Día 3

483 64 15
                                    

Lunes por la mañana. Sonaba como la peor pesadilla para una adolescente como yo. Estaba tan cansada de haber ayudado a mi padre con los pacientes que llegaban a casa, que apenas podía ver con claridad.Era lo que normalmente hacía en las mañanas cuando papá se ocupaba. Desde pequeña me enseñó todo lo que sabía, sin embargo cuando se trataba de mí. Todo me asustaba.

 Cuando llegué a la escuela, pude mirar a Cye a lo lejos. Se había pintado el cabello de nuevo. Azul cielo, bien, no se veía nada mal. 

- Mmm, mami -dijo mi amiga caminando hacia mí. 

-Me gusta tu cabello -admití viéndola. 

- Lo decoloré ayer -lo alborotó un poco-. ¿Qué tal tu brazo? 

-Mejor -respondí-. Papá lo revisó y buscó que no estuviera infectado o algo. 

- Menos mal -se encogió de hombros y suspiró-. Trent y yo saldremos -abrí un poco mis ojos-. Una cita de verdad. 

-¿De verdad? ¡Eso es genial! -dije feliz por ella. 

- ¡Lo sé! -brincó un poco y entramos al edificio. Nos tocaba ecología a primera hora-. Deberías conseguir novio. 

-Me lo has dicho todos estos años -reí y negué con la cabeza. 

- Haber tenido sólo novio en secundaria no te hace más popular -negó y entramos al salón. 

-Te recuerdo que la popularidad no me interesa, Cye -le dije. 

- Que triste -dijo ella y nos sentamos en nuestra mesa-. ¿Hiciste algo ayer? 

-¿Además de ayudarle al señor Wilde con pacientes con gripe? Nada -me encogí de hombros. 

- Que divertido -confesó y asentí. El profesor entró y saqué mi libreta. 

 - Buen día clase -saludó y comenzó a borrar la pizarra. Escribí la fecha en la esquina y la puerta sonó. 

- ¿Me permite pasar? -escuché y alcé la vista. ¿Qué hacía él aquí? 

- ¿Te cambiaste de clase? -preguntó y le dio el pase. 


 Ahora no estaría con él en una clase, sino dos. ¿Qué demonios? Miré a Calum y su mirada se encontró un poco con la mía. Chico extraño.Se sentó un par de mesas atrás de nosotras y tragué saliva. 

- ¿Ese no es el tipo raro de la fiesta? -preguntó Cye.Me encogí de hombros y mordí mi pluma. Noté que Cye lo miraba y le di un codazo. 

- Auch -frunció el ceño. 

-Recuerda que eres de Trent -le dije. 

- ¿Crees que sea del tipo acosador? -preguntó. Lo miré de reojo y él fijó sus ojos en mí. Me di la vuelta. 

-No me interesa saberlo -mentí. 

- No es feo -confesó. 


 Esto se estaba tornando un poco raro. ¿Tres días seguidos? 

-Pues no lo es -se encogió. 

- ¿Y sí le hablamos? -preguntó curiosa. 

-No, se ve que es callado -negué con la cabeza. 

- Pobre -hizo una mueca y se sentó bien. 

-Pues sí, pobre -sonreí un poco-. ¿Pudiste terminar la tarea? 

- ¿Qué es tarea? -se burló y negué-. Nah, si. Jodie me ayudó. 

-Mejor dicho, Jodie te la hizo -reí. 

- Pero las leí -se excusó. 

Reí nuevamente y negué a mis adentros. Cye siempre había sido el tipo de chica distraída. Era inteligente, pero muy hiperactiva. 

Volteé hacia atrás disimuladamente y lo vi. Me miró a los ojos. 

Esa fue la última vez que vi a Calum en el día. 

Haunted » c.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora