Romeo y Julieta | Danilo Sanchez / Matias Recalt

7. Somos amigos

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-Mira como tenes el pie, que pelotuda es esa mina por dios- hablo Romina, la mamá de Julieta mientras le ponía hielo en el sillón de su casa.

-Si, me hizo mierda- dijo la colorada -Ay me duele- se quejo.

Alguien tocó la puerta -Bancame- su mamá fue abrir y del otro lado se encontraba el uruguayo.

-¿Que onda Romi?- saludo a la mamá de Julieta.

-¿Que onda uruguayo? pasa dale- ella le abrió la puerta y el entro.

-¿Que onda colo?, ¿te sentis mejor?- pregunto el al ver a su amiga.

-Maso- contesto ella sentándose en el sillón.

-Bueno, si queres te llevo alzando, no tengo problema- dijo y ella río.

-¿A donde van ustedes?- pregunto Romina cruzándose de brazos.

-Al cumple del Jorge, te dije esta mañana- contesto la pelirroja.

-Vos con el pie asi no vas a ningun lado- ordenó su mamá.

-Ohh dale maaa- se quejo ella -Voy y vuelvo con el Uru- dijo y Danilo asentio.

-Dije que no- repitió Romina.

-Déjela doña, yo la cuido, la llevo y la traigo- pidió el uruguayo.

-Dale porfa ma, no me voy a quedar acá aburrida- insistió ella.

La mayor dudo -Bueno esta bien, pero van un ratito y vuelven, traela temprano y cuídala uruguayo- finalmente su mamá sedio, Danilo asentio a sus órdenes y Julieta se levanto.

-Gracias ma, vuelvo temprano, nos vemos- ella le dio un beso en la mejilla como pudo y Danilo la ayudo a caminar.

-No se haga problema doña, nos vemos- dijo Danilo caminando con la colorada hacia la puerta.

-Bueno dale, nos vemos, cuídense- hablo ella y los chicos desaparecieron después de cerrar la puerta.

-Puedo sola uruguayo- hablo Julieta.

-Te ayudo no tengo problema- dijo el.

-Puedo sola enserio- insistió.

-Julieta- el la miro como diciendo que lo dejara ayudarla.

-Puedo uruguayo, tampoco quede sin pie- insistió ella y Danilo respiro.

-Bueno esta bien- el la soltó dejándola caminar sola -Pero apura- empezó a caminar rápido y ella no podía seguirle el ritmo.

-Tampoco seas así forro- hablo caminado como podía, Danilo iba más adelante que ella -Uruguayo!- grito y el se detuvo.

-Dale apurate colorada- se detuvo en una esquina del edificio esperándola.

-Bancame gil, no puedo- hablo acercándose a él.

Julieta caminaba a paso rapido y su pie le dolía horrores, cuando llegó cerca de el perdió un poco el equilibrio por el dolor del pie y se cayó, por suerte el uru estaba ahí para sostenerla antes de que se caiga.

-¿Estas bien?- hablo Danilo muy cerca de ella.

Sus caras habían quedado bastante cerca y ninguno parecía querer moverse. Ella solo asentio con la cabeza y siguió mirandolo a los ojos, haciendo contacto visual.

El uruguayo sintió un cosquilleo en su panza y perdió su mirada en los preciosos ojos verdes de la colorada, eso mencionando que cada dos por tres se le bajaba la vista un poco para mirar los labios de la chica, a ella le pasaba igual.