Legión de Ángeles. (Yaoi)

Capitulo 34

Ryeowook sentía mucho dolor. Cada parte de su cuerpo estaba adolorida debido al maltrato recibido. Golpes, rasguños, latigazos en su espalda... su cuerpo estaba cubierto de todo tipo de marcas. Desde que lo separaron de Sungmin fue sometido a todo tipo de torturas, tanto físicas como mentales... jugaban con su mente, haciéndole ver ilusiones que lo deprimían y torturaban. Solian mostrarle cosas horribles, desde un infierno horrible, almas sufriendo, fuego... hasta sus seres queridos muertos, en el piso sobre un charco de sangre. Todo con la intención de quebrarlo.

Casi lo logran, sino fuera porque el pequeño tiene una fuerza de voluntad inimaginable. Sus ganas de seguir viviendo, luchando por sus vida y de no ser doblegado lo envolvían y lo hacían sentirse fuerte. Además que siempre pensaba en lo que les pasaría a sus seres queridos si se llegara a rendir... Leeteuk... Kangin... Yesung.... Heechul...

Quien mas le preocupaba era su hermano. Al ser mayor que él, uno pensaría que seria mas fuerte, con mas determinación para la supervivencia... pero no era asi. Heechul era muy frágil aunque no lo demuestre. Era una persona que tuvo que crecer desde una edad muy corta para poder cuidar a su hermano, para poder mantenerse con vida, y eso le impidió el poder disfrutar. Su hermano fue prácticamente la única fuente de cariño que tuvo durante muchos años, antes de conocer a sus nuevos padres. Asi que, no podría rendirse... mas que todo por él.

Habían pasado varias horas desde la ultima "visita" de los "torturadores" como él los llama. Ya deberían de volver. Tenia el tiempo mas o menos calculado de distancia entre cada visita. No eran nada agradables. Lo único que agradece de todo... es que nunca lo tocaron de alguna manera inapropiada... solo se limitaban a golpearlo.

De repente, el sonido de la cerradura de su puerta hizo click, dándole a entender que habían vuelto con mas torturas. Pero esta vez Ryeowook estaba preparado. Durante esas horas de "descanso" estuvo ideando alguna manera de escapar. Ya que no había ningún tipo de ventanas en su celda, su única salida era la misma puerta.

No seria fácil, pero tampoco difícil. Ideó un plan y solo se había limitado a esperar. Justo cuando la puerta había sido despojada de su ultimo candado, Ryeowook utilizó su pequeño talento escondido.

Invisibilidad.

Tendría que ser rápido. Aun no perfeccionaba su talento y solo tenia un tiempo limite de media hora para utilizarlo. No podría haber ningún error.

Apenas se abrió la puerta, se acercó sigilosamente a esta pero aun algo de lado para dejarlos pasar desesperados al ver la celda vacia. Una vez que la puerta estuvo libre, no dudo ni dos segundos y salió corriendo con todas sus fuerzas, ignorando los gritos de dolor que daban sus cansados musculos.

No tardó ni 10 segundos en llegar a la celda de Sungmin con la intención de sacarlo de allí, pero tal fue su sorpresa al llegar y conseguir la puerta abierta y dentro ningún rastro del rubio.

Entrando en pánico, Ryeowook miraba a todos lados pensando que su llamado hermano estaría escondido en alguna grieta pero no... no estaba por ningún lado. Sin saber que hacer, Ryeowook decidió buscarlo por las demás celdas. Pero sin ninguna suerte. Todas las celdas de allí abajo estaban vacias. Ya no sabia que hacer. Estaba muy seguro de que su plan no fallaría! Él saldría de su celda utilizando su poder para luego ir por Sungmin, cubrirlo con su poder y asi tratar de escapar de ese lugar tan terrible, pero ahora... sin Sungmin por ningún lado, no sabia que hacer, hasta que los mismos guardias que siempre entraban en su celda, salían corriendo diciendo exactamente lo que necesitaba oir. O eso creía.

-"Demonios! El amo nos matará! Como pudo escapar esa sabandija!"-

-"No lo se... pero no me preocuparía tanto, las sombras de la tierra se encargaran de él... mejor vamos al templo... pronto comenzará el ritual y no quiero perderme el como le sacan el corazón a ese rubiecito tonto... apurate! Que lo llevaron allá hace horas!"-