Un amor inesperado

Epílogo

-Tienes que tomar los calmantes!-exclamó Eric a Lisa mientras la abrazaba por la espalda, habían pasado tres semanas desde que Brandon y Amanda secuestraron a Lisa.

El retrato hablado que habían hecho los testigos sobre la doctora pelirroja mostró que Amanda era quien estaba detrás de todo.

Afortunadamente Lisa estaba bien, en accidente que tuvieron Amanda había fallecido, Lisa se había roto su brazo izquierdo y Brandon estaba en un hospital psiquiátrico, al perder a Amanda había quedado con un terrible trauma e incluso había intentado suicidarse.

Eric aún no podía creer a lo que había llegado Brandon con tal de seguir las locuras de Amanda.

Lisa sonrió.

-Ya me los he tomado Eric!!-exclamó.

-quiero que estés bien! No sabes cuanto te amo, estuve al borde de la locura al pensar que te perdería- dijo Eric tomado a Lisa en sus brazos.

-yo también te amo y como veo que tu no piensas hacerlo lo haré yo-Eric la miró con curiosidad-aceptarias casarte conmigo Eric pattersons?-dijo Lisa con inseguridad.

Eric la miró con admiración respeto y lo más importante... Amor.

La alzó en sus brazos y sin una palabra tomó posesión de su boca devorándola con amor y lujuria.

-te amo y claro que puede usted casarse conmigo este hombre que la ama más que nada en el mundo!-dijo volviendo a dejarla en el suelo.

Lisa tenía los ojos empañados por las lágrimas que luchaban por salir.

Eric sacó una cajita rosa de de su bolsillo y la abrió en ella había un sencillo anillo de oro.

Tenía unas iniciales L&E
forever or never.

-forever or never?-dijo Lisa con emoción.

-así es nuestro amor-diji Eric aclarando sus dudas- cuando digo que te amo  es por siempre o nunca.

Lisa al fin dejó caer las lágrimas que tanto luchaban por salir y lo abrazó.

-yo también te amo por siempre o nunca-dijo en un susurro.

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Quince años después...

-papá! Puedes decirle a Albertito que deje de molestarme! Estoy hablando por teléfono!-exclamó Miranda la hija de catorce años de Eric y Lisa bajando hasta la mitad de las escaleras de su gran casa.

En esos quince años habían pasado tantas cosas...

-no la estoy molestando papá!-replico Albertito, era dos años menor que Miranda y no había momento en que no estuvieran discutiendo.

Eric sonrió, sus hijos ya no eran unos niños, habían crecido con todo el amor que Lisa y el le habían podido ofrecer, estaban determinados a tener una familia feliz, llena de cariño no como las que ellos habían tenido.

-Albertito- dijo Eric en tono de reprobación- Albert bajo la mirada. Era idéntico a Lisa, sus hermosos ojos verdes brillaban en el, aunque tenía 12 años era muy alto para su edad.

Albert lo miró apenado, y dijo.
-No estoy molestando papá, sólo le dije que quería hablar con Trish!.

Eric sonrió, Trish, la hija de Maggy y Mark, era la mejor amiga de Miranda aunque se llevaban un año de diferencia.
Eric sospechaba que a su hijo le gustaba Trish. Eric sonrió no te preocupes campeón esta noche podrás hablar todo lo que quieras con Trish iremos a cenar a casa de tía maggy y tío Mark, dijo dando una palmada en el hombro de su hijo quien sonrió fascinado.
Y se fue rápidamente.