El cielo ya estaba oscuro cuando nos regresamos a casa. Aparqué la motocicleta en el estacionamiento y en silencio ambos nos dirigimos hacia la entrada del edificio.
— ¿Señor Evans? — Pero justo antes de entrar al lobby mi vecino, vestido de forma elegante se cruzó en nuestro camino.
— ¡Craig!— Dice bastante animado al verme — ¡Hola! Gusto en verte — Mientras me da palmaditas en el hombro sus alegres ojos se mueven hacia Tweek —¡Oh! Pero miren a quién tenemos aquí, hola muchacho — Lo saluda como si le estuviese hablando a un niño pequeño, con una sonrisa grande y levemente agachado a su altura. Tweek incomodo se esconde detrás de mi espalda sin decir nada. Aún sin saber como actuar con otras personas —
— ¿A donde va tan elegante? — Pregunté.
— Tengo una cita
— ¡Vaya!
— No creas que por estar viejo no soy capaz de conquistar a una bella dama — Me dice arreglando su corbata — Qué hora es? — Pregunta mirando el reloj de su muñeca — ¡Cielos! Se me hace tarde, me tengo que ir ¡Adiós muchachos!
— Que tenga buena noche — Digo y nosotros seguimos nuestro camino al elevador — Deberías comenzar a saludarlo, es un buen hombre
— No lo conozco
— Solo por educación — Insistí. Sé que al señor Evans le haría ilusión escuchar esos "Buenos días" por parte de Tweek.
— No quiero — Suspiré. Sabía que nada iba a hacer cambiar su parecer. Al menos lo había intentado. Una vez llegamos cada uno a nuestras puertas nos quedamos en silencio sin saber como despedirnos. El día de hoy había sido divertido y relajado junto a su padre, ver a Tweek un poco más extrovertido había sido sobrecogedor y ahora lo que más quería era volverlo a ver sonreír.
— ¿Craig? — Tweek me llama sorprendiéndome. Lentamente me volteo y le miro. Mantiene su mirada desviada hacia la pared y sus labios fruncidos en una línea fina — Uh...hoy fue un buen día — Dijo — No había visto a papá tan contento hace mucho tiempo — Yo sonrío complacido de oír sus palabras. Me alegraba saber que para él también había sido un gran día — Gracias — Me dijo, pero a sus palabras le faltaba algo, un gesto que me moría por presenciar otra vez.
— Me dices palabras tan bonitas con una expresión de tragedia — Me atreví a joderlo un poco, solo por división y porque había descubierto que se veía lindo irritado — Habías sonreído cuando estábamos con tu padre, ¿no puedes hacerlo otra vez?
— Hijo de puta ¿Crees que soy un chiste? — Se quejó tal cual lo imaginé. No pude evitar carcajear ante su adorable expresión — ¡Ya no te rías! ¡No te hablaré nunca más!
— Está bien, lo siento — Extendí mis manos deteniendo mi risa. No iba a arriesgarme ante tal amenaza cuando me había costado semanas hacer que me dirigiera tan solo la mirada— Pero hablo en serio, deberías sonreír más — Dije tranquilo — A tu padre lo pone feliz...y te ves lindo cuando lo haces — El pálido rostro de Tweek de pronto se coloreó en rojo. Me miró con sus grandes ojos sin esperarse a que le digiera algo como eso. Y sinceramente yo tampoco esperé decir aquello cuando solo era un pensamiento personal mío. Sonreí avergonzado luego de caer en cuentas — Como sea — Dije — Ya es tarde, deberías entrar y descansar
Tweek no demoró en apartar la mirada lejos de mi y adentrarse en su cuarto sin decir nada más. ¿Qué rayos me pasaba hoy? Si seguía diciendo cosas raras Tweek podía malinterpretarlo y alejarse de mi. Todo mi progreso se iría a la basura si la cagaba con mis palabras. Tenía que comenzar a ser más consiente de lo que decía para no asustarlo.
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Tras su Puerta / Reescrita
ФанфикAl graduarse, Craig se vio expuesto ante las exigencias de su entorno. No tenía la más mínima idea de lo que quería hacer ahora que se había convertido en adulto, ni mucho menos algún plan, pero estaba dispuesto a que la vida lo sorprendiera, ilumin...