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—Entonces... ¿Armas?

—¡Si! ¡Carmilla me ayudo con el nuevo cargamento pero aun sigo sin poder salir a probarlas durante el exterminio.

Lucifer observó a Charlie con una mezcla de preocupación y curiosidad. Aunque no era la misma Charlie a la que estaba acostumbrado, era evidente que esta joven era completamente diferente. No tenía la misma confianza, la misma fortaleza que su hija. En su lugar, parecía estar envuelta en un caparazón de fragilidad y nerviosismo, como si temiera el mundo que la rodeaba. 

Esa chica apenas tenía contacto con los pecadores fuera del castillo. Conocía a Niffty por la limpieza y, de vez en cuando, a Husk que la seguía como guardia, pero su interacción con el mundo exterior era limitada. Era como ver una versión suya angelical, llena de ideas nuevas pero asustada. 

—Papá—Llamo abriendo un cajón—¿Por qué no le avisaste a mamá sobre mi regreso?

—Yo eh...—Intento pensar en una excusa, rápido—No quería preocupar innecesariamente a tu madre.

¡Mierda! ¿Esa fue una buena respuesta?

—¿Soy una preocupación innecesaria? —repitió con su voz nerviosa y sintiendo un nudo en la garganta—. Y-yo lo siento, no quería... digo, no quiero molestarlos. Es solo que cuando mamá dijo que podía llamarte, pensé que...

Las lágrimas comenzaron a emerger en sus ojos mientras luchaba por expresar sus sentimientos. Si, esa chica era un completo desastre emocional. Sin embargo, era su CharChar, para Lucifer era imposible no sentir como su corazón se quebraba al verla así.  

—Charlie, cariño, no... —dijo con voz suave, acercándose para tomar sus manos temblorosas— Me refiero a que ya sabes, teniamos problemas  en el cielo y no quería que Alastor tuviera más cosas en la cabeza. 

Charlie se aferró a las manos de su padre, sintiendo un poco de consuelo en su afecto.

—Lo siento, papá, no quería... no quería causar problemas —murmuró entre sollozos.— Desde lo que ocurrió con ese chico solo he recibido odio de los pecadores. El señor Miguel sigue exigiendo hablar con mamá y Vox sigue insistiendo en hacerme una entrevista, yo no... yo no se que hacer. Le dije a mamá que lo había arreglado pero...

—¿Miguel? —repitió, buscando más información—. ¿Alastor ha estado en contacto con él?

— Si— Dijo sobándose los ojos—  Ya sabes, mamá es bueno con las palabras, siempre logra convencerlo. No sé exactamente de qué se trata, pero siempre parece que logra persuadirlo para que cambie de opinión. 

Mientras Charlie seguía hablando los pensamientos de Lucifer giraban en torno a la extraña conexión entre Alastor y Miguel. A medida que Charlie continuaba, su mente se llenaba de preguntas ¿Cómo Alastor había establecido contacto con Miguel, su hermano, sin que él lo supiera? Incluso Lilith, apenas lo había visto unas cuantas veces.

—Y luego le dije que podía quedarse en el castillo pero apareció un chico polilla y me lamio el brazo—continuó Charlie, interrumpiendo los pensamientos de Lucifer.—  Esta vez me controle y solo escape del lugar.

—¡¿Te lamio?!—Pregunto alarmado.

—Si... Salí a escondidas y, esta vez, me contuve. Pero me siento culpable por lo que le hice a ese chico, sobre todo porque ahora Vox no para de mandarle mensajes a mamá pidiéndole una compensación—Murmuro bostezando.—Me sorprende que no hayas ido a matarlo.

Un giro inesperado [AppleRadio] Omegaverse AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora