MALA FAMA

19. Un plan perfecto.

Vale, ahora que llegamos a la mitad, se viene la parte más intensa. No estáis listas para lo que se viene en la novela...

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Caminar por el asfalto jamás dolió tanto. Me deshago de esta maldita gorra cuando salgo al exterior y un grupo de chicas se me quedan mirando sorprendidas por mi reacción, pero al menos mantengo la seguridad de que es imposible que me hayan reconocido.

No puedo dejar de observar a dos chicas que se encuentran a escasos metros de mí y ralentizo mis pasos:

- No puedes huir de esta fiesta porque él esté aquí. Mierda, ¿cómo sería el mundo si todos escapamos de lo que nos hace daño y no nos enfrentamos a nuestros miedos? Quieres ser feliz y para eso, tienes que seguir con tu vida. ¡Tienes que vivir esta noche porque sino te arrepentirás!

Mis pasos se detienen. La chica en particular está hecha un mar de lágrimas, no me toma demasiado tiempo adivinar que su ex novio debe de estar en la fiesta y la herida debe de ser tan reciente que su sola presencia le está destruyendo, porque joder, ¡esto es el jodido amor! Es maravilloso cuando es correspondido, pero es el sentimiento que más nos hace sufrir.

Mierda.

La desconocida tiene razón. ¿Qué puta vida estoy viviendo si no me enfrento a esto? Soy el puto Ander Mason, estoy luchando por quitarme de una jodida adicción que casi me entierra en numerosas ocasiones y... ¿me voy a acobardar por esto?

Mi pulso tiembla, pero joder, la conozco. Seguramente estoy intentando crear en mi mente cualquier excusa para que esto no sea real, cualquier excusa para perdonarle esto, pero nunca lo haré realmente si no me enfrento a la verdad, sea cual sea.

Doy media vuelta. La gorra ya no está en el suelo pero no me preocupa, esta peluca es muy resistente y debería pensar seriamente en teñirme el pelo de negro porque creo que me sienta rematadamente bien. Todas las chicas me observan con deseo, ninguna reconoce mi verdadera identidad, pero supongo que incluso camuflado soy atractivo.

Vuelvo a entrar en la fiesta y vuelvo a encontrarlos justo donde los dejé.

Ella está negando la cabeza con una sonrisa triunfadora, la cara de Alejandro es todo un poema. Él intenta acercarse de nuevo a Mia, pero ella choca la mano contra su pecho frenándole.

Buena chica.

Me acerco a ellos después de pedir otra copa, bailo y me camuflo con todos los que bailan en la pista.

Me mantengo de espaldas para no llamar la atención de Alejandro, apuesto a que si viera que un chico la observa, se pondría como loco.

- No te miento -habla ella-. Estoy comenzando a sentir por otra persona, así que créetelo. Estoy ilusionada.

Boom. Mi corazón nunca ha latido con tanta intensidad.

- Siempre acabas viniendo a mí. Sólo yo opino que estás medianamente decente para esta fiesta, aunque deberías revisar tu peso. Has engordado un poco, ¿no crees? Tienes suerte de que yo te quiero incluso así. Ven aquí.

- Ese no será este final. No voy a correr a tus brazos como si necesitara la mierda que me sueltas.

Él estalla en carcajadas.

- Ese siempre será el final, y si aún no vienes a mí, es porque todavía no es el final.

Alejandro desaparece entre la multitud y yo tomo la ventaja.