Ni una llamada, ni una carta, nada. Absolutamente nada.
Se quitó la bufanda qué ocultaba su rostro y miró con el ceño fruncido las cartas que yacian sobre su escritorio hace un par de días con la esperanza de saber algo de George, sin embargo se ceño se hizo más pronunciado al leer Columbia récords en una de ellas, si EMI se enteraba de que la competencia se interesaba en su niña prodigio se armaría una guerra, por lo que se aseguró de que no hubiera nadie fuera de su oficina para recién abrirla.
Era extraño que la contactaran a ella, cuando usualmente Martin era su intermediario, quizás el hombre hablaba con la verdad cuando le dijo que ya era hora de que tomará sus propias decisiones... Quizás estaba lista para comenzar a manejar su vida laboral o...
Sus ojos se abrieron de par en par al ver como la empresa Estado Unidense le ofrecía un contrato millonario por formar parte de su equipo.
Dejó caer el papel de sus manos y miró asustada la puerta, quizás era una broma de su tío ¿por qué la querrían a ella? Paso sus manos por su cabello y se sentó en la silla para lograr comprender al cien que era lo que estaba pasando. El dinero que le ofrecían era una locura, y si bien no le pedían exclusividad de proyectos, si le exigían mudarse a Nueva York.
Había mucho que pensar. En primer lugar, Jane no tenía la edad suficiente para firmar ese tipo de contratos en ese país, por lo que necesitaban que su tutor legal firmará por ella. Miró el papel una vez más y lo guardo en el cajón del escritorio, antes de tomar una desicion, era claro que debía hablar con su tío.
Se levantó y se dirigió en busca del mayor, sin embargo, una vez abrió la puerta se topo frente a frente a Polly con una sonrisa.
- Hola Jane, hay alguien que te esta buscando ¿quieres que lo deje pasar? O le agendo una hora para otro momento.
Por un segundo la imagen de George llegó a su mente, por lo que no lo pensó mucho y solo asintió.
- Claro, no tengo mucho que hacer hoy.
La mujer asintió y se retiro en búsqueda de aquella persona, por lo que la rubia dejó la puerta abierta y se dirigió nuevamente a su escritorio.
Estaba nerviosa, realmente tenía la esperanza que quien cruzara esa puerta fuera el guitarrista del cual no había tenido ni una noticia. Sin embargo una cabellera rebelde se hizo presente bajo unos lentes de sol y un cigarrillo, al verla una sonrisa se dibujó en sus labios.
- hasta que finalmente tengo a Jane Martín frente a mis ojos, pensé que serias más difícil de acceder.
La rubia alzó una ceja, no pudo no notar el acento americano de aquel misterioso chico.
- para tu suerte estaba desocupada.
Fue directa, hecho que logró sacarle una sonrisa al chico, quien se sacó los lentes apoyándolos en su cabeza, para luego sentarse frente a ella. Solo eso bastó para que Jane supiera quien era el hombre que estaba viéndola con una sonrisa, tenía que vivir en una cueva para no conocerlo, aunque bueno, ¿el estudio contaba como cueva?
- si que fue suerte, Jane. Eres la única que sé que me puede ayudar con este pequeño problema.
- pues dime, ¿en que soy buena?
Otra risa por parte de él.
- Mick me dijo que eras encantadora, pero no esperaba que tanto.
- no creo que Jagger sea una buena fuente... Ahora dime por que tengo yo el honor de que Bob Dylan pise mi oficina en medio de su gira por Inglaterra. Ve al grano.
- Encantadora y directa - saco de su bolsillo un papel - necesito ayuda con esto.
- bueno, a simple vista se ve un buen poema "like a Rolling Stone" - Alzó sus hombros - sería más fácil si tuvieras un demo - lo miró divertida.
Sin embargo y para su sorpresa el chico sacó de su bolsillo un rollo.
- y es una coincidencia que viniera preparado ¿no?
Los ojos de la chica se centraron en las letras grabadas en el rollo "columbia récords" y de alguna manera todo hizo click en su cabeza.
- ¿te atreves a traer material de la competencia a EMI récords?
- si hubiera esperado la manera legal, quizás tu carta de respuesta hubiera llegado en dos semanas más al estudio ¿no?
La mirada de Jane bajo al cajón de su escritorio antes de volver al músico quien seguía mirándola con una sonrisa.
- eres un chico muy atrevido ¿no?
- vine desde otro continente solo a hablar contigo ¿qué tiene eso de atrevido? - bromeo, logrando que Jane sonriera.
- Bien, Bob Dylan, vamos al estudio a escuchar tu demo, si no es bueno, lamento decirte que tendrás que devolverte con las manos vacías a tu país.
...
El chico había agarrado mucha confianza con Jane, volviendo el ambiente en uno demasiado cómodo para trabajar, uno que Jane solo lograba sentir cuando estaba con los chicos.
- no entiendo que no te parece de esto.
Se atrevió a decir la rubia dándole una calada a su cigarrillo.
- algo le falta Jane, y aún no sé qué es.
Pasó las manos por su pelo frustrado.
- bueno quizás podrías experimentar algo más rock... Es una canción bastante larga, si te soy sincera ¿estas seguro con eso? - asintió - bueno entonces, 6 minutos serán, pero quizás debas buscar otros sonidos.
La chica se levantó y se sentó en el piano para improvisar una tonada qué logró llamar la atención del chico.
- espera, espera, repite eso... - se quedó en silencio escuchando - eso es lo que necesito.
Se sentó junto a ella para ver las notas que tocaba.
- quizás puedas agregarle una guitarra eléctrica, eso sí que sería un cambio en tu música.
Él asintió muy atento al movimiento de teclas de la rubia.
- vente conmigo a estados unidos.
Soltó de la nada.
- ¿ah? - Jane dejó de tocar para verlo sorprendida, solo se conocían hace un par de horas.
- eres exactamente lo que estaba buscando Jane, siento que puedo entenderme contigo.
- no voy a dejar botado mi trabajo para irme contigo, suena absurdo, tengo contratos que cumplir.
El músico guardo silencio unos segundos y luego la miró.
- entonces grabemos aquí.
- tu no sabes en los problemas legales que me meterías si grabas en EMI para luego lanzarlo en Columbia.
- tu complicas todo Jane.
Le dio una calada a su cigarrillo.
- ¿qué dices a fin de mes? Yo vuelvo a América la próxima semana, arregla tus pendientes y viajas a nueva york.
- no lo sé...
- bien está arreglado ¿tienes abogados? Haré que los míos hablen con los tuyos para arreglar esos temas legales aburridos de los que hablas.
Sonrió como si fuera lo más simple del mundo. Como si solo se tratara de que sus padres hablarían con los míos para ir a jugar al parque.
- ahora ¿quieres ir por un café? No aceptaré un no.
- si, ya noté que no aceptas un no.
Bufó.
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Something (The Beatles)
Fanfiction- hemos oído el demo, pero antes de empezar a hablar de ello queríamos preguntarles a ustedes ¿hay algo que no les guste? Los cuatro se miraron, hasta que uno se atrevió a hablar. - bueno... Podría empezar por tu corbata. El pánico apareció en el ro...