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UNIVERSO HAZBIN HOTEL

La devoción de Lucifer empezaba a resultarle molesta.

Al principio, había sido una estrategia ingeniosa para mantener al rey del infierno sumiso y calmado. Disfrutó enormemente de tener la atención exclusiva del demonio. No había tarea demasiado pequeña para él; desde recoger algo que se le hubiera caído hasta matar a alguien solo con mencionar su nombre, todo lo que pedía era inmediatamente cumplido, Lucifer estaba dispuesto a todo. Tener a alguien tan poderoso como él completamente a su disposición era una oportunidad que no podía dejar pasar. Todo lo que tenía que hacer era jugar el estúpido papel de ser su "esposo" y darle algunas recompensas. Era algo que estaba dispuesto a hacer con tal de seguir manteniendo a Lucifer a su lado. Fingir que amaba a alguien no es algo que no hubiera hecho antes. No era complicado.

O eso pensaba al inicio.

La idea de tener a la princesa y a su padre comiendo de la palma de su mano, confiando ciegamente en sus palabras, había sido tentadora. Era impresionante el nivel de atención desesperada que necesitaban. Charlie, en particular, era como un molde perfecto. Sola y triste por la ausencia de su madre, una niña que solo buscaba la atención que sus padres le negaron. Se aferraba a él incluso después de haberla engañado. Siempre buscaba su mirada en busca de "aprobación paternal". Era fácil de manejar, solo necesitaba hacerle creer que confiaba en ella y la tendría contenta y sonriendo. No era difícil. 

El problema venía siendo Lucifer. Los primeros días tan solo el simple acto de dirigirle una mirada parecía llenarlo de una extraña felicidad; no tenía que hacer nada más. Parecía que el ángel caído estaba incluso dispuesto a besar el suelo por donde caminara con tal de verlo satisfecho. Sin embargo, con el tiempo, las cosas comenzaron a complicarse. Lucifer ya no se contentaba solo con palabras, deseaba más. Y, por lo general, no era una persona que disfrutara que los demás invadieran su espacio personal; no soportaba la interacción corporal. Pero no era como si pudiera decirle eso a Lucifer. 

Aunque era obvio que algo así sucedería, no era un colegial jugando a enamorar a la chica que le gustaba. Se suponía que eran "pareja", por lo tanto, eso conllevaba ciertos requerimientos que lo obligaban a participar activamente. Si tan solo fuera como en la época en la que sus padres estaban casados, sería completamente diferente. Antes todo era más reservado, las personas solían ser más prudentes con las muestras de afecto. Pero estábamos hablando de Lucifer, alguien que no sabía respetar los límites de las personas. 

Desde la mañana hasta la noche, Lucifer parecía estar adherido a él. si no fuera por Charlie, Lucifer hubiera seguido con su pedido sobre dormir en la misma cama. Lo seguía de cerca, siempre atento a cualquier cosa que pudiera necesitar. Incluso cuando tenía que ir a su cabina de radio, tenía al rey idiota respirándole cerca del cuello y observando cada movimiento suyo. De las pocas veces que lograba distraerse era para ir a jugar con su hija, lo que le daba el tiempo suficiente para atender los deberes del hotel, pero cuando Charlie no lo necesitaba, estaba detrás de él. Siguiéndolo de cerca y tratando de demostrarle muestras de cariño en todo momento. 

Ya estaba harto.

A veces se preguntaba si alguna vez Lilith tuvo que soportar eso.

La absoluta adoración del rey, que esperaba obedientemente cualquier orden. La mirada hambrienta que había en sus ojos ante la mínima cosa que hiciera. Las súplicas por la muestra más simple de cariño.

¿O tal vez ella tuvo que soportar algo peor? 

Fue su decisión seguirle el juego, tenía en claro eso. Pero estaba alcanzando el tope de lo que podia soportar. Charlie ni siquiera se dio cuenta de lo que estaba haciendo realmente y tomó sus acciones como una especie de "terapia de rehabilitación" para ayudar a su padre con su pérdida de memoria. Así que se aprovechó de eso, desde el incidente con la novia de la princesa, nadie en el hotel estaba dispuesto a decirle la verdad a Lucifer, lo que lo dejaba con el camino libre para llenar su mente de mentiras. Le sorprendió la facilidad con la que Lucifer creía en cada cosa que decía.

Un giro inesperado [AppleRadio] Omegaverse AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora