Un giro inesperado [AppleRadio] Omegaverse AU

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—Tú no eres mi esposo, ¿cierto?—Preguntó Alastor sonriendo mientras cortaba un pedazo de carne de su plato. 

-Y-yo...

Había pasado una semana desde que despertó en esta extraña realidad. Una realidad donde Lilith nunca apareció en su vida, una realidad donde tenía tres hijos en vez de uno, una maldita pesadilla donde tenía que aguantar ver retratos de su Charchar sonriendo como el maldito venado estúpido... ¡OH, Y CLARO! Al parecer, en esta realidad estaba casado con Alastor.

Intentó mantener la compostura; Al principio pensó que era una clase de broma, pero lo descartó en cuanto vio a los niños, sus "hijos", ambos tenían la energía demoníaca que todo ser nacido en el infierno tiene. Luego pensó que era una pesadilla, tal vez algo que Alastor le había inducido para burlarse de él, pero no tenía sentido que hubiera hecho una pesadilla donde el venado actuaba como una ama de casa, eso solo lo haría lucir más ridículo. Su último recurso fue investigar si era alguna clase de castigo impuesto por su padre, pero solo encontró escasa información sobre una clase de poder que lograba enviar a personas a distintas realidades, nada exacto ni preciso de cómo regresar.

Hasta entonces tuvo que soportar vivir como este "Lucifer" lo hacía. No era tan distinto a su realidad, se asemejaba mucho a sus primeros años de casado con Lilith. Se despertaba cada mañana al lado de Alastor, desayunaba con su "familia" y luego se excusaba con el trabajo para evitar pasar el mayor tiempo posible con los niños. Luego regresaba, ignoraba a Alastor y repetía la misma escena al día siguiente.

El tiempo que logró ganar lo uso para obtener información sobre ese mundo.

Al parecer en esa realidad había una jerarquía que se imponía tanto en el infierno como en la tierra y el cielo. Intentó no darle muchas vueltas al asunto; de todas las formas, solo debía saber lo suficiente hasta encontrar una forma de escapar de esa retorcida realidad. Hasta donde sabía, él era un alfa y su "esposo" era un omega; sus tres hijos eran biológicos tanto por su parte como por parte de Alastor y tenían una vida matrimonial relativamente tranquila y cliché.

Al igual que en su vida anterior, su castillo rebosaba de cuadros familiares dondequiera que fuera. Había retratos de la infancia de Charlie, los cuales amaba especialmente, así como también había retratos de días familiares con sus otros hijos (de los cuales aún no había aprendido los nombres), y cuadros donde solo aparecían él y Alastor. Uno de los cuadros que más llamó su atención fue el de su hija Charlie, sonriendo de manera similar al pecador humano. Parecía como si hubieran copiado su expresión y la hubieran pegado sobre el rostro de su adorable hija. En la pintura, Charlie vestía un elegante traje formal mientras apretaba la mano de Mammon, como si hubieran hecho algún tipo de trato. Esa expresión en el dulce rostro de su hija le dio un escalofrío; era una expresión que nunca esperaba ver en su mundo.

De hecho, hasta ahora no había logrado encontrarse con su hija. Cuando intentó preguntarle a alguno de los dos mocosos, ellos dijeron: " Mamá dijo que dejamos de jugar con los negocios de nuestra hermana mayor, no vamos a llamarla para que vuelva". Así que por el momento solo sabía que estaba en un viaje de "negocios" en alguna parte de los anillos.

Alastor los había entrenado bien. Si no fuera por el incidente de hace una semana, creería que son muñecos controlados por el venado. No revelaban información ni decían cosas de más. Al principio, logro sacar algo, pero después del primer día tuvo la sospecha de que Alastor llegó a dudar de él y les prohibió hablar a los niños.

Pero claro, ¿Quién no dudaría cuando te encuentras con la escena del padre de tus hijos tratando de escapar de su propio castillo, mientras uno de los retoños esta inconsciente en el suelo con sangre saliendo de su nariz por un golpe que fue provocado por su mismo padre? Había levantado muchas sospechas con ese movimiento.