De verdades y descubrimientos

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Mihawk se retiró del barco como un fantasma, sin hacer ruido, sin que nadie lo viera. Se llevó la capa de Garp porque se rehusaba a utilizar el uniforme estúpido de la Marina. Los cadetes se dieron cuenta quizás unas 2 horas después y solamente porque no vieron a Hitsugibune amarrado al barco, inmediatamente corrieron a avisarle al vicealmirante en caso de que éste se hubiese desatado por x o y razón y el pelinegro realmente si siguiera abordo, estaban temerosos de que eso fuera una realidad porque se enfrentarían a la furia del espadachín. Afortunadamente Garp rió y les tranquilizó diciendo que se había ido hace tiempo pero también los regañó debido a que no podían pasar ese tipo de cosas desapercibidas de esa manera.

Mihawk llegó a su isla 3 días después. Su barco iba totalmente lleno de provisiones, supuso que el mayor así lo ordenó, le daría las gracias la próxima vez que lo viera o quizás no, ya se había visto demasiado vulnerable ante él y no podía seguir avergonzadose más.

Durante el viaje, instintivamente sacó la vivre card de Shanks, estaba tentado a ir al Red Force para verlo pero la última vez resultó una mierda que le originó un ataque de pánico demasiado fuerte. No tenía la fuerza para volver a enfrentarse a él, para discutir, para pelear y gritarse cosas hirientes de nuevo, se encontraba en su límite y decidió que lo mejor sería tomarse un descanso de todos, al menos en su isla nadie lo podría molestar, tendría todos los libros que quisiera y también todo el vino que pudiera beber, tendría sus plantas y cosechas, estaría en paz.

Llegar al castillo solitario se sintió terriblemente extraño... ojos de halcón siempre había disfrutado de su soledad, es más, le encantaba, pero ahora era diferente... una cosa era estar solo y disfrutarlo y otra muy diferente era sentirse solo y tener ese nudo opresor en el pecho, el espadachín estaba sintiendo lo segundo y no sabía el por qué.

Se dijo a sí mismo que era simplemente por haber estado tanto tiempo lejos, por estar cansado mental y físicamente pero que con un par de horas que estuviera en casa volvería a sentirse bien de nuevo.

Se fue a su habitación y después de estar dando vueltas en la cama se pudo quedar dormido. No supo si fue el cansancio, que su cuerpo realmente estaba pidiendo a gritos que descansara pero pudo dormir corridamente 6 horas sin tener ninguna pesadilla, cuando despertó volvía a sentirse fresco como una lechuga respecto a energías pero tan solo y miserable animicamente.

Bajó hacia la cocina para prepararse algo de comer y se encontró a sí mismo observando por la ventana durante un período prolongado de tiempo, ni siquiera había tocado su comida por estar con la mirada en dirección a la costa. Se maldijo internamente sabiendo que lo hacía con la única intención de esperar que Shanks apareciera entre los altos árboles que rodeaban el castillo.

Volvió a sacar la vivre card del pelirrojo poniéndola sobre la mesa y observando cómo está se movía, contrario a lo que pensaba y esperaba, se alejaba de él. Suspiró resignado, prometiéndose que él no iría con el pirata, no había motivo ni razón para que él fuera en su búsqueda, era Shanks quién se equivocó y tenía que disculparse de buena manera, no sólo una disculpa a medias y que realmente no valía.

Pasaron los días y la única interacción que tuvo con el mundo exterior fue el ave mensajera que pasó entregando los periódicos. Al abrir las hojas Mihawk quedó sorprendido: Su rostro se mostraba en primera plana, salpicado de sangre y con esa sonrisa sádica que le caracterizaba solamente cuando perdía el control. Algún reportero debió estar en el bar donde atacó a los piratas y tomó la fotografía, haciendo alarde de que él era la nueva adquisición de la Marina, el temido y mejor espadachín del mundo, ojos de halcón.

Arrugó el periódico con molestia y lo lanzó hacia el amplio patio, no le interesaba leer más, le habían arruinado la tarde con esa simple nota.

Mihawk se observó frente al espejo que tenía en su habitación: Era guapo, demasiado serio, si, pero guapo. Tenía un cuerpo trabajado por el paso de los años y no podía encontrar algo que estuviera mal en él como para sentirse tan jodidamente mal. Si ojos de halcón del presente hablara con ojos de halcón del pasado éste último se llevaría una gran desilusión porque estaba permitiendo que un pelirrojo determinara el rumbo de su vida y de sus emociones solamente por su asistencia .

RivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora