Llave BinarIA - HaoBin

CAPÍTULO 12

Matthew y Jiwoong habían confirmado su relación días después de la confesión en el auto del mayor y que pasaran la noche juntos después de haber hecho el amor. Todos estaban felices, Ricky y Gyuvin cada vez eran más dulces el uno con el otro y ciertamente, Hanbin comenzaba a sentirse aislado por las dos parejas. Si bien, convivía con Zhanghao, no era lo mismo. Las vacaciones habían llegado y nadie decidió salir de paseo con sus familiares, se quedarían y reunirían todos los días en el departamento de Hanbin para ayudar a Zhanghao. Sin embargo, por las mañanas solo estaban él y Zhanghao.

–¿Qué es lo que más extrañas de tener cuerpo humano? –preguntó el chico Hamster, como le había bautizado Zhanghao, mientras comía un poco de cereal de miel con leche y algo de fruta. La pantalla del televisor estaba de fondo en alguna caricatura.

–Sin duda alguna, comer y tal vez...masturbarme. –aquella respuesta hizo que Hanbin escupiera un poco de su cereal pues para nada se la esperaba. Sobre todo, después de lo sucedido días atrás y de lo cual no habían hablado absolutamente nada. Zhanghao solo soltó una pequeña risa.

–Bueno, te comprendo...–respondió mientras se limpiaba sus labios con una servilleta y después la mesa que estaba llena de leche y cereal.

–Cada que comen pizza, se me antoja comer una rebanada, sim embargo, no recuerdo muy bien el sabor y el aroma, y aun así, quiero comerla. –aquellas palabras hicieron que Hanbin se motivara aún más para ayudar a Zhanghao.

–Pronto la comerás con nosotros, ya verás. –las palabras del pelinegro eran sinceras, quería que este lo notara.

–Eso espero, Hamster...–Hanbin se sintió avergonzado, solo en la intimidad le decía así.

–Voy a hacer todo lo posible, bebé. –era la primera vez que le llamaba de esa manera y es que Hanbin comenzaba a sentir algo por Zhanghao, después de su encuentro sexual. Si es que se le podía llamar de esa manera. La voz dulce del menor le relajaba y hacía sentir demasiado cómodo.

–¿Bebé? ¿Ahora soy tu bebé? –la voz de Hao había cambiado a una más tímida, no la clásica juguetona.

–Lo eres, Aunque suena a algo que le diría Gyuvin a Ricky, o peor aún, Jiwoong a Matthew. No te diré así.

–Pero me gusta, quiero ser tu bebé. –Hanbin sonrió de forma amplia.

–Entonces de hoy en adelante lo serás, mi bebé. –De alguna manera, Hanbin y Hao, estaban confesándose lo que sentían por el otro, pero sin usar esas palabras cliché. Hanbin continuó desayunando, Zhanghao le veía y sin duda era el Hamster más bello del mundo.

Gyuvin y Ricky, quienes para esas instancias eran inseparables, llegaron juntos al departamento de Hanbin, después de pasar una noche juntos. Por su parte, Jiwoong y Matt aún no llegaban y por recomendación de Zhanghao, les pidió que le sacaran de la habitación si es que planeaban hacerlo de nuevo. Curiosamente, desde la noche Hao estaba en su caja, bajó el sofá de la sala.

–Aún no me sacan de la caja, seguro están teniendo sexo otra vez. –los tres chicos se voltearon a ver, riendo al unísono y es que se sorprendían de lo sexuales que eran aquel par.

–Hay que dejarlos disfrutar, por lo que sé, Jiwoong la tiene grande...–confesó Gyuvin para después ser golpeado por Ricky en el hombro.

–Dejemos de hablar de los penes de nuestros amigos, por favor. –respondió el dueño del departamento para después mirar a Hao, pensaba en cómo sería estar con él en persona y entonces una leve erección se hizo presente.

–Pues parece que a ti también te gusta hablar de eso. –Ricky señaló la entrepierna de Hanbin y este se cubrió con un cojín, todos rieron nuevamente. Las risas fueron interrumpidas cuando Zhanghao dijo algo.