Capítulo 1

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-El señor Park ha venido a verlo, señor Min- anunció la secretaria por teléfono. - dile que me encuentro ocupado y que se retire - respondió el señor Min. La secretaria asintió y respondió: - Sí, señor -

- Lamento informarle que el Sr. Min se encuentra ocupado en estos momentos y no puede atenderlo. Sin embargo, puede dejarle un mensaje y él se pondrá en contacto con usted en cuanto pueda -

Esta situación no era inusual, su comportamiento era muy predecible: cada vez que venía a su oficina se negaba a recibirme. Sin embargo, hoy decidí que no me marcharía sin hablar con él.

Suspiré con pesar, sintiendo dolor en mí corazón y agotamiento mental por recibir una vez más el trato de siempre.

Tenía plena consciencia de que detrás de esas puertas mi esposo se encontraba con su amante, pero eso no me iba a detener. Si alguien debía marcharse, ese no sería yo.

- ¿Está acompañado por su amante, verdad? - Mis ojos se humedecieron, pero contuve mis lágrimas y tragué el nudo que se formaba en mi garganta. - Muévase, voy a entrar- ordené a la mujer que encubría todas las infidelidades de mi esposo.

Mientras me dirigía hacia la entrada, la secretaria corrió para colocarse frente a la puerta, impidiendo así mi acceso.

- Lo siento, Sr. Park, pero tengo instrucciones de no permitirle el acceso - dijo con cierta vergüenza.

Los gemidos de placer resonaban detrás de la puerta, seguidos de un fervoroso ¡Sí! ¡Más! ¡Más!, lo cual no era precisamente discreto.

La secretaria sintió pesar por la situación, al ver al rubio paralizado frente a la puerta y escuchar a su esposo involucrarse con otra persona. Su corazón se contrajo al presenciar aquella escena lamentable.

- Retírate - dije con la voz entrecortada - por favor - La tomé del brazo con firmeza para apartarla de la puerta y al abrirla, el tiempo pareció detenerse.

Miré todo en cámara lenta, mi corazón sangraba al ver al hombre que amaba entregándose a su amante, pero guardé mis emociones y no mostré mi dolor. Mantuve mi rostro inexpresivo.

Observé como mi esposo follaba con rudeza a su amante desnuda sobre su escritorio

- ¡Joder! nena, muéve mas el culo para mí - exclamó mirándome directo a los ojos con una sonrisa burlona, mientras continuaba rompiéndole el culo a su amante, quien gritaba y gemía descontroladamente.

maldita maldita

Respiré profundamente y entré a la oficina con determinación, manteniendo la cabeza en alto. Me senté en el sillón, cruzando las piernas con elegancia, exhibiendo mi porte fino y distinguido que me caracterizaba.

- ¡Grrr! - Yoongi soltó un sonoro gruñido cuando se corrió en la boca de la muy zorra de rodillas frente a él

Tras utilizar los pañuelos Kleenex, se vistió y extrajo dinero de su cartera, colocándolo dentro del escote de la mujer. La besó de manera audaz frente a mi presencia, mientras sujetaba firmemente el trasero de su amante, manteniendo la mirada fija en mí en todo momento y evitando dirigir sus ojos hacia la mujer.

- Largó - Yoongi corrió a su amante mientras le daba un azote en su firme trasero. La muy zorra le guiñó un ojo coquetamente y se retiró de la oficina, dejándonos a solas.

Yoongi caminó hasta detenerse frente a mí y con su dedo índice tomó mi mentón, elevando mi cabeza para que lo mirara.

- ¿Es esa la forma en la que saludas a tu esposo? - inquirió con su voz ronca.

Me levanté y le di un corto beso, pero Yoongi tomó mi cintura y me atrajo hacia su cuerpo de manera muy posesiva, para luego besarme apasionadamente, dejándome sin aliento entre sus brazos.

Sentía derretirme al contacto con mi hombre, apoyé mis manos en su pecho mientras Yoongi disfrutaba masajeando mi trasero.

Nos separamos debido a la falta de aire. Yoongi parecía apreciar mi rostro, acarició mi mejilla y susurró - Tan bonito, tan hermoso, tan bello, tan divino y perfecto... Adoro cada milímetro que posees, esposo mío. Tus labios son mi perdición -

Yoongi miraba mis labios rojos e hinchados, mientras con su pulgar rozaba mi labio inferior y lo introducía en mi boca. Chupé lascivamente su dedo, mirándolo directamente a los ojos. Yoongi tragó duro, retiró su dedo para inclinar su rostro y besarme una vez más

Posteriormente, se retiró y se dirigió hacia su silla ubicada detrás de su escritorio. Una vez sentado, se acomodó y me observó detenidamente. Permanecí inmóvil hasta que Yoongi me habló preguntándome

- Dime ¿En qué puedo ayudarte? - Tomé asiento frente a su escritorio en una silla de cuero negro, con las mejillas sonrojadas, los labios hinchados y los ojos dilatados por la excitación. (seguramente esa esa era mi imagen, así me sentía)

- Jungkook me ha invitado a una reunión en su casa esta noche. Me gustaría pedirte permiso para asistir, por favor - dije nervioso mientras observaba cómo Yoongi apretaba su mandíbula perfectamente definida.

- ¿A qué hora debemos estar presentes? - pregunto, mientras tomaba un bolígrafo para firmar los documentos.

¡Mierda! ¡Mierda!

- La invitación es para mí - mencioné con voz temblorosa

el bolígrafo callo sobre el escritorio, Yoongi alzó la mirada con gesto fruncido.

- ¿Perdón? - inquirió, visiblemente molesto, poniéndose de pie. - ¿Qué dijiste? - pregunto

- No pienses mal, es simplemente una reunión de generación a la que solo asistirán los amigos de la universidad, sin la presencia de sus esposos - traté de explicar apresuradamente.

Mi corazón latía con fuerza por el nerviosismo, mis manos sudaban y mi cuerpo se tenso cuando Yoongi camino hacía mí

Sentí cómo Yoongi agarraba mis brazos con fuerza y me levantaba, provocándome un jadeo de dolor.

- ¿Quieres ir sólo para andar de perra, verdad? - escupió con celos, dándome una bofetada. Después me dio otra bofetada y dijo - ¿Quieres abrirle las piernas a tu amante? ¿Quieres chuparle la verga y menearle el culo toda la noche como una puta, verdad? - gritó antes de darme otra bofetada.

negué varias veces con la cabeza, llorando y conteniendo mis quejidos, sabiendo que empeoraría si armaba un escándalo en su lugar de trabajo. Sentía ardor en mis mejillas, pero me contuve.

- Te juro que no es así, amor mío. Tú eres el único que puede tocarme... ¡Solo soy tuyo, te lo juro! - dije mirándolo a los ojos, suplicando que confiara en mí.

Yoongi vio cómo sangre salía de mi nariz y boca. Se calmó un poco, tomó un pañuelo desechable y limpió mi sangre con delicadeza

- ¿Sabes que mi única intención es cuidarte , verdad?- preguntó acercando su frente a la mía. Asentí y sonreí enamorado.

- Lo sé, mi amor -

- Te amo tanto, mi pequeño... No quiero que te vayas, pero puedes hacer lo que desees - dijo mientras bajaba la mirada y parecía querer alejarse de mí. Sin embargo, lo abracé fuertemente para retenerlo a mi lado.

- No iré si no estás de acuerdo, solo deseo estar contigo - respondí

Yoongi expresó su satisfacción con una hermosa sonrisa, luego me abrazó fuertemente y nos sumergimos en un beso apasionado.

Ciego de amor  [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora