Be Mine.

Que Comience La Guerra.

Daryl llevaba todo el día ignorado mí presencia y por alguna razón me volvía loca que lo hiciera, aunque le había dicho que eso quería. Él no podía simplemente decirme que me amaba y después hacer de cuánta que ni siquiera me escuchaba cuando le hablaba. Estaba furiosa pero trate de hacer lo mismo que él e ignoraba cada vez que pasaba cerca de donde yo estaba o nuestras miradas se encontraban, no era el momento de hacer eso porque estábamos a nada de comenzar el plan. Me retire a mí trailer esa noche después de cenar porque estaba agotada y la comida no me había caído nada bien como descubrí cuando termine vomitando todo minutos después de llegar a mí habitación.

- ¡Lany! - gritó Daryl al verme salir del cuarto de baño, seguramente estaba pálida y sudorosa porque me sentía terrible, me tomó en brazos y me acostó en la cama - ¿Está bien? Dime que puedo hacer - a pesar de haberme ignorado todo el día se lo veía preocupado.

- Nada, esto es normal Daryl... ya se me va a pasar no te preocupes... ¿Que haces aquí?

- No lo sé - se sentó a mí lado y tocó mí frente como si quisiera asegurarse de que no tenía fiebre.

- Ya puedes irte si quieres... estaré bien. - << No te vayas >> pensé.

- ¿Por qué siempre me pides que me vaya?

- Porque puedo cuidarme sola y...

- Eres tan estúpida a veces - Auch! Ese comentario me dolió y desvíe la mirada para que no lo notara - Mierda Lany, lo siento... no quise decir eso. - Se puso de pie y comenzó a caminar como un león enjaulado - ¡Siempre haces lo mismo! Me confundes... creo tener idea de lo que está pasando y luego tu cambias todo de nuevo...

- ¿Yo te confundo? ¿Disculpa? ¿Acaso fui yo la que te dijo te amo y luego te ignoró?

- Dijiste que no querías a ninguno de los dos y luego te vas con él... ¿que querías que pensara?

- Eres un idiota ¿lo sabías? Si tan solo hablaras conmigo sabrías que Rick entendió que está enamorado de Michonne, no de mí... siempre fue así y tuvo que casi perderla para entenderlo. Y luego tu... Dijiste que no me querías y luego me dices que si... me sigues y luego me ignoras. ¡decídete de una vez!

- ¡te amo!

- ¡Yo también te amo idiota! - le dije sentándome en la cama para mirarlo, se había quedado congelado mirándome como si no creyera lo que oía. - Por mucho que intente negarlo o alejarme... eres tu pulgoso... siempre fuiste tú. - Se sentó a mí lado y me miraba serio pero aún no decía nada y estaba comenzando a ponerme nerviosa - Di algo antes de que me arrepienta.

- ¿Lo dices enserio?... tengo que saberlo princesa porque... porque si tu me amas ya no voy a dejarte ir nunca más - acaricie su mejilla y sonreí

- Te amo aunque seas un idiota la mayoría del tiempo pero...

- No, no sin peros... si me amas debes quedarte a mí lado y... y resolveremos el resto, lo prometo.

- Daryl

- No... ¿Me amas? - le dije que si con la cabeza y él me besó, fue un beso tan lento y suave que todo a mí alrededor despareció, todas las dudas y todos los miedos simplemente se hicieron humo. - Es todo lo que necesito saber... el resto lo descubriremos juntos. - Se acostó a mí lado y me abrazó

- No tienes que quédate

- Cierra la boca Lany, no voy a ir a ningún lado... no ahora que se que me amas. - sonreí y escondí el rostro en su pecho - ¿Te sientes mejor?

- Un poco - le dije dejando salir un suspiro, entre sus brazos se me olvidaba todo el malestar que tenía y aunque quería disfrutar aquella sensación, comenzé a quedarme dormida entre sus brazos sin poder evitarlo. - No te vayas pulgoso