capitulo 24

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Hermione aterrizó en el aeropuerto Mirabel de Montreal a las tres de la tarde. Nada más poner un pie allí deseó llevar un abrigo más cálido. Pero no se compraría ninguno, no pensaba estar tanto tiempo en Canadá.

Le costó un enorme esfuerzo no dirigirse directamente a la dirección que Rodolphus le había dado. No obstante, trató de mantener la calma durante el largo trayecto en taxi al centro de la ciudad. Hizo una reserva en un hotel, arregló los papeles para alquilar un coche al día siguiente y compró comida en abundancia para, después, salir a tomar una cena ligera a un sitio agradable. Nada más entrar en la habitación del hotel llamó por teléfono a Rene.

Sufría las molestias del desfase horario, así que la llamada le resultó extraña, como si la conversación no estuviera sincronizada.

- Hermione, llama a la Policía.

- No, Draco y los otros saben muy bien cómo hipnotizar a la Policía... y a quien haga falta.

- Voy a tomar un avión hacia allí. No deberías estar sola.

- Rene, no seas ridícula. Necesito hacer esto con rapidez. Tengo que llegar de día, mientras ellos sean vulnerables, y sacar de allí a mi hijo antes de que despierten.

- ¿Te olvidas de que ellos os secuestraron a ti y a tu hijo? Ellos son cuatro, y tú solo una. Te superan en número. ¿Qué te hace pensar que vas a salirte con la tuya?

- Ellos solo podían hacer lo que hicieron porque yo no comprendía realmente lo que eran. Ahora lo sé, pero yo también puedo jugar a ese juego. Voy a recuperar a mi hijo.

- ¿Y luego?

- Luego volveré a Filadelfia. Era mentira. No tenía intención de volver a Filadelfia; era el primer lugar donde la buscarían. Pero no quería contárselo todo a Rene en ese momento. Se oyó un ruido como de hielo.

- Hermione, dame la dirección. Alguien tiene que saber dónde estás. Hermione dudó antes de contestar:

- Si prometes no llamar a la Policía ni presentarte aquí. Entonces fue Rene la que vaciló.

- Solo si no sé nada de ti antes de mañana por la noche.

- No, Rene, de ningún modo. Tengo que descubrir cuál es exactamente la situación. No sé si Michael sigue vivo aún... no quiero complicar las cosas.

Otra pausa.

- Está bien, pero dame la dirección. Solo por si acaso.

- Tienes que prometerme que no vas a interferir.

- Te doy una semana. Es más que razonable. Tienes mi palabra. Después llamaré a la caballería.

Hermione le dio la dirección. Una vez más, oyó el sonido de la bebida en la taza de Rene. Durante todos aquellos años Hermione había supuesto que bebía agua, pero en ese momento se preguntó si sería realmente así. Sobre todo porque Rene articulaba mal algunas palabras.

- ¿Sabes, Carol?, jamás pensé que diría esto, pero... creo que estás a punto de descubrir algo.

- No te comprendo.

- Quiero decir... ¿y si son vampiros de verdad? ¡Los no muertos! -Exclamó Rene que, tras una pausa para dar otro sorbo, continuó-: No envejecen. ¿Tienes idea de lo que eso significa? ¡Hay tanta gente en este mundo que lo consideraría un milagro!

- Puede que ese sea el único beneficio de su condición.

- ¿Beneficio? Es mucho más importante que eso. Ellos tienen lo que todos nosotros buscamos: una vida eterna.

EL NIÑO DE LA NOCHE ( DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora