En un universo alternativo de Dragon Ball, después de la angustiante batalla en Namek, Goku regresa victorioso pero marcado por la profunda experiencia de ver morir a su hijo Gohan a manos de Freezer. A pesar de lograr la resurrección de Gohan graci...
El grupo formado por Shin, Kibito y los Guerreros Z se adentra en la nave de Babidi en busca del mago malvado. Su primer encuentro es con Pui Pui, quien les advierte sobre el poder de Babidi para convertir cualquier herida en energía para Buu. Goku y Vegeta discuten sobre quién debería pelear primero contra Pui Pui y deciden resolverlo con un juego de piedra, papel, tijera, siendo Vegeta el vencedor.
Pui Pui, confiado en sus habilidades, se lanza al ataque contra Vegeta, pero sus golpes son ineficaces contra el príncipe Saiyan. Por más que Pui Pui intenta herir a Vegeta, sus ataques son detenidos fácilmente, lo que frustra al guerrero de Babidi.
Vegeta:(frustrado) ¿Es en serio? ¿Para esto discutimos tanto? Qué decepción.
Vegeta extiende su brazo y con una ráfaga de energía desintegra a Pui Pui en cuestión de segundos. Luego, el grupo desciende al segundo nivel de la nave, donde enfrentarán a Yakon.
Vegeta: Este te lo dejo a ti, Kakaroto. La verdad, no valen la pena.
Goku: Como quieras, Vegeta.
Babidi, desesperado por detener a los intrusos, lleva a los Guerreros Z al planeta de Yakon, sumido en la oscuridad total. Sin embargo, subestima la habilidad de los Guerreros Z para percibir la energía de sus oponentes. Goku se transforma en Super Saiyan para iluminar el lugar, pero Yakon, quien se alimenta de la luz, lo devuelve a su estado normal. Sin perder tiempo, Goku se transforma nuevamente en Super Saiyan, pero con una intensidad mucho mayor que antes. Recuerda su enfrentamiento con el Androide 19 y su habilidad para absorber energía, por lo que decide no tolerar los trucos de Yakon. Con una ira concentrada, Goku descarga una ráfaga de golpes sobre Yakon, cada uno perforando su cuerpo y demostrando la abismal diferencia de poder entre ambos. Con una última embestida, Goku pone fin al combate, derrotando a Yakon de manera contundente.
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Babidi, cada vez más acorralado por la incursión de Shin y los Guerreros Z en su nave, opta por una medida desesperada: utilizar su poder de posesión para convertir a uno de ellos en su esclavo. Observando a los guerreros con detenimiento, Babidi se fija en Vegeta como un posible objetivo debido a su arrogancia y orgullo, pero se da cuenta de que no es puramente malvado. Sin embargo, al dirigir su mirada hacia Goku, Babidi se emociona al detectar en él un torrente de emociones negativas, como ira, arrepentimiento y tristeza, que podría explotar para convertirlo en su subordinado. Aunque reconoce que Goku no es inherentemente malvado, Babidi ve en él una oportunidad para aprovechar su conflicto interno y controlarlo a su favor.
Babidi, desesperado por controlar a Goku, recita sus conjuros a través de su esfera de cristal y los lanza hacia el Saiyan.
Al instante, Goku comienza a retorcerse de dolor, sosteniéndose la cabeza mientras se tambalea, evidentemente afectado por el ataque mental.
Goku: ¡Ah! ¿Qué está pasando? ¡Mi cabeza... duele tanto!
Mientras tanto, Vegeta, Piccolo, Ten Shin Han, Krilin, Yamcha y Chaoz observan con creciente preocupación, sin comprender la naturaleza del tormento que sufre Goku.
