Zhanghao estuvo conviviendo con los chicos por algunos días, deseaba conocerlos más a fondo, si no recuperaba la memoria, al menos esperaba crear lazos nuevamente con ellos, de verdad que le agrada demasiado su compañía. Al siguiente día, debían volver a Seúl, todo parecía indicar que los padres de Ricky no iban a gastar más en darle vacaciones a todos sus amigos. Zhanghao les dijo que no había problema en que se fueran, él los visitaría muy seguido. Su padre, quien aún no conocía de la historia de ciencia ficción que había vivido su hijo, le permitía salir con Jiwoong y sus amigos, esperaba que eso le ayudara un poco con todo lo sucedido.
–¿Qué les parece si hago una fiesta en mi casa? Para despedirnos –comentó Zhanghao, quien estaba aparentando, pues le había pedido a su padre mudarse a Seúl, de esa manera podría seguir estudiando y claramente este no se había negado.
–¡Suena genial! ¿Preparamos algo? –preguntó Gyuvin emocionado.
–No es necesario, le diré a mis empleados que preparen todo, ustedes solo vayan a mi casa por la tarde y todo estará listo. –respondió Zhanghao y todos pensaron que sonaba igual que Ricky, quizás era algo de chinos el ser muy rico y poder hacer ese tipo de cosas en cuestión de horas y sin sudar un poco.
–Pensé que Ricky presumía su riqueza, pero estás a otro nivel. –respondió Matthew, entonces todos rieron. Zhanghao se retiró, mientras los demás comenzaban a arreglarse para la fiesta.
Las horas transcurrieron cómo minutos, todos estaban emocionados de ver lo que Zhanghao había preparado. Su casa era enorme, lo sabían porque ya habían estado ahí antes. Sin embargo, no se imaginaban que había una zona especial para fiestas, un enorme salón, con un sistema de sonido increíble, luces por todos lados, una mesa con un banquete, todo parecía de ensueño.
–¡Increíble! –mencionó Ricky, maravillado con todo lo que se encontraba en ese lugar, los demás lo vieron confundidos, si el rubio estaba así de sorprendido, significaba que ni a él se le había ocurrido tal idea.
–Es solo un salón para fiestas, pero vengan, hay que festejar. –la música comenzó a sonar, de inmediato se pusieron a bailar, realmente querían disfrutar de su último día ahí. Los bailes se hicieron en pareja, mientas que Zhanghao, Ollie y Hanbin, bailaban juntos, al ser los solteros del lugar.
La noche caía y ellos disfrutaban de las bebidas, la música y la comida, pero Zhanghao se sentía triste, por más que lo intentaba, no encajaba y se alejó un poco de ellos para descansar. Hanbin, quien había notado aquello, se le acercó
–¿Te encuentras bien? –preguntó bastante preocupado.
–Sí, aunque me siento triste, ¿sabes? Todos son increíbles, me caen muy bien, pero siento que sigo sin encajar. –respondió, con dejo de tristeza en sus palabras. Melancolía, tal vez.
–Es normal, aunque, tampoco es que todos seamos amigos de hace años, apenas y nos conocemos también. Lo importante, es que estamos juntos. –Hanbin tomó la mano de Zhanghao, quien se sorprendió un poco por tal atrevimiento, ¿es que acaso eran más cercanos de lo que pensaba?
–Tienes razón, ¿puedes acompañarme a mi habitación? Les compré algunos regalos y los dejé allá. –preguntó el chino, por su parte el chico Hamster asintió en repetidas ocasiones, para después levantarse de donde estaba sentado y seguir a Zhanghao. Luego de subir escaleras y recorrer largos pasillos, o al menos eso le parecían a Hanbin, llegaron a la habitación de Zhanghao.
–¿Cuáles son los regalos? –preguntó al no ver ninguna caja o bolsa a la vista.
–Están en mi closet, iré por ellos. –entonces el chino fue hasta el mencionado, para así comenzar a sacar algunas cajas decoradas con papel de regalo, las acercó a Hanbin, eran cinco en total.
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Llave BinarIA - HaoBin
FanfictionZhanghao, un chico común y corriente tiene un accidente, provocándole un derrame cerebral que lo deja en coma, un padre desesperado, capaz de hacer cualquier cosa por su hijo, llegando a hacer lo inimaginable. Sung Hanbin, huyendo de su pasado, lle...