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Yoongi

Sentados en la parte trasera de un lujoso SUV que casi parece un tanque. El hombre de antes en la puerta con Minjae se sienta en el asiento del conductor. Realmente desearía haber vuelto por mi cuenta. Esto va a ser vergonzoso e incómodo. Incluso podría cambiar de opinión acerca de contratarme una vez que descubra que soy básicamente una persona sin hogar.

Por un breve momento, me emocioné pensando que tal vez finalmente estaba tomando un descanso. Que todos mis problemas casi se solucionaron con un chasquido de los dedos del hombre.

Pero ahora me preocupa que no cumpla su oferta.

—¿A dónde, señor? —El hombre le pregunta al Sr. Jeon, quien luego me mira en busca de una dirección.

Divago la dirección, sin decir el nombre del refugio. No echo de menos cuando sus ojos se encuentran en el espejo retrovisor. O saben exactamente a dónde los llevo, o fue solo una coincidencia.

Estoy pensando que tal vez fue lo último. ¿Por qué alguno de ellos sabría dónde está el refugio?

—De hecho, tendré que hacer dos paradas si está bien, Sr. Jeon.

—Llámame Jungkook.

—Está bien. —Estoy de acuerdo. Aceptaría cualquier cosa para no pensar en la vergüenza que se avecina.

El vehículo se vuelve silencioso cuando salimos por la puerta.

—¿Por qué dos lugares? No es que sea un problema. Te llevaré a donde necesites ir. —Me pongo un mechón de pelo detrás de la oreja. Realmente es un hombre dulce por tomarse el tiempo para hacer esto por mí. Aun así, no estoy seguro de cuánto debería contarle sobre mi vida.

Me encuentro hablando de todos modos. —Me quedaba con mi mamá hasta hace unas semanas. Todavía tengo algunas cosas ahí. Me fui con un poco de prisa y no pude tomar tanto como me hubiera gustado. —No menciono a Pearl porque no estoy seguro de lo que siente por los animales. Pero no hay forma de que pueda dejarla de nuevo. Ya fue bastante difícil la primera vez.

—¿Pasó algo entre tú y tu madre? —Pregunta en un tono casual, no agresivo, no exigente, pero puedo sentirlo esperando mi respuesta como sí fuera importante para él. Puedo sentir sus ojos sobre mí. Yo no lo miro. El hombre es demasiado guapo, demasiado dominante, también... hombre.

Aunque lo admito, sentí una extraña sensación de alivio cuando me dijo que no estaba casado. Eso suele ser lo contrario para mí. Prefiero que los papás tengan esposa. No es que importe la mayor parte del tiempo.

Todavía está en silencio, esperando una respuesta a su pregunta.

A pesar de su paciencia conmigo, tengo la sensación de que es el tipo de hombre al que no le gusta que lo hagan esperar.

—Ella cree que le mentí cuando no lo hice. —Le digo la verdad.

—¿Acerca de? —Juego con una cuerda suelta en mi bolso. Va a presionar hasta que le cuente todo. Me encuentro con mis anteojos, algo que suelo hacer cuando me pongo nervioso. —Puedes decirme lo que pasó. —Lo miro a los ojos. La forma en que me mira es diferente esta vez.

Hay una dulzura en él.

—Es un montón de drama familiar. Sabe cómo puede ser eso. —Yo trato de quitarme los sentimientos de vergüenza de toda la cosa. Mi propia madre se puso del lado de su novio. Solo habían estado juntos durante unos tres meses cuando ella decidió creerle a él antes que a mí. Incluso tuvo el descaro de decir que estaba coqueteando con él. Bruto. El hombre siempre olía a cigarrillos y cerveza barata.

El coche vuelve a quedarse en silencio. Debo preguntarle sobre Pearl, pero cada vez que abro la boca las palabras no salen.

—Puedes preguntarme lo que quieras, Yoongi. —Me lanza una mirada de complicidad.

