You should take it as a compliment
That I got drunk and made fun of the way you talk
You should think about the consequence
Of your magnetic field being a little too strong...
Sabían que iban a salir cuando la cama estaba llena de prendas de ropa, el tocador lleno de maquillajes, la plancha de pelo y la buclera estaban enchufadas en el baño y en el escritorio había una botella de vodka y una de jugo.
La habitación de Martina era soñada. Una cama tamaño king, una alfombra cómoda de sentarse, un amplio placard, tocador con luces y baño incluído.
La computadora en su escritorio estaba encendida, sonaba Taylor Swift en Spotify, Manuel y Nahi cantaban casi a los gritos, haciendo reír a sus amigos. Francisca le planchaba el cabello a Santina mientras ella le pintaba las uñas a Martina. Manuel se había bañado e Isabella y Lucía lo ayudaban a definirse los rizos mientras él se preparaba la piel para maquillarse. Nahi le mostraba vestidos a Martina, e iban decidiendo cual debía ponerse.
santinahernand subió una historia.
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- Te quedan bien todos, amor, de verdad. - Insistió Martina, Santina asentía con la cabeza.
- Entre el negro y el verde, ¿Cual bancan más? - Se giró a preguntarle a los del baño, quienes se asomaron para ver.
- Banco el rojo que te probaste antes. - Dijo Lucía.
- Eu, banqué. - Dijo Manuel.
- Yo también. - Dijo Santina.
- Bueno, será el rojo.
- Gordo, ¿Vos que te vas a poner al final? - Preguntó Francisca.
- Tengo uno conjunto de shorts y buzo verde que es buenísimo, y tengo unas converse negras que van como piña. - Dijo él, chequeando los rulos en el espejo. - ¿Vos?
- El vestido negro de Santina seguro. ¿Por qué Mateo no vino?
- Tenía que cuidar a las hermanas y no podía caer a previar, pero va directo a la fiesta. - Contestó Isabella. - ¿Ya está la plancha de pelo?
- Sí, tomá. - Fran le pasó la plancha a Lucía quien empezó a hacer el pelo de Isabella.
Manuel se hizo un delineado marrón, se puso un poco de rubor y brillo, y se delineó los labios con el mismo lápiz que uso para delinearse los ojos y terminó con un gloss. Se puso los shorts encima de los calzoncillos y se quedó con su musculosa blanca.
- ¡Manuchhh! ¿Traes más jugo de la heladera? - Pidió Martina.
- Que pajeras. Ya voy. - Manuel rodó los ojos, saliendo de la habitación y bajando las escaleras rápidamente.
La heladera de Martina era enorme, llegaba casi hasta el techo. Al abrirla, noto que el jugo estaba muy alto. Se puso de puntillas de pie pero seguía sin llegar, estiraba su cuerpo como si eso fuese a hacerlo más alto. Su cuerpo se tensó cuando sintió una mano en su cintura y un brazo marcado agarrar la botella de jugo.
- Parecía que necesitabas ayuda. - Dijo aquel misterioso ser.
Manuel se giró cuando soltó su cintura, encontrándose a un hombre de cabello marron, más alto que él, muy marcado y bastante sudado.
- Asumo que sos amigo de Martina. - Dijo. Manuel se emocionó, era la primera vez que un hombre cisgenero asumía que era un hombre.
- Sí, sí, me mandaron a buscar jugo. - Sonrió el chico, agarrando la botella entre sus manos. - Sos su hermano, ¿No?
- Exactamente. Soy Jero, un gusto. - Como inesperado saludo, Jero dió una breve caricia con su dedo en la mejilla adversa, haciéndolo reír de las cosquillas. - Me tengo que ir a bañar porque vengo del gimnasio, pero asumo que los voy a ver en un rato.
- ¿Vas a lo de Simón? - Preguntó con ilusión el rizado.
- Sí, es amigo mío, en junio del año pasado hice un intercambio con otro chico de tu colegio y nos hicimos amigos. - Explicó él, apoyándose en la mesada de la cocina.
Con razón no lo había visto nunca, en junio Manuel estaba de viaje con Nahi, Lucía y Mateo.
- ¿Y ya te egresaste vos? - Preguntó, tratando de saber su edad.
- No, no, repetí cuarto año y me cambiaron a otro colegio, ahora estoy haciendo quinto. Tengo 19.
"No podés estar con él, Manuel, es mayor de edad." Se repetía en su cabeza. "No le deben gustar menores, no te hagas ilusiones."
- ¿Vos estás en el curso de Mar? - Preguntó Jero, tomando de su botella de agua.
- No, no... Yo estoy en cuarto, cumplí 17 hace poco. - Aclaró, tratando de ver cuál era su reacción, pero no llegó a descifrarlo porque la voz de Martina llegó a la cocina.
- Jerónimo, dejá de acosar a Manuel. - Dijo Martina, agarrando a mencionado del brazo.
- Nos vemos más tarde, Manuel. - Dijo Jerónimo, mirando como ambos subían las escaleras con una sonrisa burlona.
- Perdón, es un boludo, pero bue, es mi hermano al fin y al cabo. - Dijo Martina, dejando que entre en el cuarto.
- No lo conocía. - Manuel trataba de fingir que no estaba terriblemente caliente con el hermano de su amiga.
- Mejor que no, es un tonto. - Rodó los ojos, volviendo a sentarse en la cama.
Manuel tenía en la cabeza la maliciosa idea de intentar hacer un movimiento con aquel chico, enfrente de cierto egresado muy alto y rizado, solo tratando de ver su reacción. Pero debía hablar con Martina antes: lo único que le faltaba era pelearse con su amiga por culpa de una calentura.
