Haunted » c.h.

Día 4

Después de comer un sándwich de pollo con espinacas, caminé al salón con Cye. Aún faltaban 7 minutos para entrar. Cuando abrimos la puerta vi a Calum solo. Las luces estaban apagadas.Fruncí el ceño y caminamos a nuestro asiento. Era tan extraño. 

Cye me hizo una mirada confundida y arqueé una ceja. Saqué mis apuntes y sentí pasos viniendo hacia mí. De pronto lo tenía frente a mí. 

 - Hey. 

-Hola -levanté la mirada para verlo. 

- Soy Cye -dijo de pronto mi amiga. La miré con el ceño fruncido y la codeé. 

- Si. Uhm, ayer olvidaste tu pluma en Historia -dijo sacando de su bolsillo mi bolígrafo. 

-Oh, gracias -sonreí a medias. 

- Sí... -se dio la vuelta pero Cye le habló. 

- ¡Hey! ¿Por qué no te sientas con nosotras? -preguntó y abrí mis ojos. 

-Seguro él está bien allá atrás -le dije. 

Vi que entraban más compañeros al salón, entre risas. 

- Su compañero de mesa es Stevie, Alissa -miramos al pelirrojo de cabellos rizados hurgándose la nariz.Me encogí de hombros. No era mi problema. 

- Creo que a tu amiga no le caigo bien -le dijo a Cye. 

-Me das igual -admití. Deja de ser tan dura, Alissa, por favor. 

 Quizá sólo le gustaba ecología y por eso se cambió. Tal vez vive por la zona y va a ese mercado. 

-Stevie se quedaría solo -miré a Cye. 

- El nuevo parece ser agradable Wilde -dijo Cye. 

- Mejor iré a sentarme -dijo él caminando nuevamente a su asiento. 

-Pues debería de ser agradable... lejos -sonreí a medias. 

- Ay, que humor, ¿estas en tu periodo? -preguntó y negué. No podía decirle que hablé con él y lo encontré. Creería que me gusta o peor, que yo le gusto. 

-No estoy de humor solamente, mi papá tuvo que atender a una señora embarazada ayer -me encogí de hombros. 

- ¿Y eso en qué te afecta? -rió un poco. 

-Tuve que ayudarlo -le dije. 

- Oh wow, ¿recibiste el bebé? -me miró irónica. 

-No es la primera vez -sonreí. 

- Que asco -arrugó su nariz. Miré mi bolígrafo y mordí mi labio. 

-Nah -negué con la cabeza.La clase la sentí demasiado rápida. Estaba tan enfocada haciendo el trabajo que no me di cuenta cuando sonó el timbre. 

- Te espero en biblioteca -escuché a Cye y asentí mientras terminaba de guardar mis cosas. 

Vi que todos salieron, pero sentí una mirada clavada en mi espalda.Tragué saliva y me encontré con su mirada en mí. Caminó pasando por mi lado, sin quitarme la mirada, y salió del salón. 

 Me di cuenta que estaba reteniendo aire y lo solté.