Sinceridad

296 19 24
                                    

Mihawk se despertó demasiado temprano, el sol todavía no había salido y a su lado dormía Shanks totalmente desnudo, apenas si cubierto por una fina manta blanca. El pelirrojo tenía los mechones sobre su cabello, la boca entreabierta dejando escapar pequeños ronquidos. Ahora más a detalle, el pelinegro podía apreciar que había unas ojeras bajo sus ojos cerrados, posiblemente no estaba durmiendo adecuadamente.

La mano del espadachín acomodó los cabellos y posteriormente se levantó suavemente de la cama para no hacer ningún ruido. Buscó a oscuras su ropa y salió de la habitación dando una última vista a Shanks quien no se percató de absolutamente nada.

Mihawk saltó del barco y caminó por la isla en dirección a la zona este donde había dejado a Hitsugibune. Había demasiados piratas regados por todos lados, entendió que posiblemente decidieron quedarse ahí o simplemente fue una orden de Benn para que no los molestara. Pasó cuidadosamente entre ellos para no despertar a ninguno y armar un escándalo, era lo menos que necesitaba en ese momento.

Podía ver su nave atada en la costa después de caminar algunos minutos y sonrió satisfecho sabiendo que nadie se había enterado de su pequeña huida de madrugada.

-¿Tan pronto te vas, Ojos de halcón? - Escuchó detrás de él e hizo una mueca al ver que su plan no había resultado como pensó al final. Se giró para observar al primer oficial que se encontraba sentado en una de las rocas mientras fumaba un cigarrillo

-¿No deberías estar dormido? - Cuestionó con tono acusador el espadachín.

Beckman dio una calada a su cigarrillo y alzó el rostro para ver al pelinegro. -¿El capitán sigue dormido? - Inquirió alzando una ceja con curiosidad y Mihawk asintió con la cabeza a modo de respuesta. Benn sonrió dando un pequeño resoplido -Esa es la razón por la cual yo sigo despierto - Afirmó el mayor y el espadachín lo entendió. Teniendo en cuenta que todos estaban profundamente dormidos incluido el capitán, no podían estar desprotegidos, por lo que el primer oficial había decidido permanecer despierto para vigilar

-No creo que nadie venga a esta isla y menos a estas horas, deberías dormir, Benn. - Murmuró Mihawk girando el rostro hacia el mar donde se empezaban a ver indicios del sol alzándose.

-Si nos guiaramos por lo que creemos y principalmente por lo que Shanks cree, ya estaríamos muertos - Respondió Benn dando otra calada a su cigarrillo

Mihawk sonrió divertido ante aquella respuesta, se podía imaginar el dolor de cabeza que debía tener el hombre por ponerle los pies en la tierra al pelirrojo

-Supongo que tienes razón... Nos veremos pronto, Beckman - Exclamó el pelinegro a manera de despedida mientras se encaminaba hacia su nave

-Mihawk... - Volvió a llamarlo el primer oficial haciendo que el espadachín volviera a detenerse -¿Vas a regresar o tendré que consolar a Shanks cuando despierte y se de cuenta que no estás? - Preguntó golpeando su cigarrillo con su dedo pulgar para quitar el exceso de ceniza

-Volveré... solo tengo que resolver unos asuntos - Confirmó el menor sin siquiera girarse, pensando en que tendría que contactarse con el rubio para poder acudir a su barco y darle la respuesta que le había pedido.

-¿Asuntos con Doflamingo? - Inquirió alzando una de sus cejas y logrando que el pelinegro se girara para verlo con total sorpresa, como si hubiese sido capaz de leerle la mente en esa fracción de segundos

-¿Como...? - Comenzó ojos de halcón pero la respuesta cruzó por su mente antes de siquiera pensarla. -Garp...- Murmuró más como una afirmación que como una pregunta y la sonrisa del primer oficial le confirmó su teoría

-En efecto, nada más y nada menos que Monkey D. Garp - Confirmó dando otra calada al cigarrillo

-¿Shanks lo sabe? - Preguntó con sumo interés el mayor manteniendo la vista fija en Beckman

RivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora