[Cuando la disculpa y el perdón no llegan]

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Sueño se encontraba reconstruyendo su pesadilla que fue interrumpida por los acontecimientos ocurridos antes de la llegada de Dawn. Se dispuso a continuarla, luego de alimentarla y dormirla en su habitación, para que Hob pudiera continuar con su trabajo pendiente en la Vigilia y que sus demás súbditos pudieran continuar con sus deberes. Aparte de que atendió la inesperada pero corta y cálida visita de la musa de la inspiración y su exesposa, Calíope.

Luego de limar asperezas tras la partida trágica de Orfeo y la liberación de ella de su carcelero Richard Madoc, ninguno de los dos tenían rencores que guardar. Siendo para Sueño, la primera ex pareja que podía ser una persona de confianza para Dawn. De las demás ex-amantes, tendría que esperar después.

Ahora, en un dilema sobre qué función ponerle a su nueva "pesadilla" (esto debido a que, a ojos y comentarios de su cuervo, tenía mucho parecido con un sueño), buscaba encontrar algo que le diera una idea para su nueva creación.

Mientras ocurría eso, rebuscaba entre sus muchas ideas descartadas alguna que le brindara alguna pista. Hasta que no pudo evitar toparse con un pequeño cráneo entre sus estantes, que instintivamente tomó con su mano y contempló. Y su rostro, anteriormente concentrado, se llenó de profunda decepción.

Era el cráneo del Corintio, aquella primera pesadilla que lo decepcionó enormemente.

No pudo evitar volver a colocarla rápidamente en su lugar, aún no se había recuperado de la traición y de cómo se había visto obligado a deshacerlo como castigo.

"Sólo me duele no estar aquí para ver a Rose Walker hacerte lo mismo a ti". Son las mismas palabras de odio y rencor que le dio aquella pesadilla que una vez lo admiró.

No pudo continuar con su creación, porque nuevamente su mente estaba en otra parte.

Molesto consigo mismo por no poder continuar con su trabajo, vuelve a su sala del trono para distraerse con lo que le ayudase a conseguir su concentración. Deambula cerca de las enormes vidrieras que conformaban sus ventanales con vista directa de la Ensoñación. Mira la distancia, con intención de encontrar la inspiración perdida.

Hasta que sintió una especie de calor desde su pecho, aquel pequeño toque de calor le dio una sensación de un abrazo, uno muy desesperado.

Instintivamente, hizo que su palacio le mostrara el camino más corto a su cámara de los sigilos. Algo le decía que uno de sus hermanos le trataba de llamar. Muerte casi nunca toca su sigilo para llamarlo hasta que nació Dawn, Destino sólo lo hacía por si estaba o iba a ser algo estúpido, Delirio casi siempre no avisaba que llegaba a visitarlo hasta que sentía su reino llenarse de colores vivos, Desespero últimamente le avisaba y como regla le contestaba; y El Pródigo, bueno, desde que se marchó no ha sabido nada de él.

Así que sólo le quedaba un hermano, y eso se lo confirmó el sigilo de corazón que tenía un extraño color azul a diferencia de su rojo casi parecido al de su antiguo rubí. Era Deseo.

Sueño no quería tomarlo, pero algo en su interior le indicaba que debía hacerlo. No iba a dejar pasar el hecho de que Deseo les debía una disculpa por esa broma ni por el hecho de que se fue sin siquiera despedirse o siquiera permitirse escuchar sus agradecimiento.

Te prometo que no volveré a interferir en tu vida y te aseguro que, tras esto, no me verás más.

Espero que algún día puedas perdonarme.

Con su corazón algo pesado, toma el sigilo de su hermano. Sigue con ese mismo tono azulado, algo que lo sorprende.

No tenía la valentía ni las agallas para hablar con ellos (no sabían si seguían enojados o de plano con el orgullo ya herido), solamente acarició el corazón con sus dedos y le dio un suave beso en su centro.

Completamente inmerso en su situación actual, colocó cuidadosamente el corazón de cristal en su lugar. Y sin vacilar ni mirar atrás, caminó de vuelta a su salón del trono, con tal de desahogarse y no sentirse tan miserable como lo estaba justo ahora que recién se dio cuenta de que ha estado derramando lagrimas luego de sostener el corazón de Deseo.

 Fue apenas que llegó al cuarto del trono que vio a su amado humano con su princesa en brazos. Hizo todos los intentos posibles para que no lo viera llorar, sabiendo que era imposible. Hob apenas lo notó y sin preguntar, con su niña en brazos, fue a abrazarlo y a consolarlo.

No sabían si eran por las hormonas del postparto o porque Deseo no les ha dirigido la palabra.

[💛💛💛]

Deseo abrazaba fervientemente el yelmo de su hermano, ya con los ojos rojos de haber causado una inundación por sus lágrimas. Afortunadamente para ellos, no se encontraban maquillados de los ojos o se verían increíblemente patéticos con la sombra o el rímel corrido como cascada contaminada.

Sabía que la amenaza de Noche no iba a pasar desapercibida. Ya tenía la decisión tomada, no permitiría que ella le tocara un cabello ni a sus hermanos, ni a su gemela y ni siquiera a la niña.

Esa niña. Producto del amor de su hermano con el humano y potencializado por su travesura con intenciones severas de casi homicidio.

No pudo conocerla del todo, sólo ver su hermosa piel aporcelanada casi idéntica a la de su hermano y el cabello castaño heredado de su padre humano. Y sinceramente, no se sentía del todo merecedor de ser parte de su circulo cercano ni siquiera ser llamado su tío (o tía).

Sonaba más prudente alejarse de ellos que volver a provocar otro daño más por su culpa.

Con el dolor de su corazón, vuelve a colocar el yelmo en su lugar y se limpia las lagrimas se rostro. Honestamente ya era cansado por el simple hecho de estarlas limpiando por el llanto constante que sentía.

Se vistió con lo más simple y elegante que tenía, no iba a vestirse de manera estrafalaria como lo hacía antes tanto por su humor como por la situación en la que estaba. Sabía a donde tenía que ir para encontrarse con ella y hacer lo que ella quería hacer.

Si algo iba a hacer bien, era ser un sacrificio perfecto para salvar a sus hermanos y sobrina de ella.

De esa representación antropomórfica a la que se veían obligados a llamar "MADRE".

💛[Un Amanecer Eterno]💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora