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Realmente nadie en el hotel esperaba presenciar una escena como esa. Lucifer, el temido señor del inframundo, el padre de Charlie y quien más despreciaba a Alastor, ahora actuaba como un bebé mimado que obedecía cada capricho del ciervo, que solo atinaba a aplaudirle cada pequeña cosa que hacia desde el asiento con sombrilla que había invocado Lucifer.

—¡Y Boala! —exclamó Lucifer con entusiasmo, admirando el resultado de las últimas remodelaciones del hotel.

—¿Debemos aplaudir o...? —comenzó Angel, pero fue interrumpido por Vaggie, quien le dio un golpe en la cabeza.

—¡Tú solo felicítalo! —dijo Vaggie con determinación, mientras observaba con incredulidad la escena ante ellos.

Pero comencemos desde el inicio.

Luego de una larga y extensa pelea entre los residentes del hotel para separar a Lucifer y Alastor, finalmente lograron calmar de alguna forma extraña la ira desbordante de Alastor y la reciente depresión de Lucifer. Por una vez en su existencia, Angel dijo algo coherente y propuso llevarlos a lugares separados para poder hablar con ellos. Así, Vaggie y Charlie se encargaron de llevar a Lucifer al ala de "Descanso", donde habían habitaciones llenas de cojines, crayones y tapetes de yoga, un ambiente relajado y tranquilo que esperaban que ayudara a calmar al señor del inframundo.

Mientras tanto, Alastor fue escoltado por Angel y Husk al bar del hotel, simplemente porque quería tomar el trago más fuerte del lugar. 

En el ala de Charlie, Lucifer se encontraba rodeado de juguetes y colores, realmente era un lugar agradable, al menos si eras un niño de siete años con hiperactividad subida. 

—¡Papá suelta eso!—Grito Charlie viendo como su padre tomaba una de las fotos de Angel Dust para rayarla.

Lucifer soltó la foto de inmediato, como si hubiera sido sorprendido con las manos en la masa. Miró a Charlie con una mezcla de sorpresa y culpa, sintiéndose avergonzado por su comportamiento.

—Lo siento, cariño —dijo dejando a un lado la foto—Es que realmente me parece raro todo esto. ¿Dices que este hotel ayuda a los pecadores?

—Algo así—Dijo Vaggie dibujando en una esquina.

Charlie se sobo la cabeza confundida y algo frustrada ¿Qué tan fuerte había sido el golpe como para que su padre, Lucifer, creyera que su gerente era su esposo?

Aparte ¿Omegas? ¿Alfas? ¡No sabia una mierda de eso! 

—Bien, papá

—Sino me dices papi me niego a hablar—Dijo tomando uno de los patitos en la habitación para empezarlo a pintar de rojo.—Tengo suficiente con que tu hermano me llame engendro del demonio.  

—¡Bien! PAPI ¿Qué es lo que te acuerdas hasta ahora?

—Bueno... 

—Empieza por tu nombre, tu vida, ya sabes cosas de ese estilo—Dijo tratando de averiguar que tantos recuerdos había perdido. 

—Soy Lucifer Morningstar, vivo en el infierno, soy un Angel caído—Repitió mirando a Maggie que lo miraba con una mueca rara— Gobierno el anillo del orgullo pero en general soy el gran jefe de todo el lugar.

—¡Perfecto!—Dijo Charlie—Hasta ahora vamos bien, y luego...—Lo animo a continuar.

—Estoy casado con mi adorado esposo—Dijo agregándole unas pequeñas orejas al patito— Tenemos tres lindos hijos a los cuales adoro mucho. Me despierto todas las mañanas con el hermoso aroma de mi omega, desayuno un delicioso banquete a diario, disfruto de la compañía de mis amados hijos, realizo mis tareas del infierno, por las tardes Alastor me brinda una "ayuda"  y después de un rato nosotros—

Un giro inesperado [AppleRadio] Omegaverse AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora