Día 2

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Saqué la lista de víveres que me padre había hecho para mí. Algo básico: algunos huevos, jamón y otras verduras.

Aún con mis pijamas de Hora de Aventura y mis pantuflas de Jake, me hice una dona despeinada en el cabello y caminé al mini-mercado. El señor calvo que atiende me saludó después de haber oído la campana indicando que había entrado. Era un buen hombre. El otro día me hacían falta 63 centavos y no me los cobró. Miré la lista y tomé una canasta para caminar a los refrigeradores.

Tomé algunas verduras frescas y las taché mentalmente de la lista. Cuando cerré la puerta, vi a lo lejos a un chico mirando el helado.Cerré la puerta del refrigerador y entrecerré un poco mis ojos para reconocerlo. Era él. ¿Vivía por aquí?

Me acerqué discretamente y abrí la puerta de su costado, tomé un bote de crema batida. ¿Debería hablarle?Claro que tendría que hacerlo. Tenía que enfrentarlo. Él era el que estaba cerca de mí cuando desangraba. Noté su desinterés al tener mi presencia y siguió viendo botes de helado, buscando un sabor que le convenciera.

-Hey -le dije. Sonaba un poco dura, más que lo que sonaba en mi mente. Él no me miró pero tomó el bote de helado.

- Hey.

-Estem, creo que te vi ayer en la fiesta de Gohbrey -murmuré.

- ¿Crees? -se dignó a mirarme y por un momento me asusté un poco. Su mirada era tan reveladora.

-¿Por qué no me ayudaste? -levanté un poco mi mano mostrando la venda. Él se le quedó mirando a la venda, estaba un poco enrojecida. Tendría que haberla cambiado cuando desperté.

- No sabía que era alguna clase de obligación ayudarte -respondió.

-Es cortesía, veo que eres descortés -le dije.

Oh, mierda, Alissa, tranquila. No puedes andar por la vida provocando a las personas.

Él rió burlón y negó.

- No soy de aquí -respondió y comenzó a caminar.Vi su espalda. Llevaba una chaqueta negra y se veía ancho por atrás. Madre mía.Aceleré mi paso y me puse a su lado.

-¿De dónde eres, entonces? -pregunté.Él duró unos segundos callado. Miró un poco al suelo dudando de su respuesta.

- Australia -respondió.Fruncí el ceño. Estaba lejos de Estados Unidos.

-¿Por qué llegaste a Kansas? -le pregunté.

- ¿No crees que haces muchas preguntas? -me miró de reojo y mordí mi labio. Miró hacia mi boca y negó con la cabeza.

-Soy muy curiosa -admití.

- Me doy cuenta -dijo frío y miró mis manos-. ¿No tienes una lista de cosas que ir a comprar?

-¿Cómo te llamas? -le pregunté de repente.

- Tengo que irme -dijo de pronto.

-Yo soy Alissa -le dije.

Él me miró por última vez.

- Calum.

Y lo vi desaparecer por el pasillo.

Haunted » c.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora