El Último Talento

Capítulo 1: El mundo digital

Su cuerpo se sentía diferente a lo usual. Cómo si fuera más ligero. Aquello la extrañó un poco.
Movió un poco sus manos y notó que estaba tocando algo duro, por lo que, poco a poco, abrió sus ojos.

- Hm...¿que....?

Harumi observó el cielo estrellado sobre ella. Parpadeó un par de veces y entonces se sentó con cuidado. Se miró alrededor confundida, ¿donde estaba?

Intentó hacer mente local.
¿Porqué demonios se encontraba en un parque? ¿Cómo llegó ahí?

Esperando recordar, fue a sentarse en una de las bancas de madera que se encontraban en ese lugar, masajeando un poco su frente, pues le dolía ligeramente la cabeza.

Tardó unos diez minutos en comprender lo ocurrido.

- ...Oh. Claro, este debe ser el mundo creado por ella.

Sin duda alguna, ya se encontraba en el mundo virtual creado por Enoshima Junko, la desesperación definitiva. Muchos ya la llamaban de esa forma luego de todo lo ocurrido, algo que realmente era entendible.

Nunca lo diría en voz alta, pero Junko le parecía una persona de gran potencial. Su habilidad para cumplir actos que para muchos serían imposibles, el control y su habilidad de adaptarse a todo tipo de situaciones... era realmente increíble.

Una verdadera pena que decidiera usar sus grandes capacidades para el mal.

- Pensar en ella no va a servir ahora. Será mejor empezar a buscar la primera clase...

La chica se levantó, sacudió un poco la falda de su vestido blanco y negro, para así comenzar a caminar, prestando atención por donde iba.

La ciudad era muy similar a su versión real, aunque extrañamente, no había nadie por las calles. ¿O tal vez era porqué ya era de noche?
Tenía que admitir que le preocupaba estar caminando sola, no sabía que esperarse y sentía que la estaban observando. Odiaba esa sensación.

Estuvo caminando por veinte minutos, antes de encontrar un palo de la luz que justamente iluminaba lo que dedujo era el mapa de la ciudad. Claramente se acercó para comprender donde se encontraba, pero se sorprendió al ver que habían circulos en algunas partes.

Entendió que había sido puesta ahí gracias a Yoshie, porqué le había dejado un mensaje en la parte derecha del mapa, en letra pequeña.

- Tu arma se encuentra en un contenedor de basura dorado a una cuadra....fuerza, Haru, bibliotecaria. Tu amiga loquita Y....Ay, nunca cambiará.

Harumi negó con la cabeza, una sonrisa divertida en sus labios. Necesitaba el mapa, sin duda, así que con cuidado lo sacó de donde se encontraba y lo dobló hasta que pudo meterlo en uno de los bolsillos de su vestido. Con eso, siguió su camino.

Seguía sin encontrar personas, pero extrañamente, comenzaba a encontrar señas raras por las paredes y el suelo de la calle. Así que se apresuró a encontrar el contenedor dorado y, una vez lo vió, suspiró aliviada.
Se acercó a este y levantó la tapa, notando que no había nada en su interior, excepto por una especie de pistola peculiar. Pues no tenia la forma de cualquier pistola, parecía de juguete. Junto a esta, venía una extraña tira que reconoció cómo objeto para meter la pistola en la pierna.

- Oh, de esta forma el vestido la ocultará. Genial, Yoshie.

Mientras Harumi tomaba los dos objetos en sus mano, una figura se acercaba a ella y para cuando notó la sombra que cayó sobre ella de repente, ya estaba tras suyo.

La pelinaranja de instinto se alejó rápidamente y volteó a ver quién estaba ahí, encontrando una especie de oso de color blanco y negro, con un ojo rojo y garras muy afiladas.