CAPITULO 12

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Luego de la salida que habíamos tenido junto a mis amigos, y de la enorme resaca que tuvo Tweek al otro día, no volví a topármelo por algunos días. Cosa que en el fondo agradecí, ya que no había podido aún calmar el incesante golpeteo anormal de mi corazón y la angustia que sentía a consecuencia. Me encontraba bastante confundido, y la ridícula insinuación de Nichole solo hacía agravar más los miles de pensamientos que surcaban mi mente. Agotado decidí que iba a ignorarlo porque era lo único sensato que podía hacer por ahora. Si no le daba la importancia suficiente pronto aquella confusión se esfumaría. 

Me bajé de la motocicleta a eso del mediodía justo en frente de la clínica en donde había estado visitando a Richard regularmente cada vez que podía, lo cual ya se me había hecho costumbre. El hombre ahora era para mi como un mejor amigo más, era divertido, relajado y sabía siempre que decir. Me gustaba pasar tiempo con él y más aún al darme cuenta que con ello Tweek se relajaba un poco más. El ambiente entre ellos se sentía ameno cuando estaba presente entre ambos. No quería atribuirme ningun logro claramente, pero pude entender que era algo que ellos necesitaban para poder expresar mejor sus sentimientos. Un intermediario que apaciguara un poco el dolor y la rabia. 

Seguí mi camino directo hacia el jardín, pues el sol brillaba radiante y como cualquier día cálido Richard lo aprovechaba para salir a su lugar favorito. Pero cuando me encontré con la pérgola completamente desolada un sentimiento asfixiante invadió cada espacio de mi pecho. Pronto me vi corriendo hacia la recepción de la clínica, asustado y sin poder respirar bien. 

— Hola, v-vengo a visitar al paciente Richard Tweak — Traté de no verme tan preocupado cuando le hablé a la recepcionista. Todo mi cuerpo temblaba con ansiedad ante la espera de una respuesta positiva. No ver al señor Tweak en su lugar habitual cuando las condiciones climáticas eran sus favoritas tan solo me decían que lago había sucedido. 

— ¿Tu nombre? — Me preguntó la mujer. 

— Craig Tucker — Respondí aclarando mi garganta apretada. Luego de teclear un par de veces en la computadora, la mujer me dio el numero de habitación y el permiso para pasar. Respirando con un poco más de alivio al no recibir una mala noticia de su parte, me encaminé hasta las escaleras y subí hasta el segundo piso en busca de su habitación.

— ¡Ya cállate! — Fue lo primero que oí cuando me acerqué a la puerta que estaba medio abierta.

— Deberías darle una oportunidad — Oí a Richard decir — Es guapo

— ¡Te dije que te callaras! — Tweek gritó una ultima vez antes de que su mirada conectara con la mía. Tenía las mejillas coloradas.

— Eh...lamento la intromisión — Me disculpé cuando ambos me observaron entrando a la habitación. 

— ¡Craig! ¡Que gusto verte! — El hombre me sonríe grande mientras me acerco hasta él. 

— Creí que estarías afuera en el jardín — Dije tratando de que el pequeño susto que había pasado no se notara en mi rostro — El día está bello, ¿pasó algo?

— Tenía un examen de sangre — Respondió Tweek cruzado de brazos — lo cual lo deja débil y no puede salir 

— Si puedo salir, pero tu no me dejas — Se quejó el hombre — Como sea, ya podré hacerlo mañana si los días siguen igual de bonitos, no soporto estar aquí dentro — Agregó.

 Entonces nos quedamos allí haciéndole compañía por el resto del tiempo de visita. Jugamos a las cartas y luego ayudamos a Richard a acomodarse para que comiera el almuerzo del que se quejó a penas la enfermera se fue de la habitación. En todo ese rato me mantuve al margen de algunas interacciones de Tweek y su padre, tan solo mirando al rubio estar pendiente de cada petición o molestia de Richard, siendo siempre bastante preocupado y atento, muy por el contrario a como le respondía normalmente. Las palabras de Tweek eran letales, pero sus acciones eran cuidadosas, demostrando con ello su verdadera naturaleza. Su coraza era dura, podía apostar que hasta irrompible, pero era lo que protegía con eficiencia su lastimado corazón

Tras su Puerta / ReescritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora