Legión de Ángeles. (Yaoi)

Capitulo 11

*Cuarto del Yewook*

La pareja, llevaba unos 15 minutos acostada y abrazada en la cama, ya bañados y con el pijama puesto, uno en mono negro con dibujitos de tortugas y una guarda camisa azul, y el otro usando un traje completo de algodón color azul clarito con estampado de jirafas por todos lados. Ninguno de los dos quería comentar sobre lo ocurrido hace poco en la discusión de la sala, sobre las sombras, el elegido y otro poco de cosas que no lograron entender mucho, pero uno de ellos no podía dejar de pensar en que su pequeño podría correr peligro, si era acosado por seres malignos. Quién sabe que le harian si llegaran a colocar sus sucias garras sobre él.

Yesung meneó la cabeza, no quería seguir pensando en ese tipo de cosas, que lo único que hacían era ponerlo mas nervioso y sobreprotector de lo que ya era cuando de su Ryeowook se trataba. Volteando a mirar a dicho joven, pudo observar como sus ojitos estaban cerrados, sus mejillas aun estaban con el rastro de las lagrimas que derramó al escuchar todo lo que dijo Hankyung, y sus labios estaban formados en un pequeño puchero en señal de miedo.

Sin poder evitarlo, lentamente, Yesung se fue acercando al rostro de su pequeño, a esos labios rojizos y delgados que lo invitaban, y tiernamente le dio un pequeño beso, lo que ocasionó que el otro abriera los ojos mientras sus labios se convertían en una pequeña sonrisa llena de pena y sus mejillas se coloreaban de un rojo cereza.

-"Lo siento, te desperté?"-

El pequeño meneó la cabeza tiernamente y soltó un suspiro de felicidad, pestañeó dos veces y le dedicó una hermosa sonrisa a su novio, que aun no le quitaba la mirada de los labios. Sin previo aviso fue atacado por los labios del mayor de una manera un poco mas fuerte y con cierto toque de pasión, lo cual tomó por sorpresa al joven pero luego, sonriendo ampliamente, se dejó llevar y le devolvió el beso de igual forma, rodeándole el cuello con sus brazos atrayéndolo hacia si, y sin querer, logrando que sus posiciones cambiaran, estando el mayor sobre el pequeño, cómodamente acostado en medio de sus piernas y los brazos a cada lado del cuello del menor aguantando su peso para no aplastarlo.

La temperatura del cuarto subía, al igual que la intensidad del beso. Yesung, con la punta de su lengua, la pasó suavemente por el labio inferior del pequeño pidiendo permiso, la cual fue concedida animadamente, provocando una batalla sensual entre sus lenguas, dejando a Yesung como el ganador y dominante, mientras sus manos comenzaban a bajar lentamente por los costados de Wook masajeando con la punta de los dedos, los hombros, el brazo y pasar al area de las costillas, bajando mas hasta llegar a sus piernas, y con un movimiento rápido, agarrarlas por la parte interior de las rodillas y hacer que estas se colocaran a cada lado de sus caderas, proporcionándole una cercanía mas placentera para ambos.

Wook, inconscientemente, bajó sus manos del cuello del mayor y comenzó a masajear su espalda de forma sensual, metiéndolas por debajo de la guarda camisa, sintiendo su piel suave, provocándole escalofríos, haciendo que el otro soltara un gemido de apreciación con lo que hacía con sus pequeñas manos. Perdiendo la noción de lo que pasaba, Yesung comenzó a besar el cuello de Wook, dando pequeños mordiscos sabiendo de ante mano que ese era su punto débil, y sin detenerse a pensar, subió una de sus manos lentamente y comenzó a escabullirla por su espalda tratando de bajar la cremallera de esa pijama tan complicada que cargaba puesta.

Wook, al sentir que una mano se acercaba a la cremallera y la bajaba lentamente, dejó de besar el cuello de su novio y trató de detenerlo dándole un pequeño empujoncito pero no sirvió de nada, la cremallera seguia bajando.

-"Sungie... espera..."- le dijo empujándolo con un poco mas de fuerza, pero seguia sin recibir respuesta, y ya habia notado que la cremallera estaba completamente abierta, y sentía como la mano intentaba bajar una de las mangas por su hombro, mientras seguia dando besos alrededor de su cuello, pero de una manera mas intensa, asustando al pequeño.