16. "Vas a recordarlo toda la vida."

253 30 3
                                    

¡Bebitas! Lo siento mucho por la tardanza, como muchas sabéis, mi mamá está en tratamiento con quimio y hay días de todo, por eso no he podido subir antes.

De mi novela La primera de invierno, ya casi tenía el capitulo escrito, por eso sí que pude subirlo hace unos días.

Lo cual tengo un anuncio importante, por un cambio de ultima hora, LAYLA, nuestra famosa Layla, amiga y enemiga de Mia, es la protagonista femenina de mi novela La primera de invierno, y vais a encontrar paralelismos con esta novela, así que no esperéis a conocer más de su historia ->


No lo he pensado bien, ni siquiera soy consciente de si mis labios están moviéndose por inercia o por orden directa de mi cerebro, que debe de ser el único cuerdo en todo mi cuerpo.

Ander ha profundizado el beso con furor, sus labios atrapan los míos incapacitando la opción de poder apartarme de un sólo movimiento, pero todavía no quiero hacerlo.

Su sabor es exquisito, sentir su saliva contra la mía está desarmándome y mi respiración está descontrolada.

Siendo todo lo contrario a mí, cada vez le noto más relajado, sus manos se mueven perspicazmente, con soltura y deseo por mi cuerpo hasta posicionarlas por debajo de mis orejas, acercándome tanto a él que apenas puedo seguirle el beso.

Pongo mi mano sobre su pecho para tratar de apartarle y coger aire, pero nuevamente me lo impide:

- Ander -balbuceo sobre sus labios, teniendo la capacidad de sentir cada uno de sus pálpitos.

En ese instante, es él mismo quien se separa y abre los ojos, sus párpados pesan más que nunca y sus cejas están arrugadas como si estuviera hambriento.

- Déjame que te muestre lo que llevo tiempo conteniendo -admite, sus ojos parecen embrujados, sus manos vuelven a moverse con destreza por mi nuca volviendo a interceptar mis labios.

- No. -Freno en seco, él se aparta para mirar mi expresión marcada.

- ¿No?

- No.

Él resopla, pero al menos puedo notar que ya no está tan irritable y que sus pupilas parecen volver a la normalidad.

- Vale, pero necesito marihuana. -Se levanta casi dejándome con la palabra en la boca.

- Siempre va a ser tu puta excusa para huir.

Detiene su paso, gira su cuello en mi dirección aunque no me mira directamente:

- Acabo de ser rechazado por la chica que me gusta. Preferiría meterme un buen chute de heroína, pero ahora mismo estoy lo suficiente cuerdo para recordar por qué no debo hacerlo. Dejarlo todo y de golpe no funciona en mí, porque he terminado peor de lo que empecé, así que sí, necesito un puto canuto bien cargado de marihuana. De hecho, ni sueñes que vaya a combinarlo con tabaco.

- Está bien -esbozo, sorprendiéndole.

- ¿Sí? -se extraña, girándose hacia mí.

- Sí.

Ahora mismo, para Ander es como cuando quieres quitarle el chupete a un bebé, cuanto más lo intentas, más lo necesita. Hay que desquitarle sin que se dé cuenta, hasta que no lo eche de menos y aprenda a estar sin él.

Pero por algo me he metido en esto, porque sé mucho más de lo que nadie pueda imaginar, y siempre he sabido cómo controlar a las personas.

- Joder -ríe por lo bajo, sacando un canuto de uno de los armarios del baño y un mechero de su bolsillo.

MALA FAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora