Legión de Ángeles. (Yaoi)

Extra

En un lugar distante, lejos de todo ser vivo, un lugar oscuro, sin luz de sol, cuyos edificios parecían estar en ruinas desde hace millones de años, y las personas, si es que se les puede llamar asi, recorrían los caminos buscando algun rastro de algo comestible, porque, aunque estaban rodeados de lo que parecía ser un bosque, este no estaba vivo. Era un campo de arboles sin hojas, sin frutos, sin vida alguna, solo ramas secas, piedras y tierra, pero si sabias donde buscar, conseguirías sustentos alimenticios, y algo que escaseaba pero no faltaba, el agua.

En ese lugar tan lúgubre y oscuro, lleno de negativismo, habitan los llamados Seres de las Sombras, aquellos que una vez fueron angeles, puros u oscuross, pero que debido a alguna fechoría de grado máximo, fueron sentenciados a la explusion a ese horrible lugar.

En uno de los edificios mas antiguos, y por mucho que cueste creerlo, uno de los mejores cuidados, habia un tipo de reunión secreta. Al parecer uno de los altos mandos del ejercito convocó una reunión con sus súbditos mas allegados, sus fieles mas fieles, con el propósito de llevar a cabo un consorcio y llevar a cabo un plan. Este líder, ese supuesto alto mando del ejercito, un hombre alto, fornido, de mirada seria, y con una sed de venganza que abarca mas allá de lo posible, un hombre que fue desterrado de su hogar injustamente, y que no se detendría en nada hasta ver sufrir al culpable de todo esto. Este hombre, antiguo angel oscuro, poseía una sed de venganza muy profunda, y solo con la muerte de su objetivo, y la obtención y manipulación de su poder divino, obtendría el regocijo que tanto busca.

Dirigiendo su mirada fría y calculadora a los pocos reunidos frente a él, el hombre les habló con tono seco eimponente, con la intención de recordarles quien es el que manda.

-"Los mande a llamar porque según tengo entendido, en el ultimo reporte de GD, nuestros muchachones se mudan de la ciudad. Hasta donde se... ya los sacaron del colegio, y los enlistaron en uno nuevo."– murmullos se escucharon entre la pequeña multitud, señales de desaprobación, entre otros. –"Silencio!... también, he sido informado que Yunsu comenzó con el ataque mental hacia nuestro blanco, y al parecer está surtiendo efecto, solo es cuestión de tiempo... pero, lo que aun no logro descifrar... es porqué cada vez que uno de uds trata de acercarse a un puro, regresan con las manos vacias, en especial cuando atacan al objetivo principal! Uds son sombras señores! Ellos son solo niñitos mimados!"- dijo con tono molesto, mirando enfurecido a los cuatro elegidos para la misión, que al ver que los regañaban públicamente, bajaron sus cabezas en señal de vergüenza.

-"No es nuestra culpa Señor. Los oscuros jamás los dejan solos! Hemos tratado de todo, pero siempre hay uno de ellos merodeando sus cercanías... siempre, desde que eran mas pequeños, habia algo que los protegía... a los hermanos, ese señor despedia un olor potente que nos auyentaba, con el pelirrojo, esa hermana lograba esquivarnos con una especie de escudo, hasta que sucedió lo del secuestro, y el peor de todos ha sido ese chiquillo rubio! Hay un aura oscura que lo protege esté donde esté jamás permitiéndonos que nos acercaramos ni 2 metros! Y tambi—"- habia comenzado a balbucear Siwon, esperando que con sus explicaciones lograra salvar su pellejo y el de los demás, pero fue cortado bruscamente cuando una esfera gris de olor putrefacto impactó contra su pecho y lo hizo volar y estrecharse contra uno de los muros.

-"Silencio dije! No me interesan sus excusas de segunda! Tienen que hacer un mejor trabajo, esforsarce mas! Sangrar si es necesario! Nesecito ese puro!! Y como al parecer, uds ineptos de pacotilla, tendrán ayuda para esta nueva fase, y como el problema son los oscuros, tendremos que buscar una manera de alejarlos... y tengo justo lo necesario... no es asi querida?"- dijo el hombre, señalando a la parte mas alejada del "trono", donde se escuchó una risa, y unos pasos con lo que parecían ser tacones.

Una voz, melosa, fría, calculadora, se escuchó en los confines de la sala, erizando hasta el ultimo cabello de los allí presentes.

-"Por supuesto mi señor"- dijo una joven de cabellos negros largos, con ojos de un color avellana que no demostraban emoción alguna. Junto a ella estaban 3 jovenes mujeres, todas con los mismos ojos, pero diferentes estilos de cabello, sonriendo de igual forma. Cínica y malvadamente.

-"Yo y mis hermanas sabremos que hacer"-