capitulo 28

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Un reflexivo silencio se apoderó de la casa mientras Morianna, Rodolphus y Narcisa estaban reunidos. Pasó la media noche, la una y las dos de la madrugada. Hermione estuvo una hora con Michael, observándolo organizar los elementos químicos en jarras y cajas con Theo. Ninguno de los dos le prestaba mucha atención, y ella estaba demasiado preocupada como para participar en el juego. Se preguntaba en qué lío sehabía metido.

Evidentemente, el mechón de cabello y el pañuelo antiguo eran lo único que quedaba de las dos primeras amantes de Draco. Pero lo que encontraba más perturbador era el hecho de que, habiendo colocado sus recuerdos junto con los delas otras dos, Draco la estaba relegando al pasado, a la memoria.

Todo el asunto resultaba bastante confuso. Sin duda un vampiro podía crear a otro. Hermione conocía la historia de Ginebra. Y sabía que Rodolphus había transformado a Berllatrix. Y que Narcisa había transformado a Draco. Se preguntaba por qué Draco no podía hacerlo. Había momentos, como la noche anterior, en los que sentía que él la amaba un poco y que ese amor podía crecer. Pero quizá se tratara simplemente de sexo o de un romance pasajero, y su necesidad de estar con Michael la hiciera engañarse.

No obstante, y aparte de todo eso, lo que Hermione realmente se preguntaba era si acababa de firmar verbalmente su sentencia de muerte.

A las tres de la madrugada sonó el teléfono. Hermione seguía en el salón con Theo y Michael, pero se les habían unido Ginebra y Bellatrix.

Ginebra contestó.

—Es para ti —dijo Ginebra con una expresión tensa mientras le tendía el auricular a Hermione.

Hermione contestó de mala gana.

—Hermione, ¿de verdad estás bien?

La voz de Rene sonó bastante extraña, como si hubiera estado bebiendo.

—Sí, Rene, te dije que estaba bien. ¿Por qué llamas aquí, y a estas horas?

Los demás la observaban. Hermione se puso nerviosa. Por fin todos conocían susecreto. Incluyendo a Draco, que no tardaría en enterarse.

—¡Oh, Hermione!, los has encontrado. ¡Has encontrado a los vampiros!

—Sí, pero escucha, este no es buen momento para hablar. Me pondré encontacto contigo dentro de unos días.

—¿Es cierto que viven eternamente y que no en vejecen?

—Rene, por favor, tengo que colgar. Estoy bien, en serio. Todo va bien. Cuídate.Te llamaré pronto, te lo prometo.

Hermione colgó y se enfrentó cara a cara a los demás.

—Nuestro número no viene en las guías. ¿Cómo lo ha conseguido? —preguntó Theo con voz tensa.

—No... no lo sé. Yo no se lo he dado —dijo Hermione—. Ginebra, tú sabes que yo no se lo he dado.

Ginebra pareció incómoda.

—¿Qué otras cosas más sabes tú? —le preguntó entonces Theo a Ginebra.

La pelirroja cruzó las piernas, tenía ambos brazos sobre el pecho.

—Le dejé a Hermione que hiciera una llamada para que esa mujer no se preocupara. Supongo que conoce a alguien de la empresa telefónica. Quizá rastreó la llamada de Hermione.

Theo se puso en pie. Todo su cuerpo estaba tenso.

—¡Comen sie mit mer!

Theo abandonó la habitación y Ginebra lo siguió con una expresión nerviosa y de culpabilidad.

EL NIÑO DE LA NOCHE ( DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora