Autism

♪ Dieciocho ♪

Dieciocho años...

¿Cómo una persona puede estar tan segura de que alguien le gusta? Han pasado años desde aquel encuentro con Louis y, aunque no lo sabía entonces, sé que me gustaba. Pero ¿una persona puede gustarte tanto tiempo?

Y es que no lo llego a comprender del todo. Si me preguntasen en quién pienso al despertar e ir a dormir diría fácilmente que en Lou, pero ¿Qué tan cierto puede ser?

—Honestamente creía que Louis sería tu novio —argumenta mi padre tomando su taza de café de la tarde.

Se quedó a pasar la noche en casa por asuntos que no quiso comentar. Tampoco es como que vaya a preguntar y, aún después de una noche tranquila decidió quedarse el día,  pero no esperaba que Des se animaría a sacar ese tema que no hemos hablado desde aquella noche de mi cumpleaños. La noche en que Josh dijo ser mi novio.

—¿En serio?—pregunté tomando mi taza del gabinete para servirme un poco de té caliente—¿Qué te lleva a pensar eso?

Él simplemente se encoge de hombros al tomar un trago.

—Siempre lo pensé, tal vez fue una corazonada. Quién sabe, Harry. Al principio hubiese preferido que fuese Louis. No me mal interpretes.

Las palabras de Des me dejan pensando en todo lo que ha pasado estos meses. Josh viene más seguido a casa, a pesar de que encontró novia y que reparte su tiempo. Zayn ha estado insoportable con los exámenes finales y Niall le ha propuesto a Robin pasar a vivir con él,  cosa que Rob está pensando todavía.

Siento que lo único realmente interesante que he hecho ha sido terminar con ese libro que tanto me gustó, pasar tiempo con Louis y Josh. Louis ha comenzado a vender dibujos en tiendas que requieren imágenes en sus paredes o para revender. Ha tenido suerte incluso.

Se hace de noche cuando veo el cielo desde mi habitación.  Des se ha ido minutos antes y Anne parece que no volverá hasta mañana. Odio estar solo. El conejo de peluche sigue sobre mi cama y no necesito pensarlo dos veces para llamar al número determinado como constante entre los favoritos.

—¿Harry?—la voz de Louis es preocupada cuando contesta. Me hace sonreír saber que no espera por responder a mis llamadas.

—Lou, estoy solo—susurro a la nada en mi habitación,  hay un largo silencio en el que escucho pasos y golpeteos, voces y luego la respiración de Louis.

—Estoy llendo—dice antes de colgar.  Vuelvo a sonreír.  Sólo él me conoce tan bien como para llamarlo y saber qué hacer.

No es mucho el tiempo que me toma pedir  una pizza y ordenar un poco mi cuarto. Cuando suena la puerta, ya solo tengo dos películas a la mano sin poder decidirme.

Abro y me quedo sin aliento. Dios, cada día más bello. Está un poco agitado, nervioso tal vez, su cabello revuelto por el viento y sus ojos puestos en mí.

—Scott Pilgrim o Harry Potter—le digo aún en la puerta. Lou se ríe y lo piensa un poco. Tarda y eso me está inquietando, él parece notarlo ya que sonríe más y se acerca a mí dejándome un beso en la mejilla.

—Han sacado serie de Scott Pilgrim—responde con suficiencia al pasar por mi lado. ¡Ni siquiera me puedo mover! No sé qué me está ocurriendo,  pero quiero más de eso.

Últimamente he sentido más necesidad de afecto, pero solo por parte de Louis, intenté saciar la necesidad de tacto con Zayn, pero no es posible.  De solo recordar que es Zayn algo en mi se niega al contacto.

Voy tras Louis que se sienta en el sofá.  Le hago señas de que suba a mi habitación,  él solo asiente y se retira. Tomo una gran bocanada de aire con la esperanza de no hacer algo tonto. La puerta vuelve a sonar, es entonces la pizza que llega. Pago con algo de dinero que ahorro y agradezco el servicio.  Subo lentamente las escaleras con la esperanza de que el tiempo se detenga.