CAPÍTULO 1

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El aire era pesado, un pitido proveniente de una máquina mantenía las esperanzas vivas de un padre que solo deseaba volver a ver la sonrisa de su hijo. En sus labios se dibujaban pequeñas grietas, anunciando una posible deshidratación, llevaba llorando un par de horas. Su única familia se encontraba sobre una cama, conectado mediante tubos a un respirador que le mantenía con vida. Las oraciones se escuchaban en pequeños susurros, era casi tan silencioso que cualquier movimiento por parte del chico podría ser perceptible. La perilla de la puerta giró, en medio del silencio, y tras abrirse ingresó un hombre vestido completamente de blanco, con un sujetapapeles en la mano, hizo una pequeña reverencia y se dirigió al hombre quien ya se estaba poniendo de pie, por fin recibiría noticias del estado de salud de su hijo Zhanghao.

¿Cuál es el pronóstico, Doctor? ¿Se va a recuperar mi hijo? –la preocupación le hizo tragar saliva, poca, ya que no había bebido agua en muchas horas.

–Lamento informarle que debido al choque su hijo tuvo un fuerte impacto en la cabeza, lo que provocó un derrame cerebral, su hijo no podrá vivir si no es con respirador hasta que encontremos una manera de operarlo y poder restaurar la zona dañada...–aquellas palabras golpearon directamente el corazón de aquel hombre, haciéndole caer de rodillas perdiendo toda la fuerza en sus piernas.

–¿Derrame cerebral? ¿Eso acaso tiene alguna cura? No puedo perder a la única persona que tengo en mi vida, Doctor. Haga lo que sea necesario, el dinero no importa, traiga a los mejores especialistas del mundo...–la desesperación del padre era casi palpable, su posición económica le permitía hacer lo que le estaba pidiendo a aquel Doctor, el problema no era el dinero, más bien la disponibilidad de los mencionados.

–Haremos todo lo posible para que su hijo se recupere, se lo prometo. –le extendió la mano para que se levantara, una vez lo hizo, el Doctor llamó a una enfermera. –Ella le indicará que es lo siguiente con lo que procederemos, un par de estudios más, pero antes debe comer y beber algo, no puede solo estar aquí, esperando que su hijo despierte.

Era verdad, debía alimentarse para poder estar sano y fuerte para ayudar a Zhanghao a recuperarse, salió de la habitación. No se quedaría de brazos cruzados, buscaría alguna solución para recuperar a su hijo. No importaba cuantos recursos gastase para lograrlo, la vida de su hijo era más valiosa.

DOS AÑOS DESPUÉS

"¡Por fin tenemos con nosotros el nuevo asistente virtual que revolucionará nuestra forma de vivir! ¿Cansado de olvidar las actividades que debes realizar en el día, la siguiente semana o en un mes? ¿Te gustaría saber qué cocinar y dónde encontrar todos los ingredientes? ¿Problemas con la tarea? ¿Siempre has soñado con una casa inteligente? La solución la tenemos en Yuehua Electronics, nuestro nuevo asistente virtual podrá ayudarte con esas tareas diarias, llévalo contigo a cualquier lugar a donde vayas, solo abre la aplicación y listo, reconocerá solo tu voz, así que despreocúpate de que otros lo usen. Con ustedes, el asistente virtual..."

La pantalla se tornó negra de un segundo a otro, generando así un silencio en todo el departamento, el control remoto fue lanzado al sofá, Hanbin se colocó la mochila en la espalda, se le hacía tarde para la Universidad, debía llegar temprano o de lo contrario no le dejarían entrar. Siendo el presidente de la clase, el ejemplo de puntualidad lo debía dar él a sus demás compañeros.

–¿Asistente virtual? Las IAs pronto nos van a dominar y nosotros seremos los culpables de eso, cavaremos nuestra propia tumba.

Se encontraba solo en el departamento, pero hablar consigo mismo era uno de sus pasatiempos, inconscientes, que Hanbin poseía. Cualquiera diría que estaba mal de la cabeza, él ni siquiera lo veía raro, dado que no se percataba de ello. Se acercó a la puerta, se inclinó un poco solo para colocarse los tenis y no caer en el intento, salió de su departamento y cerró la puerta detrás de él con un fuerte azote. Bajó las escaleras del edificio, el estacionamiento de bicicletas se encontraba a un costado, solo basto poner el código para que la cadena se abriera y de ese modo poder acomodarla para subirse a esta y dirigirse a la Universidad. Eran los 10 minutos que más disfrutaba del día, el aire golpeaba su rostro y el paisaje del camino era bastante hermoso, independientemente de la estación del año. Además, era el momento en que su mente se despejaba de la vida Universitaria, teniendo un momento para estar con sus pensamientos. Aunque ese día algo llamaba su atención más que el hermoso verde de los árboles, era la propaganda de aquel nuevo asistente virtual. Estaba por todos lados, ese día era la fecha de lanzamiento y todos estaban vueltos locos.

Llave BinarIA - HaoBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora