⌂ O2 : amor en su primera fase.

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― ¡Lele! ― el gatito miró al mayor y después se dio media vuelta con un caminar lento y delicado.

No estaba con humor para doblegarse por un humano sucio.

¿Estaba molesto? Sí.

¿Quería aruñar esa carita y de ojitos lindos? También.

¿Hambre? Mucha.

Pero su orgullo es mucho más fuerte, y antes de que fuera arrebatado de los brazos de su mami, ella había citado "No dejes que los humanos te hagan daño" Y bueno, ayer por la noche claramente lo habían dañado.

Y no era la primera vez, sabe que Haechan suele ser muy olvidadizo, y que tiene muchas cosas pendientes por la escuela.

Pero le había hecho una promesa, aquella tarde de lluvia donde temblaba de frío y más hambre tenía, le había dicho que con él nada le faltaría, que le daría amor y que nunca lo dejaría solo.

Aún recuerda como ambos lloraban las primeras noches, como Chenle tenía miedo y sin querer encajaba sus garritas en su cuerpo.

Fue doloroso, y ahora todo era bello con momentos café.

No grises, él ama el gris.

Y es por eso que no podía dejar pasar cuando se le olvidaba que él también sufría, la perdida de su mami sería algo que no olvidaría, mucho menos como sus hermanos se fueon poco a poco y había quedado solo.

Lele...

No, Ji. ― se metió debajo del cuerpo del gatito castaño con manchas negras en sus orejas que formaban dos corazones al juntarse. Eso es lo que más le gustaba descatacar de su amigo, aquél gatito que desde siempre ha pertenecido a Haechan, al cual, en su momento llegó a tenerle envídia.

Porque él sí sabía dónde estaba su mami, porque él sí sabía dónde estaban sus hermanos y porque él no tenía miedos.

Por eso quería ser como él; valiente, fuerte y lindo, pero no llegaba a más, no podía cuando todo su pasado volvía y le hacía que le doliera.

Besitos, Ji. ― tapó su carita con sus patitas, disfrutando de las caricias del mayor en su pelo.

Sin saber que Haechan los veía desde el marco de la puerta sonriendo, tomó fotos y después volvió a apreciar la imagen que tenía en frente, sonriendo aún más cuando Jisung comenzó a limpiar a Chenle detrás de sus orejitas.

Probablemente Jisung estuviese enamorado. Haechan chilló en su interior, viviendo de esa idea que le causaba satisfacción, incluso creyendo que ellos no sabían lo que es el amor.

Cuando claramente el de manchitas estaba consciente de lo que sentía.

Cuando claramente el de manchitas estaba consciente de lo que sentía

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gatitos 𖦹 𝙅𝙄𝘾𝙃𝙀𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora