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Amanecer juntos se estaba volviendo una costumbre, el domingo Manuel ayudó a sus compañeros con algunas materias y tareas, para el lunes amanecer en paz.

Manuel se levantó antes y bajó a la cocina, cerca de las seis de la mañana, para preparar algo de desayunar para sus amigas y para él. Estaba enfrente a la heladera abierta, mirando que había para cocinar, hasta que los brazos de Jerónimo lo envolvieron por la cintura, su cuerpo estaba caliente, evidentemente recién despierto.

- Hola. - Saludó, con voz ronca, apoyándose en su hombro.

- Buen día. - Respondió el menor, ganándose un beso en el hombro.

- Que bueno que estás despierto. Quería hablar con vos. - Manuel se tensó un poco por sus palabras, pero la suavidad en la pronunciación de estás disminuyó aquella ansiedad.

- Decime, te escucho. - Acarició las manos que lo sujetaban, escuchando su respiración tranquila antes de hablar.

- Sabes que lo de anoche fue algo casual, ¿No? - Habló con tranquilidad él, recibiendo como respuesta un sonido de asentimiento por parte del menor. - Me gusta estar cerca tuyo, me gusta darte besos, me gusta tu compañía. No quiero ponerme de novio con vos. Quiero... Dejarlo claro. Pero si se llega a dar otra joda en la que nos encontremos... Me gustaría volver a estar con vos.

- Pienso lo mismo. - Contestó el rizado. Sintió como los brazos de Jero lo apretaban un poco más, haciéndolo sonreír. - Gracias por decírmelo.

- Es mejor decírtelo antes que terminar enrollados en un drama innecesario. Que ya sé que tu grupo y vos tienen muchísimos. - El comentario con aire burlón del de cabello lacio hace reír al que estaba entre sus brazos.

- Ahora la verdad es que sí, pero... No sé, ayer cambió algo, de nuestra relación con los del grupo de Juani, creo que va a estar todo un poco más tranquilo. O por lo menos espero eso. - Suspiró el rizado, dándose vuelta para quedar enfrentado con Jerónimo. Unieron sus frentes, aún ambos muy cansados, cerraron los ojos, frotando con mimo sus narices. Jero le dió un beso en la frente.

- Subí a descansar, les voy a hacer el desayuno a ustedes. - Dijo, quitando sus brazos de alrededor del rizado.

- No hace falta. Bajé para es-

Lo que decía Manuel fue interrumpido por los labios de Jerónimo sobre los suyos, sujetandole las mejillas con las manos.

- No insistas que me pones nervioso, nene. - Advirtió el de cabello lacio, haciendo que el menor riese.

- Sabé que no tomo café.

- ¿Te hago té? - El rizado negó con la cabeza.

- Nomás tomo chocolatada.

- Me estás jodiendo. - Dijo Jero, con una risita. Manuel se escondió en su pecho con vergüenza. - Sos un boludon, dios. Dale, subí a fiacar.

Manuel obedeció y se metió nuevamente en la habitación, pero para bañarse. Nahiara no tardó en despertar, ya que Santina había abierto los ojos y comenzaba a moverse. Despertó a Isa y a Lucía quienes dormían muy cómodamente, Mateo fue despertado por Manuel y luego el primero sacudió con poco cuidado a Francisca y a Martina.

Estaba todos delante del espejo haciéndose la skincare, de ahí la sorpresa de Jerónimo al entrar con el desayuno y ver a todos aplicándose productos raros en el rostro.

- ¿No sabes tocar vos, flaco? - Dice Isabella, tapando a Nahi quien había dormido en corpiño.

- Dios, perdón, encima que les traigo el desayuno. - Rueda los ojos, repartiendo tazas de café a todas y un vaso de vidrio con chocolatada a Manuel. - Abajo hay tostadas, mermelada y queso crema, ya está todo listo, no lo quise traer para que Martina después no me culpe de que hago migas.

gorgeous ♟️; Juani Caruso / male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora