⌂ 12 : háblame de ti, y creo que podría amarte.

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Chenle se sentía mal, pero esta vez era porque le molestaba ser indiferente con Jisung.

Él siempre veía por los demás, por él, pero Chenle no hacía lo mismo, estaba más al pendiente de Haechan que de preocuparse por Jisung, el gatito que se quedaba a su lado a la hora de dormir, cuando tenía miedo, cuando quería un abrazo.

Y eso era tan malo, lo hacía sentir como el malo de la historia.

A paso lento se acercó al mayor, golpeando con su cabeza la patita de Jisung.

Cuando despertó, ni siquiera lo dejó hablar.

Cuéntame de tí. Todo, yo quiero escucharte.

Mi vida no es importante.

¡Lo es! Así que dime, yo quiero saber todo.

Jisung dudó, pero al final terminó cediendo. ― Mi papá es un gato de la calle, a mamá jamás le importó eso, pero no es como que volviera a verlo. ― cerró sus ojos pensando y después asintió. ― Mis hermanos y yo no nos llevamos bien, eso es que no crecimos juntos como tal, pero todos concordamos en que queremos a mamá.

>> Cuando era pequeño un perro mordió mi pata y por eso camino un poco lento, no duele, pero llega a ser incómodo por ratos.

>> Haechan no iba a ser mi dueño, tenían pensado llevarme con otra familia pero Haechan lloró y por eso me quedé con él.

>> No me gusta matar animales, es decir, cuando están muertos es otra cosa, pero no me gusta tener que yo el que les haga daño.

>> Me gustaría darte muchos pájaros muertos, pero es difícil hallarlos, por eso trato de hacerte saber que te quiero de otras formas.

Dejó un toque en la nariz del menor con la suya y sonrió.

>> A veces me gustaría que Jaemin también fuera mi dueño, consciente tanto a sus gatitos que me hace querer ser parte de ellos.

>> No me gusta la forma en la que me acerco a tí, no quiero forzarte a amarme, pero también quiero que lo hagas porque mi pecho duele cuando siento que no me quieres.

Te quiero.

No como yo a tí y eso es feo.

Pero quiero hacerlo. ― ahora fue él quien dejó un pequeño roce en la nariz del otro. ― Sólo que no sé.

Entonces vamos a aprender juntos, sin Haechan u otros de por medio.

Chenle no se negó, contrario a eso, se acercó a dejar pequeños roces de su nariz en la frente del gatitos con orejas de corazón.

Chenle no se negó, contrario a eso, se acercó a dejar pequeños roces de su nariz en la frente del gatitos con orejas de corazón

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