¿Soy tan obvio? Tiendo a poner todas las emociones en mi rostro incluso cuando trato de no hacerlo.

—¿Le gustan los gatos? —Finalmente pregunto. Sus cejas se juntan mientras me mira. —¿O eres una persona de perros? —Añado.

—Yo nunca he tenido ninguno de los dos. —Él se encoge de hombros. Al menos no dijo perros. —¿Por qué preguntas?

—Sólo me preguntaba. —Muerdo el interior de mi mejilla. Su casa es tan elegante que no querrá un gato allí. Me pregunto cuánto costaría abordarla un poco. Me empieza a doler el estómago al pensar en eso.

—Estamos aquí. —El hombre rueda hasta detenerse frente al refugio.

—Vuelvo enseguida. —Empiezo a deslizarme fuera del coche, pero la mano de Jungkook baja a mi muslo.

—Yo salgo primero. —Me dice.

—Bien. —¿Por qué importa quién salga primero?

—Es una cuestión de seguridad. —Él llena los espacios en blanco por mí. Su puerta se abre un momento después, y sale, mirando a su alrededor antes de ofrecerme su mano.

—Si esperas aquí, puedo…

—Entraré. —Jungkook me corta.

—No se permite el ingreso a menos que trabaje aquí o realmente lo necesite.

—Estará bien. —Pone su mano en mi espalda antes de llevarme hacia la puerta. Presiona el botón de llamada. Nos abren un momento después, para mi sorpresa.

Cuando entramos, Gyeong está parada allí con una sonrisa brillante en su rostro. —Sr. Jeon ¿A qué debo el placer?

¿Queeee? ¿Cómo lo conoce Gyeong?

—Yoongi  iba a pasar a recoger sus cosas. —La sonrisa de Gyeong flaquea por un momento, luego se recupera.

—Conseguí el trabajo de niñero. Es para vivir ahí. ¿No es genial?

—Si cariño. ¿Por qué no vas a buscar tus cosas y yo esperaré con el Sr. Jeon?

—Está bien, vuelvo enseguida.

—Cinco minutos, o ire a ver cómo estás. —Dice.

—Está bien. —Estoy de acuerdo. Debe tener prisa por regresar y le hago llevarme a dos lugares. ¿Ya lo estoy arruinando? —Seré rápido.

Me dirijo directamente a mi área, agarro mis cosas y las meto en mi bolso. Realmente no me lleva mucho tiempo. No tengo mucho.

Jungkook y Gyeong dejan de hablar cuando me ven.

Voy a extrañar a Gyeong. Ella no ha sido más que amable. —Gracias por todo. Cuando tenga tiempo, intentaré pasar a ayudar con los niños.

—No tienes que hacer eso. —Ella me da una cálida sonrisa. —Disfruta tus días libres.

Niego con la cabeza. —Te debo a ti y a este lugar.

—No nos debes nada. Para eso estamos aquí.

—Aún así, desearía poder hacer más.

—¿Estamos listos? —Jungkook me quita el bolso. Se ve extraño sosteniendo mi mochila gastada junto a su elegante traje.

—Sí. —Pone su mano en mi espalda, guiándome hacia afuera una vez más. No dice nada sobre mi estancia en un refugio mientras nos dirigimos hacia la casa de mi madre.

Realmente espero que ella no esté allí. Tengo la sensación de que Jungkook va a insistir en venir conmigo. Será mucho peor si su novio está allí.

—¿Aquí es donde vivías? —Pregunta cuando salimos a la acera.

—No es tan malo si te aseguras de estar adentro antes de que oscurezca.

Su rostro se endurece. —Ya veo.

—¿Esperará aquí? —Lo intentó de nuevo.

—No.

Lo miro, deseando que cambie de opinión. No lo hace. —Lidera el camino, Yoongi.

Mi estómago parece dar un vuelco y trago saliva. —Bien.

Estoy de acuerdo, rezando para que no haya nadie en casa.

angel (boypussy ver.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora