Be Mine.

Cicatrices.

- Carajo esto es muy aburrido - el adolescente sentado a mí lado sonrio - apuesto tu sombrero de sheriff que preferirías estar en cualquier lugar en vez de estar cuidando de mi

- No me molesta - me dijo encogiéndose de hombros - Además es mejor que cambiar pañales

- Wow me siento afortunada - le dije haciéndolo reír - Solo me usas como excusa para leer tus comics ¿cierto?

- En parte - reí por su sinceridad pero inmediatamente me arrepentí al notar el dolor en mis costillas - deberías tomas los analgésicos

- Si y tu deberías entretenerme pero no me oyes quejándome ¿cierto?

- Llevas una hora hablando de lo aburrida que estás - puse los ojos en blanco pero le sonreí - ¿de que quieres hablar?

- ¿Puedo preguntar que te pasó? - el chico tenía una venda que cruzaba su rostro y ocultaba su ojo, sabía que las cicatrices eran un tema delicado pero la pregunta salió de mis labios antes de poder evitarlo.

- Un disparo... hace unos meses. Un chico que odiaba a mí papá me disparó durante una invasión de caminantes. Los muros habían caído y una horda nos encerró aquí.

- Me alegra que hayas sobrevivido - le respondí sintiendo un poco de pena por su mirada triste

- ¿Crees que luce horrible? - negué con la cabeza

- El problema con las cicatrices es que son un recuerdo permanente de lo que viviste. Pero ¿Sabes que aprendí? - el chico negó con la cabeza - Que también son el recordatorio de que viviste un infierno y sobreviviste. Eso te hace increíblemente fuerte, valiente y te ves rudo, no dejes que nadie te diga lo contrario.

- Gracias - me dijo con una media sonrisa que respondí, no me di cuenta que Daryl nos miraba desde la puerta - parece que llegó mí reemplazo

- Niño, la próxima que vengas trae más comics - le dije aventando el que estaba leyendo

- Creí que dijiste que eran aburridos - le guiñe un ojo y sonreí - Te traeré más Kai - me dijo antes de salir y dejarme sola con Daryl. Me acomodé en la cama tratando de no apoyarme en la mano que aún me dolía y cerré los ojos.

- No necesitas quedarte conmigo, creo que voy a dormir un poco - Algo dentro de mí se sentía incómodo con él después de que preguntara por las cicatrices en mí espalda.

- ¿Todo está bien?

- Si, solo que no veo la razón por la que tener una enfermera durante todo el día

- ¿Te molestó? Que preguntara por tu espalda digo - Suspire lentamente y lo mire

- Preferiría no hablar de eso

- Bien... ¿necesitas algo?

- De hecho... ¿Sabes dónde está mí reloj? No lo tenía cuando me desperté - sentí un agudo pinchado en la cabeza y de pronto toda la discusión que habíamos tenido volvió a mí memoria

- ¿Estás bien? - me preguntó al ver qué llevaba mis manos a la cabeza

- Si - le respondí, desde que desperté se lo veía preocupado y aunque me enojaba recordar lo que me había dicho no tenía sentido volver sobre eso, él no me conocía y no sabía cómo podían afectarme sus palabras. Además si no me hubiera seguido quizás estaría muerta.

- No vi tu reloj, debe haberse caído en el accidente, puedes conseguir otro cuando te recuperes - asentí con la cabeza, era cierto pero no sería lo mismo, era lo único que tenía de mí familia. Un nudo se formó en mí garganta pero no iba a llorar enfrente de él por lo que cerré mis ojos y me concentre en mantener la compostura - Supongo que te dejare dormir - le dije que si con la cabeza y escuché como se iba de la habitación, solo entonces me permití dejar caer las lágrimas que estaba aguantando.