Me encontré con al puerta abierta, la música se escuchaba desde calles atrás. No dudo que en algún momento venga la policía a detener el escándalo. Me escabullí entre las personas buscando alguna cara conocida.
Esperaba ver a Cye, ella dijo que estaría esperándome. Me imaginaba a mi amiga con los tacones más altos que pudo haber encontrado en el centro comercial, un vestido tan corto con el propósito de mostrar sus piernas kilométricas, y su peculiar labial color rojo. Claramente una fiesta dentro de una casa, no era necesario usar eso.
Pero en fin, ella ese ese tipo de personas que le importa más su apariencia. Llegué a la sala y tomé una botella de Sky de la cubeta. A lo lejos pude reconocer a Trent y Cye. Me acerqué a ellos sin importar que Cye parecía estar en una escena de coqueteo con Trent. Todos sabían que algo pasaba entre ellos dos, pero Trent era un chico popular y no podía dar su brazo a torcer. Mientras tanto, Cye quería ser como Miranda o Zoe pero, claro, seguía a mi lado. Lo que implicaba un estatus medio, donde la gente te respeta y no eres tan rechazado.
-Hey -saludé a mi amiga y a su chico. Trent me miró de arriba y a abajo y frunció el ceño.
- ¿Vienes a cuidar niños Alissa? -preguntó.
Arqueé una ceja y miré mi ropa.
-Perdedor -susurré. Él rió un poco y bebió de su vaso rojo.
- Diviértete un poco Alissa, tu papá no siempre estará fuera de casa -dijo mi mejor amiga. Hice una media sonrisa y asentí con la cabeza.
- Vamos Wilde, encuentra un chico, baila con él y ve a su casa un rato -respondió Trent guiñándome un ojo.
-No pienso hacer eso -negué con la cabeza sonrojada.
- Entonces ponte un poco loca -dijo moviendo sus manos y caminó con Donovan a la ronda de beer-pong.
La sonrisa de Cye se esfumó de su rostro.
- ¡Ugh, lo odio! -refunfuñó-. La zorra de Fanny estaba coqueteándole.
-¿Enserio? ¿Otra vez? -fruncí el entrecejo sorprendida-. Siempre lo hace sólo para joderte.
- Primero fue Andrea y ahora esta puta -negó y terminó su vaso.
-Las dos son iguales -rodé los ojos.
- Quiero tomar algo -suspiró y caminamos hacia donde estaban las botellas. Ella se encontró con Harry y comenzaron a platicar. Resoplé un poco y me senté en el sofá con el vaso entre mis piernas.
Me sentía un tanto incómoda mientras que veía a las personas a mi alrededor. Todos parecían bastante entretenidos. Miré a un chico sentado a mi lado. Era el raro de la escuela. Nadie sabía qué estudiaba, o dónde vivía, o cómo se llamaba. Es como una sombra. Decían que venía de otro país.
Su tez era morena clara y tenía algunos rasgos asiáticos. Era un marginado como yo, o eso parecía. Su mirada de repente se encontró con la mía y yo me aparté rápidamente. Era fuerte, sus ojos no eran vacíos, parecían tener cierta historia. Sus manos estaban aferradas a un vaso rojo como el mío y podía notar cómo sus venas se sobresaltaban.
No me di cuenta cuando mi labio ya estaba sangrando un poco gracias a mis dientes. Lamí un poco la superficie de mi boca y sentí el sabor metálico. Él me observaba fijamente y desvió la mirada cuando lo descubrí. Vi cómo apretaba su mandíbula.
Llevaba puesto un beanie gris, el cual se movió cuando mordió fuerte. Vi que las venas de sus brazos se marcaron aún más y fruncí el ceño. Limpié la sangre con la punta de mi lengua y volteé hacia su lado opuesto.
Bien, eso fue incómodo.
- ¡Quítate idiota! -gritó uno del equipo de fútbol americano, mientras empujaba a Richard. Estaban bastante tomados.
- ¡Ella es mi novia! -gritó de regreso. Me puse de pie para irme a otro lugar pero sentí que mi brazo se desgarro. Miré abajo y noté que la sangre comenzó a salir.
Jason estaba con una botella rota en su mano.
-Oh mierda -susurré para mí. Vi cómo el chico corría lejos de mí, sin dignarse a ayudarme. Idiota.
- ¡Alissa! ¿Te encuentras bien? -preguntó Trent llegando a mi lado. Quité mi mano de la cortada y noté más sangre-. Te llevaré a casa.
-Es sólo una cortada -negué con la cabeza.
- Iré a buscar a Cye, ve al baño -asentí y miré mi mano. Mierda, arde. Lo volví a tapar y subí en dirección al baño. Todos me miraban y preguntaban que había pasado. Era sólo una cortada, ¿acaso jamás habían visto una?
Cuando abrí la puerta del baño, y a personas inhalando cocaína. Qué raro. Ellos salieron rápido al verme y me senté en el inodoro esperando a mi mejor amiga.
Unos minutos después, ella apareció y casi caía al suelo. Oh, mierda, había tomado bastante.
- Alissa, estoy aquí -dijo apenas entendible-. A ver... -quitó mi mano-. Mierda, ¿te mordió una ballena?
-Me acabo de cortar, un idiota tenía una botella rota -confesé.
- Aquí hay alcohol -dijo Trent y abrió una botella de vodka. No me dejó hablar cuando grité al sentir el ardor de aquel líquido en mi piel.
-¡Joder! -exclamé.
- Toma mi mano -dijo Cye y apreté en un puño.
- Necesito algo para la sangre -dijo Trent. Mi amiga sacó un tampón de su bolsa y él se le quedó viendo. Reí un poco divertida.
Miramos que un chico ebrio se quitó la camisa en el pasillo en camino al cuarto, probablemente para tener sexo. Nos miramos entre nosotros y Trent tomó una manga y la rompió.
- Servirá por el momento -se encogió de hombros.
Puso la manga en donde estaba la sangre. Yo apreté mi mano para detenerla. Le hizo un pequeño nudo alrededor y reforzó.
- Listo -dijo él.
-Gracias -le dije.
- No es nada -sonrió un poco y miré mi brazo.
Suspiré y me puse de pie. En casa lo arreglaría.
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Haunted » c.h.
FanfictionHay algo más poderoso que el amor, es el miedo. El miedo empuja barreras. El miedo le tapa los ojos al enamorado. Pero quien siente miedo del otro, es quien por amor se ha desangrado. Hay un secreto. Dos secretos. ¿Tal vez tres? El reloj es el peor...