!. Deseo cogerte y marcarte como mía.— beso sus labios carnosos y rojos, deseando arrancarle está ropa del demonio y follarla. —¡Eres mi fuerza, eres mi amor!.— el brillo de sus ojos al recibir mis palabras me hacen sentir un maldito afortunado y llenarme de reproche por no haberla tomado antes.

(****)

Sam y Liz llegaban al área donde se estaba forjando aquella batalla, estaban ocultos entre los arbustos observando fijamente al rey, que estaba rodeado por un grupo de vampiros.

Kerr luchaba a la par de los lobos, siendo uno más de ellos, vieron a la mujer que habían cautivado, luchando juntos a ellos.

—¿Porqué ella está aquí?.— quiso saber la pelirroja, sabía que aquella mujer fue quien la atacó en el bosque, por lo que verla ahí la sorprendió.

—Es la prometida de tu amiguito, aparentemente pensó que tú le hacias algún daño a su chupasangre.— el tono de desagrado de Sam era muy notorio, si bien él ya había entendido que su Luna y aquel chupasangre eran solo amigos, a él le molestaba que cualquier masculino estuviera tan cerca de su mujer.

— Haré un sonido clave que Kerr y yo tenemos, él sabrá que estamos aquí.—

— ¿Y para que el necesita saber que estamos aquí?. Yo soy el líder de los hombres con los que él está luchando.— Liz puso los ojos en blanco, ni en medio de una pelea él iba a dejar de ser tan imbécil.

—¡Por la sencilla razón de que es él quien debe matar al Rey, para recuperar su trono!.— Sam, estaba ciego por la rabia que sentía al ser atacado por un vampiro, deseaba él terminar con la vida de aquel maldito, pero su Luna tenía razón. ¡Si! Aunque le costará debía aceptar que tener a su compañera no era sinónimo de debilidad y mucho menos al tener una hembra como su pelirroja. Que siempre sabía perfectamente que se debía hacer y en qué momento actuar.

— Comprendo, haz el puto sonido, necesito con urgencia matar a unos chupasangres.—

Liz comenzó a hacer el sonido, deseando que su amigo comprendiera que ella estaba ahí, que iban a derribar al maldito que destruyó a su familia.

Kerr miró en varias direcciones hasta que localizó a la pelirroja, siguió luchando mientras se dirigía a la dirección donde ella estaba.

—¿Liz, que haces aquí?.— los ojos oscuros del vampiro solo miraban a su amiga, él no quería que pusiera su vida en peligro.

— ¡Vengo a apoyar a mi hermano!.— ella lo abrazo un instante, bajo la atenta mirada de Sam que salían chispas. —Tengo un plan.— dijo una vez que se aparto del pálido, comenzando así a narrar su plan, los dos hombres la miraban y escuchaban atentamente, mientras de fondo escuchaban los cuerpos chocar, los gritos de la guerra. Los lobos estaban ganando, fue lo que Kerr informó, que ningun integrante había muerto y eso causo satisfacción en el Alpha, él sabía que sus guerreros eran fuertes, en la guerra con las brujas no había perdido a ninguno de sus hombres y ahora sabía que pasaría lo mismo.

— Sabemos que si matamos al Rey ellos dejarán de luchar y muchos quizás se rindan ante tí, también está la posibilidad de que se marchen temiendo por sus vidas.— los dos hombres asintieron con su cabeza y pusieron en marcha el plan que tenía la pelirroja.

Caminaron por las orillas del terreno, el bosque estaba manchado de sangre, Sam miró a Paul, su hombre de plena confianza. Cuando sus miradas se cruzaron aquel hombre comprendió parte del plan que tenían, logro organizar un grupo de hombres para el apoyó que iban a necesitar para terminar con aquella batalla.

Kerr camino seguro, con paso firme, llegando a las espaldas del rey Aleister sigilosamente, atacando en el momento exacto cuando los hombres que lo custodiaban fueron atacados por Liz, Sam y el grupo de lobos que había reunido Paul.

Drake después de tanto tiempo tomó el control, atacando a los vampiros, mientras Liz había decidido luchar en su forma humana con sus katanas.

La guerra de poder se desataba derramando sangre, el Alpha y su Luna luchaban cuerpo a cuerpo con sus enemigos, arrancando cabezas, terminando con la vida de aquellos seres, el crujir de los huesos, la sangre salpicando sus cuerpos, aquello era lo que tanto le fascinaba a Sam, arrancar la cabeza de sus enemigos y que su cuerpo se manchara con esa sangre maldita, para tener la certeza de que había terminado con esa vida.

Los vampiros eran cada vez menos, solo quedaba la violenta lucha entre el Rey estafador y el verdadero Rey el cual era Kerr. Quien en un movimiento sumamente calculado voló por encima de Aleister, cayendo de piel al otro extremo, viendo desde la distancia como el cuerpo decapitado caía al suelo y se hacía polvo.

—¡Viva el Rey Kerr!.— exclamó uno de los vampiros, cayendo rendido ante él, quien sonrió mirando a su amiga, quien habia cumplido su promesa, estar siempre para él. Había recuperado su Reino gracias a una loba, a su amiga y hermana. 



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