[Decir la noticia y la verdad]

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¡¡¿CÓMO SE LO DIRÉ A HOB?!!

La voz aterrada de Sueño retumbó en el palacio, llamando la atención del personal. Mervyn, Lucienne y Matthew estaban afuera del salón del trono escuchando el escándalo y (secretamente) apostando. Aparentemente, Matthew había ganado la apuesta.

—Él va a entenderlo, no será capaz de dejarte solo en esto. —Muerte responde en un tono pacifico, tranquilizando el drama de Sueño.

Muerte, esto es más grave. ¡No será sencillo decírselo! —dice, mientras toma su vientre y aprieta su mandíbula. —Aun no estoy seguro de tener a este no nacido y ni siquiera sé si Hob lo querrá.

—No lo sabrás si no se lo dices, hermanito. —tomó su mejilla con cariño.

Tengo miedo, hermana. —aprieta sus labios y trata de no lagrimear otra vez.

Muerte le da un abrazo, haciendo que Sueño apoye su frente en su hombro. —No estás solo, te apoyaré en todo. Lo prometo.

Siguieron estando abrazados, manteniendo su momento de hermanos, hasta que alguien inesperado los interrumpe.

—Parece que llegué de manera inoportuna. ¿Debería retirarme? —ambos hermanos Eternos se separan y reaccionan, uno con miedo y la otra con nervios.

Era Hob.

Ho... hola, Hob. —comenzó a hablar Morfeo.

—De hecho, Hob, íbamos a verte. Pero ya que estás aquí, nos hiciste las cosas más fáciles. —Muerte responde, tomando la mano de su hermano y guiándolo hacia la de Hob, para que sus dedos se entrelazaran. —Mi hermanito presente necesita decirte algo, mientras yo lidiaré un asunto con otra persona. Te deseo suerte, Sueño. —le da un besito en su mejilla, y sin más (sin notar que su hermano la miraba con una expresión de alguien que se mostraba traicionado) se retiró a su reino.

Mentirosa. —molesto mira por donde su hermana decidió marcharse.

Hob, aún confundido, hace un cambio de dirección visual entre donde miraba su pareja y su mano entrelazada.

— ¿Quieres confesarme algo, amor? —pregunto amablemente el inmortal.

Aquello deja a Morfeo indefenso, temiendo la cantidad de escenarios que pudieran ocurrir si Hob decidiera dejarlo u odiarlo. Sin embargo, aceptó el consejo de Muerte, no lo sabría si no se lo dijera.

Necesito mostrarte algo, Hob. —se sonrojó, llevando su mano entrelazada a sus labios. —En mis aposentos.

Hob, sorprendido y sonrojado, permite que su pareja lo guie a su habitación. Entendería si su amado quisiera un lugar más privado.

[💛💛💛]

Ya estando en la habitación de su pareja, sentado en su cama digna de un rey, Hob espera nervioso e impaciente por lo que le mostrará su novio Eterno. Se había sentado justo en medio de la cama en la parte lateral derecha, mientras tamborileaba sus dedos en su rodilla.

Antes de llegar hacia el momento de los Hermanos (que lamentablemente se vio obligado a interrumpir), Hob había tenido un día particularmente agotador. Sin excluir sus rutinarias clases, Gadling había decidido que era buena idea darles un descanso a los meseros del pub para poder darles un agradecimiento por su empeño. Darles un pequeño banquete como recompensa fue algo que no se esperaban para nada de su parte y aun así le agradecieron de todo corazón.

El pequeño banquete fue bien, hasta el momento en el que terminó. Humildemente, Hob se había ofrecido a recoger él solo los trastes sucios del banquete para que se pudieran retirar a descansar. Por razones bastante obvias, aquello lo dejó físicamente agotado.

💛[Un Amanecer Eterno]💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora