21. No dejaré que te estrelles.

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Subo vídeos y historias breves de esta novela en mi TikTok CarlasWritings ❤️

Manifiesto que esta novela llegue a todo el mundo y ser conocida. 💫

Sé bien que esto es normal, además, me he documentado lo suficiente y he visto demasiadas fotos en Google como para no tener que asustarme de ver sus ojos inyectados en sangre, su sudor tiñe las sábanas de amarillo con una rapidez que no había visto venir.

Las sábanas de repuesto están secándose fuera aprovechando los primeros rayos de sol de la mañana. En realidad no contaba con que aún funcionaría la electricidad, pensé que alguna banda de adolescentes habría descubierto la cabaña y daba por hecho que estaría destruido casi por completo, tampoco es como que funcione a la perfección y tampoco sé a nombre de quién irán las facturas de estos días, pero espero haber solucionado lo de Ander antes de que alguien venga a descubrirlo.

- Joder, no he pegado ojo en toda la noche... Me duele absolutamente todo.

- Fatiga, sensación de molestia muscular, desánimo, agitación y conducta irascible, sueños inquietos y/o desagradables...

- Vale, vale... Joder con la Wikipedia -menciona con esa voz ronca.

- Ander -reprendo.

- Lo siento.

Asiento con la cabeza y continúo analizando cada uno de los síntomas. Aunque le parezca el mismísimo infierno, cada dolor que siente es lo que realmente me asegura de que seguimos por el buen camino.

Es como la fiebre, necesitamos taparnos hasta arriba para calentar el cuerpo al máximo aunque signifique maximizar los síntomas de malestar para finalmente expulsarla a través de los poros de la piel.

El cuerpo es sabio, pero Ander lo ha maltratado demasiado y le costará el doble de esfuerzo sanar.

Pero sanará.

- ¿Podré desayunar? -sus ojos se tornan como de corderito inquieto, su sonrisa está de medio lado como si dudara de que realmente le apetece, pero sabe que le irá bien.

- Voy a traerte algo. -Hago el amago de levantarme de la cama, pero su carraspera me hace retroceder para escucharle.

- Pensé que podría levantarme, necesito estirar las piernas y también quiero salir a correr.

- Buena idea, desayunamos e iremos a dar una...

- Solo -finaliza.

No sé si es buena idea, pero no puede fumarse las hojas de los árboles aunque sería capaz de estar buscando una alternativa a la marihuana.

Me doy cuenta de que mi corazón está acelerado, no porque crea que pueda ponerse en peligro y tampoco porque crea que es capaz de escapar, sino porque la palabra solo me ha atravesado el alma.

No estoy siendo justa y debo tomar aire para tranquilizar ese pequeño cuadro de ansiedad tan distintivo para mí. No he podido evitar sentirme dolida porque él desea pasar un tiempo solo alejado de mí, y no es justo. Este sentimiento despierta esa alarma roja que siempre me ató a cada hombre que pasaba por mi vida, esa dependencia innata que se escapaba de mi control y que me hacía sumisa de todos ellos, no dejándome ser yo.

Ander nota mi respiración entrecortada y ata cabos muy deprisa.

- Mia. -Llama mi atención.

- ¿Si? -respondo de camino a la cocina, dando media vuelta reposando mi brazo sobre el marco de la puerta.

- Eres la persona con la que más me apetece compartir mi tiempo, la única, de hecho. Sólo que a veces necesito tiempo para mí, no puedo compartir todo contigo y está bien, es necesario estar bien conmigo mismo para poder estar bien contigo. ¿Entiendes?

MALA FAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora