Día 7

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-Bájatelo un poco, Cye, se te ve muy corto -le dije refiriéndome al vestido.
- Alissa te juro que si hoy no follo con Trent me voy a matar -confesó.
-Vas a ver que sí, él no es idiota -me encogí de hombros.
- Creo que no podré llevarte hoy entonces -mordió su labio.
-Llamaré al chofer de mi madre -le dije.


Entramos a la casa de Jessica. Estaba llenísima. Nos colamos entre las personas, saludaba a algunos en el camino hacia el patio trasero. Desde la sala podía verse el brillo del agua de la piscina, adentro habían una que otra chica. Sin sostén. Okay. Estas fiestas eran muy extrañas. Definitivamente no eran lo mío.
Miramos al equipo de fútbol a lo lejos. Ahí tendría que estar Trent. Caminamos hacia ellos y saludé a todos los chicos. Ellos eran como ese tipo de amigos que te podían proteger. Sí un chico se mete contigo, sabías que estarían todos para hacerlo pasar un mal rato. Por alguna razón, ellos me incluían en la lista de chicas por proteger. Eran adorables.
Creo que esa era una ventaja de ser amiga de Trent. Me ofrecieron un trago y Nick abrió por mi la botella de cerveza. Sonreí por lo bajo y tomé un trago. No era una gran fanática de la cerveza, pero a veces tomaba un trago.
Sonreí y me di la vuelta. Él caminaba por la orilla de la alberca. Apreté mis labios. Tenía sus manos dentro de sus bolsillos y miraba a su alrededor, como si estuviera buscando a alguien para matar. Suspiré. Miré a Cye entretenida con Trent. Quizá debería ir a hablar con él.
Siempre se veía muy... solitario.


Caminé hacia allá y en el caminó tomé otra botella de cerveza. Quizá poniéndolo ebrio le sacaría cosas. Le sonreí mientras que me acercaba, pero él aún tenía su cara seria.
Vamos a sacar unas cuantas sonrisas.
-Hey, viniste -le dije sonriente.
- Y tú -respondió. Le tendí la botella-. Gracias -la tomó.
-Te dije que Cye me obligaría -me encogí de hombros.
- Y luego te deja botada eh -dijo señalando con su cabeza a ella con Trent, mientras le dio un sorbo a su botella.
-Siempre estoy yo para llevarla a casa y cuidarla -admití y él alzó una ceja.
- Y saliendo de aquí, irá a coger con su novio ah -asumió y los miramos de nuevo. Suspiré.
-Ese es el plan -mordí mi labio inferior.
- Oh, interesante -dijo mientras tomaba un trago.
-Sí, lo es -dejé de mirarlo para concentrarme en mi bebida.


Él se sentó sobre el césped y lo imité. Lo miré de reojo. Tenía un par de tatuajes en su brazo izquierdo. Su cabello estaba ligeramente alzado, usaba una camiseta oscura, junto con unos jeans negros y botas. Esa camisa hacía resaltar sus brazos, éstos eran fuertes. Como sí se ejercitara.
Era tan... misterioso. Quería saberlo todo. Tenía demasiadas preguntas que quería hacerle, pero sabía que no obtendría ninguna respuesta. Así que optaría por tener una charla normal. Parecía estar de buen humor hoy.
-¿Trabajas? -le pregunté. Oh, bullshit, Alissa.


Èl rió un poco, encogiendo sus hombros.

- Lo hago -confesó y me miró-. ¿Tú?
-Algo así, ayudo a mi padre, pero sin paga -admití.
- ¿Qué hace tu padre? -preguntó.
-Es doctor -respondí-. Es doctor en casa, así que usualmente estoy ayudándolo cuando me necesita.
- Oh... Entonces creo que debes saber mucho sobre golpes, heridas y... Sangre -detuvo su mirada.
-Sí, bastante -admití-. No es por presumir, pero soy muy buena.
- ¿Ah si? -asentí-. Tenemos algo en común Wilde.
-¿También trabajas con un doctor? -pregunté.
- No -respondió frío.
-¿En qué trabajas? -le pregunté.
- Una funeraria -respondió y tragué saliva.
-¿Y no te da miedo? -lo miré.
- ¿Qué? ¿Ver gente muerta? -comenzó a reír y me quedé sin habla.
-No lo sé, sí, o sea que te pueda pasar lo que a ellos -me encogí de hombros.

Bufó.
- Hay cosas peores por las cuales tener miedo -me miró y mordí mi labio. Sonaba tan amenazante.

Miré al suelo un poco nerviosa. Él dejó su botella a un lado y se puso de pie.
- Vamos por algo más fuerte -dijo.
-Me gusta la idea -le dije sonriente.

Haunted » c.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora