Un giro inesperado [AppleRadio] Omegaverse AU

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Nota: Realmente no iba a publicar esto, porque estoy en hiatus pero como God (Laww) lo arreglo me pareció maleducado no hacerlo, te amo God. Me arregle con mis tilines, igual hiatus x 1 mes o hasta que alguien escriba un fic diciendo que me ama

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UNIVERSO HAZBIN HOTEL 

"Y ahora, queridos oyentes, nos sumergiremos en las melodías de un artista que dejó su huella en el mundo del jazz. Una pieza que seguramente hará vibrar sus almas... bueno, si es que aún la conservan."

La voz de Alastor resonó a través del micrófono, impecable como siempre. Profesional, seguro, en control. Todo era como debía ser... excepto, por esa maldita sensación que persistía. Algo en su tono se quebraba, apenas perceptible para el oyente casual, pero para él era como una grieta que se extendía lentamente, devorándolo desde dentro. Se dejó caer en la silla con un suspiro profundo, y la sonrisa se le torció en una mueca de agotamiento.

Otra vez volvió a suceder lo mismo de anoche.

Frente a él, la taza de café que Lucifer le había preparado sólo para él seguía emitiendo un vapor tentador, aún caliente, tan abrasador que asfixiaba.

—¡Cariño, ahora vuelvo! ¡Tengo que ir a ver algo rápido!

La voz de Lucifer sonó detrás de la puerta.

Lucifer...

El nombre se le atascó en la garganta, haciéndole tragar con dificultad.

El aroma espeso de crema y miel se apoderaba de la habitación, extendiéndose hasta ocupar cada centímetro, pegándose en cada esquina. Dolía mucho, su cabeza palpitaba al olerlo. No entendía por qué ese maldito olor se metía tan profundo en su ser, como si intentara arrastrarlo con él, queriendo llenar todos sus sentidos hasta solo tener en mente la empalagosa crema.

Dulce, demasiado dulce que podía ahogarse.

Era un veneno disfrazado de miel.

Como el destino de una abeja que se hunde lentamente en la flor que la atrajo.

La sensación de estar rodeado por algo tan exquisito y, al mismo tiempo, tan cruel, lo hacía sentir como si estuviera atrapado en una trampa, deseando respirar aire fresco. Sin embargo... su lengua se deslizó inconscientemente por sus labios, buscando ese sabor.

Era inevitable.

Debía llamar a Niffty para que volviera a limpiar la habitación.

Estaba agotado. El sueño lo llamaba, pero sabía que dormir significaba soñar.

Y soñar significaba...

"Si este anillo te atara para siempre a mí, lo clavaría en tu dedo hasta que la sangre corriera y nunca pudieras quitártelo. Lo encantaría con hechizos que te harían arder cada vez que siquiera pienses en otro, cada segundo que me traiciones."

... Soñar con él.

No lo entendía.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué seguía soñando con ese maldito enano?

Lucifer, siempre Lucifer, aparecía en cada sueño. No comprendía por qué su mente estaba tan obsesionada con él. No, no entendía siquiera porque tenía esa clase de sueños.

Sueños tan vívidos, que incluso podía sentirlos.

"Y si existiera alguien con quien compartir esta pesadilla eterna, serías tú. Te ataría a mí con cadenas invisibles, marcaría tu piel con mi nombre y te haría arder en mi fuego." Esa imagen, la misma que lo atormentaba noche tras noche, aquella donde Lucifer le mostraba su retorcida sonrisa y esos ojos que parecían devorar todo en lo que se posaran, volvía a su mente. Era una pesadilla constante que no lo dejaba en paz. "No hay mayor placer que arrastrarte a mi infierno, hacerte mío en cuerpo y alma, hasta que no puedas respirar sin sentirme."