Parte sin título 3

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Capítulo 3

Hermione escucho el clic. La puerta derecha se abrió y Draco subió al coche.

Ella se deslizo el extremo opuesto para alejarse todo lo posible de él. El la miro un momento. A la escasa luz del interior, sus ojos grises brillaban. Su mirada la estremeció.

Por un segundo, mientras el cerraba la puerta, la luz de una farola había incidido justo en su mano. Tenía los dedos delgados, las uñas largas y bien cuidadas, y sus movimientos eran precisos. Hermione oyó la puerta delantera abrirse y cerrarse. Draco cogió el teléfono, marco tres números y hablo en francés. Nada más colgar el teléfono el coche arranco.

Él se reclino cómodamente en el asiento, estiro las piernas y apoyo el brazo izquierdo a lo largo del respaldo. La miro. Y luego hizo un movimiento tan rápido que Hermione no pudo reaccionar. La agarro del brazo y la atrajo hacia sí.

Si pensaba matarla, lo habría hecho mucho antes, en el cul de sac. Así que quedaba la violación. Había leído que la mejor defensa en ese caso era correr, luchar o, si eso fallaba, cooperar para evitar daños mayores y esperar la ocasión de escapar. Pero no veía el modo de huir del coche. El parecía sorprendentemente fuerte; luchaba, lo más probable era que se hiciera más daño aun. Así que de momento, trato de conservar la calma.

El agarro un mechón de su cabello y la hizo echar la cabeza atrás. El coche avanzaba por una calle iluminada con farolas, creando una secuencia fija de luz y oscuridad. Y cada vez que la luz entraba por la ventanilla, Hermione veía su rostro. Parecía más lleno en ese momento, menos hambriento y salvaje.

Draco desato el pañuelo de su cuello, le desabrocho el abrigo poco a poco y luego abrió el escote de su vestido, dejando el cuello al descubierto. Ella sintió su corazón acelerarse, estaba muerta de miedo. La mano de él, de pronto tan cálida como antes fría, se deslizo por dentro de su sujetador. Sus dedos acariciaron el pezón izquierdo hasta que se puso erecto.

- ¿Cuánto tiempo hace... - se apresuró ella a preguntar – que no está con una mujer?

El hizo una pausa antes de contestar:

- Mucho. Demasiado, quizá.

El la miro de un modo extraño.

- ¿qué vas a hacerme?

Sus labios se curvaron en una maliciosa sonrisa antes de decir:

- Lo que me apetezca, Hermione, lo que me apetezca.

Draco se abalanzo sobre ella y comenzó a besarla en la boca profundamente, clavándola en el asiento. Ella estaba muy tensa, pero ella tenía agarrada de tal modo que no podía escapar. Así que Hermione se concentró en conservar la calma y prepararse para actuar. Era la única opción.

Hermione alzo una mano y rozo su rostro con las puntas de los dedos. Su piel estaba caliente, suave, sedosa. Aparto delicadamente el rostro de Draco, consciente de que cualquier movimiento brusco daría lugar a una respuesta agresiva. Y, quizá por su modo de hacerlo, él se apartó.

- Quiero hacer un trato con Tigo – dijo ella, apenas sin aliento.

Él se echó atrás y comenzó a reír. Las luces delanteras de un coche con el que se cruzaron eliminaron momentáneamente el interior. Los dientes de Draco reflejaron la luz. Fue solo un segundo, pero Hermione se sorprendió al ver lo afilado y largos que eran sus incisivos.

- ¿Y qué crees que tienes para ofrecerme? – pregunto el, divertido.

- Mi cuerpo. Tú lo quieres, y yo puedo dártelo.

EL NIÑO DE LA NOCHE ( DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora